sábado, 27 de julio de 2024

Sergio Lima, surrealista


Miguel de Carvalho me comunicaba hace dos días el "tránsito a lo etéreo" de Sergio Lima, mi principal aliado en el surrealismo, con quien tuve una correspondencia torrencial y con quien me trataba desde hace décadas no de "amigo" sino de "hermano".

Figura volcánica del surrealismo, con el que se identificó total y absolutamente desde que lo descubrió muy joven, Sergio Lima deja una obra ineludible en el panorama del movimiento surrealista posterior a la época de André Breton, a quien aún llegó a tiempo de tratar, visitándolo en París y asistiendo a las reuniones de su grupo.

Hace un año, estuvo por tercera vez en la isla de Tenerife, y pasamos unos días inolvidables en compañía de su mujer, Cristina Novaes, y de Miguel de Carvalho. Incluso, con su entusiasmo inagotable, ideó un boletín de "inSURRección surrealista", O Pharol d'Areia Negra, que la distancia e infinidad de incidencias posteriores, empezando por las de su propia salud, hicieron inviable, pero que seguíamos manteniendo en el candelero.

Volveremos a ocuparnos pronto, sin duda, de Sergio Lima. Valga hoy recordar la semblanza que le dediqué en Caleidoscopio surrealista, anotar los enlaces a los artículos que le he dedicado en esta última docena de años (empezando por los de sus dos últimas publicaciones, espléndidas, aunque llegaran con bastante retraso, y que tuvimos ocasión de festejar aquí por todo lo alto) y evocarlos con una pequeña serie de fotos, datadas en 2006 y todas (menos la de Alexandrian) obra de nuestra amiga Fátima Roque.

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Sergio Lima. Nacido en 1939, Sergio Lima es uno de los grandes ensayistas, poetas y artistas del surrealismo y del Brasil. Es también uno de los exponentes máximos de la ética surrealista asumida con todas sus consecuencias, habiendo estado siempre lejos de la literatura como espectáculo y del arte visto como carrera de buenos dividendos.

Uno de los pilares del surrealismo internacional en su último medio siglo, accedió al surrealismo cuando, durante el I Festival de Cinema celebrado en São Paulo, en 1954, pudo ver Un perro andaluz, La edad de oro, La estrella de mar, Emak Bakia, Entreacto, El gabinete del doctor Caligari y Nosferatu. Al año siguiente, la III Bienal de São Paulo le revela los nombres de Alfred Kubin y Maria Martins, pero además el surrealismo era un referente en figuras brasileñas como Teresa d’Amico, Aníbal M. Machado o Murilo Mendes. “El surrealismo ya me interesaba directamente en esos idus de mis 15 años. Pero debo resaltar que la cuestión del movimiento y de su actuación, de su praxis, estaba como sumergida, era una cuestión subterránea o prohibida. Veíamos sus luces, pero siempre oscurecidas por un texto de otro orden”. Es el momento de devorar Le surréalisme et le cinéma de Ado Kyrou, La vida secreta de Salvador Dalí, el n. 4 de Médium, Nadja, la Antología del humor negro, Los vasos comunicantes, El amor loco... Un día, se entera del encarcelamiento de Péret en Rio de Janeiro, cuyo “Noyau de la comète”, texto clave donde los haya, acababa de leer en el citado número de Médium (y Lima, por cierto, rastreará luego los pasos de Péret en las tierras brasileñas). Sus primeras experiencias rigurosamente surrealistas se suceden en 1955 y 1956: los collages de Las aventuras del Máscara Negra, los escritos automáticos de Amore, los cuadernos de dibujos automáticos y oníricos. “A partir de ahí, la aventura de los surrealistas se confunde enteramente con mi vida”.

Llegó a París en 1961, cuando contaba 21 años, decidido a contactar con el grupo surrealista parisino. Como tantos otros, quedó impactado con aquel puñado de seres en estado de revuelta, y en particular con André Breton. En conexión con el grupo de París, Sergio Lima firmó el manifiesto contra la prohibición de Viridiana (Positif, n. 27) y participó en el juego “Enrichissez votre vocabulaire” (La Brèche, n. 3). En 1963 publica Amore, libro incomparable, dedicado a “la Mujer Nocturna”. Daba comienzo aquí Sergio Lima a una aventura poética única. Hay unas fotos de Kertész que vinieron a suponer algo nuevo en el terreno de la fotografía erótica. Eso parecía imposible pero ocurrió: son las “distorsiones” de Kertész. Lo mismo diríamos de la poesía. La poesía de Sergio Lima es, a nuestro juicio, la única verdaderamente original de los 30 o 40 últimos años. Un verdadero torrente de imágenes convulsivas y revulsivas que es el equivalente asombroso de la naturaleza tropical y de todo su derroche de vida. Esa aventura poética realmente desmesurada, Sergio Lima la va a continuar hasta hoy mismo. A alta licenciosidade recoge su poesía de 1956 a 1985, constatándose en cada una de sus páginas la convicción de que la poesía es la “experiencia de una presencia”, la “fidelidad a esa emoción primera de la presencia que nos revela al otro y a su imagen, esta memoria erótica que es el amor”. Los poemas posteriores de Sergio Lima continúan ese ahondamiento en el erotismo, que abrieron en 1957 los Cantos à mulher nocturna, gloriosamente editados en una caja de habanos por las ediciones Debout sur l’Oeuf, del surrealista portugués Miguel de Carvalho, en 2009.

