La Belle Inutile se define como
“un grupo de amigos localizado en Europa, Norteamérica y Suramérica, que
comparten una orientación surrealista y un interés por las artes mixtas, las
ciencias, la tecnología y las ideas”. Desde 2008 sus publicaciones son muchas (todas
asequibles vía lulu.com) y, aparte los dos números de Loup-Garou, se
componen de títulos de Richard Misiano-Genovese, Jean-Pierre Depétris, Jeffrey
Karl Bogartte, Pierre Petiot y Francine Laugier. Algunas de ellas ya las hemos
noticiado o reseñado aquí.
La última publicación de La Belle
Inutile es Lithaire, recopilación en la que intervienen Bernard Dumaine,
Claude-Lucien Cauët, Guy Girard, Pinina Podesta, Martín de Diego Sabada,
Ribitch, Jean-Pierre Depétris, Ody Saban, Pierre Petiot, Thomas Mordant y
Zazie. Zazie, que lo hace con seis de sus sueños digitales –también
recientemente en sus ediciones publicó Somnium digitale– es uno de
los nombres fijos de La Belle Inutile. Imágenes de Bernard Dumaine abren este
cuaderno de 68 páginas. Dos de ellas son cadáveres exquisitos, uno con Martín
de Diego Sabada y otro con Pinina Podesta, este diferenciándose más que el otro
de la imaginación fantástica de corte gótico que caracteriza a este artista:
En el n. 2 de S.u.rr...,
el poeta y ensayista Claude-Lucien Cauët, componente del grupo surrealista de
París, publicaba unas “Ideas a propósito de lo impensable” que anunciaban
muchos escritos curiosos y trastornadores, reunidos en varias publicaciones: Événements,
Nomades, Anecdotes, Rencontre, Essai d’autocosmologie,
Le passager incertain, En cours. De Cauët, cuyo nombre aparece en
Analogon, Le pied de grue, Cahiers de l’umbo, Lo que
será y La chasse à l’objet du désir, comentábamos hace poco sus dos
colaboraciones con Guy Girard: Les cerises, le soleil et l’escargot y Pornographie
courtoise. Aquí aparecen extractos de dos títulos nuevos: “Débordements” y
“A portée de voix”, acompañados de imágenes de Zazie y Girard. Girard
interviene con sus ya conocidos poemas coreanos y con el relato de unos
“momentos de lo maravilloso”, cuando la poesía, “esa inesperada recalificación
de la vida inmediata”, hace trizas la banalidad reinante –porque, en efecto,
“lo maravilloso es esa belleza ofrecida con todo esplendor por la verdad
práctica de la poesía”. Pero lo más interesante de estas tres páginas de Guy
Girard es su consideración final sobre lo que persiste en “querer pintar” y
sobre las “criaturas” que pinta, y sin las cuales yo diría que al surrealismo de
estos últimos tiempos le falta algo esencial. Similarmente podía haber hablado
de sus poemas e invenciones, en los que se confirma también su visión de que el
“poder de revelación del amor y de Eros es la razón de ser de todo lenguaje”.
Seis poemas de Jean-Pierre
Depétris llevan como pórtico una visionaria ilustración de Ribitch: Season
of the witch. Depétris ha publicado en La Belle Inutile la saga de Bolgobol,
definida como una novela filosófica en forma de diario de viaje on-line, que
consta ya de cuatro volúmenes: À Bolgobol, En revenant à Bolgobol,
Autour de Bolgobol y Entre Tangaar et Bolgobol, a los que sucedió
en 2010 Pour un empirisme poétique.
El fastuoso colorido y la no
menos fastuosa imaginación de Ody Saban irrumpen en La Belle Inutile con cinco
muestras entre las cuales Dans la forêt Lacandone, Kachina Angwusnasomtaka
pendant le rite d’initiation pour les nouveaux nés y Sus au
misérabilisme. El primero la suma a la bella lista de surrealistas
fascinados por las culturas pueblo, y el segundo vuelve a erguirse contra la
hidra de la que dijo André Breton en 1956 que era “uno de los fenómenos
específicos de la época” –y que desde entonces nunca se ha replegado, sino que
más bien ha asomado constantemente nuevas cabezas.
La muñeca kachina Angwusnasomtaka
no es otra que la Madre-Cuervo, madre de todas las kachinas, portadora de unas
hojas de yuca con que flagelaba a los muchachos recién iniciados. Breton tuvo
dos, una hopi y otra zuñi, que es en la que se inspira Ody Saban, con sus
brazos articulados y las alas insertadas:
La vertiente ensayística de Lithaire
corresponde a su principal animador, Pierre Petiot, quien diserta, con
ilustraciones de Ribitch, sobre los “utensilios”, discerniendo entre sus diversos
tipos, con dos polos extremos: el de los utensilios que “crean nuevas libertades”,
que “abren nuevas aventuras”, y el de los “realistas” (¡miserabilistas!), que “nos
reemplazan”. En una atinada ejemplificación, describe la subversión de los
viejos lavaderos por parte de las mujeres que acudían a ellos, oponiéndolos a
su sustitución por las lavadoras, que “transmutan las potencialidades de lo
imaginario en nada”, y yo hubiera añadido que los lavaderos eran espacio no
solo de amores y chismorreos, sino de canto, cuando el pueblo cantaba (a una lavandera
oyó el maestro de la etnografía portuguesa, Leite de Vasconcelos, hace ya un
siglo, una melancólica cantiga de amor que lo transfiguró, y fue también hace
ya un siglo cuando Menéndez Pidal, al oír cantar a la lavandera de Osma, tomó
conciencia de la perduración de los romances legendarios en los pueblos panhispánicos,
punto de arranque de una gigantesca recopilación que llega a nuestros días).
Pierre Petiot, en uno de los capítulos de su ensayo, al detenerse en lo que
tienen los locos que enseñarnos sobre nuestra relación con los utensilios, escribe:
“No se agradecerá lo suficiente a los surrealistas el haberse interesado por la
locura, y el haberlo hecho no bajo el ángulo médico (y por tanto realista), que
busca liberar al loco de su locura, sino al contrario, según ese genio oblicuo
que consiste en utilizar las enseñanzas sacadas de la locura para liberar a los
no-locos –y por tanto también a los locos, como consecuencia inmediata”.
Lithaire contiene, por
último, dos poemas de Thomas Mordant, uno de ellos un “poema negro”. Al final
hay una lista de publicaciones poco fiable, ya que, al cotejar yo la fecha de
los libros de Richard Misiano-Genovese, de ocho hay al menos cinco que vienen
mal. Así nos dedicamos luego a repetir datos erróneos. A los soberbios libros
de Bogartte, sumemos dos de Francine Laugier: Images du monde flottant y
Quelquefois nous paraissons heureux.
En suma, una publicación muy
distinguida, que viene a ser como un número 3, o un número “fuera de serie”, de
Loup-Garou.
www.labelleinutile.eu