lunes, 1 de diciembre de 2025

Cronología

Aunque no sean muchas las correcciones y los añadidos, subimos un nuevo documento con la cronología general del surrealismo que cierra Caleidoscopio surrealista.

CRONOS 1916-2019

sábado, 29 de noviembre de 2025

Ithell Colquhoun y la oca de Hermógenes

Ithell Colquhoun, vista por Man Ray

Uno de los grandes relatos extensos del surrealismo acaba de aparecer en las ediciones ya prestigiosas de Le Grand Tamanoir. Goose of Hermogenes lo publicó Ithell Colquhoun en 1961 después de que dos capítulos vieran la luz en el London Bulletin de Mesens en 1939, y fue reeditado en 2003 y ahora en 2025 por Pushkin Press, pero ahora disponemos por fin de una traducción francesa, con el título de L'oie d'Hermogène, designación hermética de "la materia de la piedra volatilizada después de la negrura", según informa el Diccionario mito-hermético de Dom Antoine-Joseph Pernetty, que yo me apresuré a comprar en 1993, cuando fue traducido al español, dadas las referencias que de él tenía a través del príncipe de mis poetas, Gérard de Nerval.

La edición es excelente, y la encabeza un eficaz prólogo del traductor, Michel Remy, titulado "Ithell Colquhoun, surrealismo hermetismo y alquimia". Sigue la obra, que es un relato alquímico en primera persona ubicado en una isla y con ribetes de novela gótica; estructurado en doce capítulos, estos se corresponden con las doce etapas del proceso alquímico (calcinación, solución, separación, conjunción, putrefacción, congelación, cibación, sublimación, fermentación, exaltación, multiplicación y proyección) descritas en las doce claves de la filosofía de Basilio Valentín. La lectura es apasionante, aunque algo estorbada por esas notas de carácter escolar que, a pie de página en vez de ir al final, han estragado tantas ediciones de clásicos desde hace tres o cuatro décadas, particularmente en España (las de aquí son muy útiles, eso sí, excepto cuando se nos informa de quién es Rilke, el Bosco o William Morris, o de que la "Oda a una urna griega" es un poema de un tal Keats).

Eileen Agar estuvo en 1936 en Tenerife, pero poco se sabe de su estancia (que alegremente sitúan los biógrafos y analistas de su obra dentro de sus viajes por el Mediterráneo...). Si fue antes del estallido de la guerra, extraña que no conectara con el equipo de Gaceta de Arte, que un año antes había recibido a los surrealistas parisinos. Muchas obras de plantas que hace por entonces se inspiran en la naturaleza canaria, e incluso hizo un Doorways.Teneriffe, un Prickly Pear. Teneriffe y un Ground Floor Façade. Teneriffe, todos ellos expuestos en 1980. Pero lo que más me ha sorprendido es, en el capítulo "Congelación", lo que me parece una admirable transposición fantástica del Jardín Botánico del valle de La Orotava, celebrado en L'amour fou. Ya pertenece quizás al terreno de la paranoia crítica que primero en "Conjunción" y luego, sobre todo, en "Proyección", yo haya de inmediato pensado en el capítulo "Ángelus" de Crimen, de Agustín Espinosa, muestra peculiar de esa visión daliniana paranoica-crítica con que precisamente Ithell Colquhoun se incorporó al surrealismo. En "Conjunción" es un pájaro que, visto a distancia, tiene la forma de un cisne pero que podría ser un albatros y que luego se queda fijo como un cernícalo, y en "Proyección" es un supuesto faisán que luego no es un faisán y que llama la atención por su colorido fantástico, exactamente como el pájaro blanco de "Ángelus", que finalmente no es un pájaro sino dos y no es blanco sino de varios colores. Añadiré que entre las plantas pintadas en este año se encuentran las primeras muestras de visión doble daliniana realizadas por la artista, y que como las expuso en Londres en noviembre de 1936, es posible que durante su estancia en Tenerife, siempre que haya sido anterior al fatídico 18 de julio (fecha en que Crimen pasó a convertirse en el libro canario maldito por excelencia), adquiriera la obra de Espinosa y le llamara la atención aquel capítulo.

