El 8 de enero falleció Gérard Durozoi, de quien guardo una imagen cálida y brillante.
Fue uno de mis introductores en el surrealismo, gracias a tres libros que se tradujeron al español solo con un par de años de retraso, en unos tiempos en que poco era lo asequible. El primero, en 1974, fue El surrealismo, con Bernard Lecherbonnier; el segundo, en 1975, Artaud: la enajenación y la locura; y el tercero, también con Lecherbonnier, André Breton. La escritura surrealista, en 1976. Para el año 1974 ya había leído yo las grandes obras de André Breton y muchas de Artaud, pero muy poco por lo que se refiere a visiones generales, a estudios de conjunto con un cierto rigor y profundidad, que escaparan a los habituales tópicos imbéciles. El dúo Durozoi-Lecherbonnier era desigual: Durozoi confirmaría con creces su fiabilidad, mientras que el otro era un menesteroso. Yo los dos libros que llevan el nombre de ambos se los atribuyo solo a Durozoi.
Cuando en Caleidoscopio surrealista elaboré el capítulo del grupo de París, señalé que desde 1977 la obra capital y más documentada sobre la materia pasaba a ser la Histoire du mouvement surréaliste de Gérard Durozoi, editada en 1997. Recibió críticas en Le Cerceau de Alain Joubert (a las que él repuso con su elegancia acostumbrada), sobre todo centradas en su consideración de que el "movimiento surrealista" acababa cuando lo dijo Jean Schuster. Solo que, hecha esa salvedad, no podía negarse que estábamos ante un monumental trabajo de visión del surrealismo entre sus orígenes y 1969, hecho con conocimiento y honradez, aparte contener mucha información sobre el surrealismo internacional.
Durozoi era un crítico finísimo. Fue una fortuna contar con él en Infosurr, donde lo primero que yo hacía era buscar su firma, seguro de encontrar una página inteligente y sustanciosa, que a veces sabía ser agresiva con las imposturas (recuerdo su descalificación de la Leonora de Elena Poniatowska, aunque aparecida en otro medio en que solía colaborar: los Cahiers de Benjamin Péret). Hizo la gran entrevista a Jorge Camacho, y yo tengo anotadas en diversos medios espléndidas páginas de referencia dedicadas a Péret, Malkine, Tanguy, Domínguez, La Main à Plume, Jaguer, Lambert, Christian d'Orgeix, Jean Terrossian, Biraben, Lacomblez, Dorothea Tanning, Konrad Klapheck...
Sorprendentemente para muchos, la exposición internacional surrealista organizada por Miguel de Carvalho en Coimbra en 2008 reveló que Gérard Durozoi hacía también collages, uno de los cuales reproduzco aquí, a la espera de que un día se haga una publicación de ellos, como nos gustaría igualmente que algún día se hiciera una recopilación de sus escritos dispersos.
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Gérard Durozoi, Homenaje a H. G. Wells |