Goose of Hermogenes incluye cinco dibujos de la artista que, infortunadamente, no vienen en la edición que comento, siendo sustituidos por doce piezas de John Welson realizadas en 2022, admirables y con su intensidad característica, pero que no dejan de extrañar los que hizo la escritora (uno de los cuales vemos al final de esta reseña). Cerrando esta edición de Le Grand Tamanoir, hay una semblanza perfecta de Welson por Michel Remy, junto a las del propio Remy y Patrick Lepetit, quien ha escrito un ensayo brillante, documentado y enjundioso sobre Ithell Colquhoun y su obra, situado después del relato. Michel Remy, como sabemos, es el conocedor más serio del surrealismo británico, y Lepetit ha desarrollado desde 2008 una labor impresionante estudiando la vertiente esotérica del surrealismo.

Ithell Colquhoun ha sido siempre citada a propósito del surrealismo en  Inglaterra durante los años 30, con la excepción de la desigual historia de Marcel Jean. Se insiste en el conflicto con Mesens, quien a decir verdad se olía algo raro en su misticismo y miraba a distancia: así, aparte su gusto por los angelitos abstractos, en los años 50 la veremos pintando crucifixiones también abstractas y proyectando un mural para una capilla, y en 1971 diseñando un monumento para conmemorar el jubileo de la infame reina Isabel II (imagino lo que pensaría Mesens hoy de un surrealista prominente que visita la sede de una de las más siniestras e imbéciles mafias del fascismo mundial para presentar sus respetos a su santo capo, saludándolo efusivamente y llorando públicamente su defunción muy poco después). Situándonos más cerca, ya en 1982 Michel Remy le dedica una entrada en el Dictionnaire Général du Surréalisme, y de ella va a tratar siempre en sus numerosos trabajos esenciales sobre el surrealismo británico. Cuando yo elaboro el Caleidoscopio surrealista o sea hacia 2010, encuentro material suficiente para dedicarle el espacio amplio que le corresponde, porque entonces se acababa de publicar Ithell Colquhoun. Magician Born of Nature, de Richard Shillitoe, que, pese a decir algunas chorradas sobre el surrealismo y no escapar a los tópicos feministas, indaga profundamente en toda la obra de Ithell Colquhoun y ofrece todo un catálogo de sus obras artísticas; es más, en 2007 se había publicado, de Eric Ratcliffe, Ithell Colquhoun. Pioneer, Surrealist, Artist, Occultist, Writer and Poet. Después del Caleidoscopio, en 2019, será la vez de Marcus Williams dedicarle un rico artículo en la enciclopedia británica internacional del surrealismo, emanada también del movimiento surrealista. Si a ello añadimos las reediciones de algunas de sus obras, la de sus "escritos mágicos" en 2007 y la lujosa publicación en 2016 de Sephirot y en 2022 de Taro, cuesta entender lo de que Ithell Colquhoun ha estado "olvidada" y hasta nada menos que silenciada "su propia existencia" (¡!) en la historia general del movimiento surrealista. Eso último es un disparate, y hay en todo caso que hilar más fino, limitando ese juicio a la vieja historia de Marcel Jean o a la de Durozoi, quien sólo la cita de pasada. 

Dos exposiciones este año en Saint-Yves y Londres coronan todo este proceso de una figura sin duda inesquivable en el legado del surrealismo y que ha conciliado hermetismo y surrealismo frente a los palurdos que siguen insistiendo en su incompatibilidad, olvidando para empezar al propio André Breton, sin el cual el surrealismo no es absolutamente nada de nada.

http://ithellcolquhoun.co.uk/index.htm

https://legrandtamanoir.net/loie-dhermogene-dithell-colquhoun/

martes, 25 de noviembre de 2025

Walter Grab y el surrealismo suizo

Walter Grab, Bodegón surrealista, 1947

Muy desfasado ha quedado el capítulo que dediqué al surrealismo suizo en Caleidoscopio surrealista (aparte de incluir la errata gruesa de Kurt Schwitters en vez de Kurt Seligmann). Entre los artistas suizos cercanos al surrealismo, merece al menos añadirse el nombre de Théo Gerber, asociado a Phases, y suizo aunque nacido en París era el también phasiano Gérard Vulliamy (este, tratado en el capítulo francés). El grupo Le La merece un desarrollo amplio, y en particular la figura de Dubret, que ha seguido publicando obras interesantes. Por fin, al reseñar hace dos años el número 63 de Infosurr, llamamos la atención sobre Otto Schumi y Walter Grab, al segundo de los cuales vale la pena hacer una nueva referencia, basada en las dos notas de dicho boletín en que Stephen Hauser ha aludido a él, la segunda de ellas en el número más reciente, el 175, motivada por una exposición en un museo alemán.

Walter Grab nació en 1927 y murió en 1989. Autodidacta, estuvo en París de 1948 a 1950, contactando con André Breton. A su vuelta a Suiza, fundó el grupo Phoenix, en el que estuvieron Kurt Seligmann, Edgar Ende, Otto Tschumi y Ernst Maas. En 1952 participó en la significativa exposición "La pintura surrealista en Europa" que tuvo lugar en Sarrebruck y que, organizada por Jené, contó en su catálogo con un breve texto de Breton.

En 2022 se publicó un catálogo sobre él, con 464 páginas y 1268 ilustraciones, por lo que pasamos de desconocer a Walter Grab a conocerlo perfectamente... al menos quien se haya agenciado con ese catálogo "razonado" que cuesta la friolera de 120 euros más los ya inadmisibles gastos impuestos de poco acá por los ladrones de los servicios de correos estatales. Muchas de las pinturas que hemos visto de él, así como curiosos collages con textos dadaístas, nos lo hacen sugestivo, y una amplia muestra puede verse por ejemplo en este enlace.

Walter Grab, Animal maravilla de la noche, 1964

Stephen Hauser cita en su reciente nota de Infosurr esta Oda al Marqués de Sade, que ya he incorporado a su lugar correspondiente en el relato cronológico dedicado al Marqués y el surrealismo:

Walter Grab, Oda al Marqués de Sade, 1952

*

La pintura que encabeza esta nota lleva por título Surrealistisches Stillebem, y me trajo en seguida al caletre el poema de Emeterio Gutiérrez Albelo "Stillebem", uno de los que componen su fascinante poemario surrealista de 1933 Romanticismo y cuenta nueva, que llevó ilustración colorida de su paisano Óscar Domínguez. No sé por qué el caprichoso Gutiérrez Albelo tituló en alemán este bodegón surrealista, pero sin duda que compartía con Giorgio De Chirico la preferencia por el término "still life", "vida silenciosa de los objetos", o "vidas silenciosas", al de "naturaleza muerta".


viernes, 21 de noviembre de 2025

Ludvik Svab

Con Marie-Dominique Massoni, 1991 (foto de Stuart Inman)

Acaba de publicarse un libro clave, sobre Ludvik Svab, figura capital del surrealismo checoeslovaco. Había aparecido en 2017 en la lengua de Toyen, pero ahora disponemos de traducción a la lengua de Ambrose Bierce.

Aunque extrañamente no forma parte de la antología de Petr Kral, hay disponible material suficiente sobre Svab, detectado en la entrada de Caleidoscopio surrealista, que reproduzco en seguida, a la espera de recibir futuramente la novedosa monografía. Añadamos este ensayo muy rico sobre sus películas y guiones cinematográficos: VER. Igualmente, este enlace sobre el documental que le dedicó Martina Kudlacek y que lamentamos no sea visible.

*

Ludvik Svab (1924-1997). Surrealista desde 1952, en que encuentra a Effenberger, Hynek y Medek, el psiquiatra Ludvik Svab surge en el n. 3 de Objeto, año 1958, con una serie de poemas, aunque destacará sobre todo como crítico –sin olvidar sus “foto-collages espontáneos” ni sus facetas de historiador y reseñista de cine y de guitarrista en el grupo de hot jazz Prague Dixieland. En ese año organizó un ciclo de conferencias, “Las reglas del juego”, en la clínica psiquiátrica donde trabajaba, siendo prohibidas tras celebrarse la primera. Diez años después, es, con Effenberger, el único surrealista de los años 50 que perdura, firmando el documento “Prague aux couleurs du temps”. Por supuesto, Svab continúa en la aventura surrealista tras el certificado de defunción ecuménico dictado por una facción del grupo parisino. En el n. 2 de Surréalisme, nos da noticia de sus guiones cinematográficos, presentando un “remake” de la secuencia inicial de Un perro andaluz (“El otro perro”). En 1992 intervino como actor inolvidable en la inolvidable película de Svankmajer Alimentación, y tres años después filmaba Martina Kudlacek L’amour fou/Ludvik Svab, película que mostraba la importancia del surrealismo como movimiento subversivo contra la dictadura comunista.

Al morir, nadando en Italia, Aurélien Dauguet le dedicó un bello poema en el n. 3 de S.u.rr… (donde también se tradujo su artículo “Geografía del sueño”), titulado “Oh, didn’t he ramble”, o sea una de las canciones con que la vida triunfa de la muerte en los entierros de Nueva Orleans, acompañado de una foto suya ante el mar con el verso baudeleriano “homme libre toujours tu chériras la mer”: “Il aurait pu être / Un derviche qui cherche le vent / Ou un miroir qui se souvient // Il aurait pu être / L’âme des guitares l’ombre d’une proie / Le Temps avalé le voyeur perdu / La spirale confondue / La grâce des très vieilles pierres / Le givre dansant / La larme dans la toile de l’épeire // Il fut cela / Et / Tout un feu de braises ardent et généreux”.

Analogon lo homenajeó por todo lo alto que se merecía en su n. 20-21, y lo mismo hizo el catálogo Other air con notas de Bruno Solarik, Frantisek Dryje e Ivo Purs (la de este sobre su método del fotocollage espontáneo, inventado ya en los años 90), acompañadas de un sueño suyo y de otro de Roman Telerovsky protagonizado por él.

*

Surréalisme, n. 2:


Tres homenajes en el n. 20 de Analogon:

Jan Svankmajer,
Retrato táctil de L.S.

Eva Svakmajerova.
Ludvik Svab. como Aquabel




S.u.rr…, n. 3:





Textos en Other Air:





Y sin olvidar su extraordinario papel en uno de los más sabrosos cortometrajes de Jan Svankmajer:  COMIDA.

lunes, 17 de noviembre de 2025

Stuart Inman

En Caleidoscopio surrealista, aunque sin dedicarle una entrada (que merece), califico a Stuart Inman de "espléndido ensayista, dibujante y fotógrafo". Lo conocí al principio por su admirable ensayo sobre el surrealismo checoeslovaco durante el nada conocido período de 1951 a 1963 (incluido en el volumen colectivo André Breton: The power of language), y luego por fotografías sueltas en diversos catálogos y publicaciones del surrealismo (grupo de Leeds; London Surrealist Group, del que fue uno de los fundadores; Dechiphrage; ExtrancePeculiar Mormyrid; Ce qui sera; Loup Garou; Surrealist and Outsiders). Recientemente, en la serie que he dedicado a las figuras tutelares del surrealismo, se nos aparecía con su Ubú ahorcado y su Retrato encontrado de Sade. Pero lo que nos interesa ahora es remitir a su magnífica página, de consulta obligatoria, cuya Galería lo revela (o confirma) como uno de los grandes fotógrafos de las últimas cuatro o cinco décadas del surrealismo:


Ubú fósil

sábado, 15 de noviembre de 2025

Claude Cahun, &c.

Pese a haber cierta saturación de estudios sobre Claude Cahun, este volumen no debe descuidarse, por estar al cuidado de François Leperlier (su principal conocedor), Georges Sebbag y Françoise Py:

claude cahun l'unique en su genre

A la vez, se anuncia la aparición de este libro, en que está incluida Claude Cahun. Lurdes Martínez es otro nombre que garantiza una publicación del surrealismo, y de quien se espera la segunda parte de Las bellas damas sin piedad (donde también Claude Cahun estaba presente).


También de otro de los nombres claves del grupo surrealista de Madrid, José Manuel Rojo, acaba de publicarse una recopilación de ensayos, muchos aparecidos en Salamandra.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Primera exposición del surrealismo


Al igual que habían hecho con la reciente exposición de Joan Miró, los surrealistas inauguran su primera exposición colectiva a la medianoche, es decir, a "la hora heráldica", que diría Toyen, entre el 13 y el 14 de noviembre de 1925.

Fue en la galería Pierre, sita en en el número 13 de la Rue Bonaparte, y participaron Arp, Chirico, Ernst, Klee, Masson, Miró, Picasso Man Ray y Pierre Roy, más dibujos (que nadie suele citar) de Desnos, Malkine, Kristians Tonny y Dédé Sunbeam. El catálogo llevó un texto de Breton y Desnos, jugando de manera automática con los títulos de los cuadros con la intención de hacer "un prefacio humorístico y absurdo". Algunas obras son hoy verdaderos clásicos del surrealismo, como el Carnaval de Arlequín de Miró, Le revenant de Chirico o los Dos niños amenazados por un ruiseñor del Superior de los Pájaros (quien iniciaba en este año la práctica de los frottages). Hubo éxito de público y los pronto convertidos en rituales ataques y burlas de la prensa basura.

El prefacio, así como la información detallada de las obras que compusieron la exposición, pueden leerse en el tomo I de las obras completas del primero, páginas 915 y 1702-1704. Y el prefacio, en el sitio de André Breton, también AQUÍ.