En 1967, ya fallecido André Breton, publica en São Paulo el primer número de A Phala, verdaderamente excepcional en el panorama de las revistas culturales latinoamericanas. Por esos años, Sergio Lima comenzó a exponer también óleos, dibujos y sobre todo collages, siempre con los signos distintivos de la imaginación y del erotismo, en lo que ha sido una fiesta continua de arrobamiento ante la belleza excesiva del cuerpo femenino. No por acaso, la poetisa surrealista argentina Carmen Bruna le dedicará el extenso poema “Sergio Lima y el erotismo constelado de sus collages”, inserto en su libro Lilith (1987). Su primer libro de collages fue el ya citado As aventuras do Máscara Negra, un total de ochenta de ellos acompañados con leyendas; su ejemplar único permanece aún inédito. Los materiales que Sergio Lima utiliza en muchos de sus collages son, aparte las fotos, numerosos (hojas de árbol, plumas, abanicos, máscaras, tela, pajitas, dibujos), por lo que no sorprende el paso al “collage-objeto”, sobre todo a principios de los años 70, cuando irrumpen en ellos un tenedor, un parabrisa, un péndulo, un champiñón, una hoja, mechones de cabellos femeninos, una hebilla de ligas y las propias ligas, un ovillo, un guante, un peine doble, un pico de tucán... Objetos en los que importa la carga emocional, poética, en su asociación, fortuita, dictada por el deseo, con los otros elementos del collage. Naturalmente que Sergio Lima, en la más pura tradición surrealista, titula cada uno de sus collages, título que por norma aparece inserto en el propio collage. Ese título, de sentido muchas veces metafórico cuando no provisto de un humor muy peculiar, contribuye generalmente al carácter enigmático del collage, potencia el choque de la obra como pueden hacerlo los de Magritte y los de tantos otros surrealistas, en la fecunda estela chiriquiana.

En 1976 publicó O corpo significa, con una portada alquímica. Ya aquí aparece el ensayista denso y profundo, que maneja las referencias y los saberes más inesperados. Se estudia en esta obra el arte como una visión y sus implicaciones con lo amoroso, con la imaginación y con la erótica, asumiendo la noción de lo femenino como valor. El simbolismo, en fin, del cuerpo como significación.

El segundo gran libro ensayístico de Sergio Lima es Collage, publicado en 1984. Se trata del libro más importante que existe sobre el collage y el surrealismo, como Les mystères de la chambre noire de Édouard Jaguer lo es del surrealismo y la fotografía, Le surréalisme au cinéma de Ado Kyrou del cine y el surrealismo y Le surréalisme et la peinture de André Breton de la pintura y el surrealismo. Collage consta además de 112 ilustraciones, dos por cada año desde 1919 hasta 1974, que el lector ha de recortar y pegar.

Por último, Sergio Lima ha publicado en 1995 el primero de los tres tomos de su monumental A aventura surrealista y en 2010 la primera parte del segundo, estando ya concluido el resto. Un verdadero arsenal informativo sobre el surrealismo en Brasil y en otros lugares.

Sergio Lima fue durante una década organizador y responsable del Archivo de Documentación Cinematográfica de la Filmoteca Brasileña, y es autor de innumerables publicaciones sobre el cine, que también ha cultivado en una serie de cortometrajes aún por descubrir. En 2008 apareció O olhar selvagem: o cinema dos surrealistas, con un ensayo extraordinario, “fascinante poética del cine” (Laurens Vancrevel), acompañado de espectaculares fotografías (este ensayo ya se había publicado en español en el catálogo Surrealismo Siglo 21 con el título “O surrealismo vai ao cinema: «l’œil existe à l’état sauvage»”).

Completa la imagen de Sergio Lima su labor incesante como animador del surrealismo en su país y como interlocutor esencial en las relaciones entre los grupos e individuos dispersos por el mundo. En 1965 fundó el primer grupo surrealista de Brasil, que llevó a efecto en el 67 la XIII Exposición Internacional del Surrealismo, en São Paulo. Otro grupo hubo en los años 80 y 90, por cierto que con muchísimas mujeres, igualando así lo ocurrido con el grupo inglés de los años 30.

En los años más recientes, la actividad de Sergio Lima, siempre ligada al surrealismo, ha proseguido de manera infatigable, pudiendo enumerarse su ensayo sobre el libro-objeto en el número 32 de Mélusine, su exposición “Retorno ao selvagem” en la Fundação Cupertino de Miranda y en la Fundación Eugenio Granell, sus colaboraciones en A Via Queimante y Quimera que passa, su largo texto poético creativo sobre la imagen y la fotografía en el libro al alimón con Richard Misiano-Genovese Secrets in red and green, su presencia en la colección de publicaciones de la revista surrealista neerlandesa Brumes Blondes o su ensayo sobre Guy Ducornet en Retrovisiones. Pero sin duda la más resaltable efeméride es la aparición, en la primavera de 2013, del segundo número de A Phala, “revista del movimiento surrealista”, con la misma riqueza y apetencia internacionalista del primero, y la de un número tercero, con dos tomos, en la primavera de 2015, año en que la revista libertaria A Ideia le hacía un homenaje, con la publicación de tres cartas a André Breton, un denso “Memorial” en que traza con todo detalle su biografía y su trayectoria surrealista, el poema de Carmen Bruna y escritos espléndidos de Alex Januário (“Collage sublime”), António Cândido Franco (“Sergio Lima, poeta del negror”), Laurens Vancrevel (“El estado salvaje o la contribución de Sergio Lima a la práctica del surrealismo”) y Miguel de Carvalho (“Guía de una exaltación silenciosa”).

“La Estética procede de una norma, mientras que la Belleza es una experiencia, una vivencia que la sobrepasa”. “La imagen es una experiencia erótica, en su sentido más profundo y contundente”. “Lo imaginario es el espacio del deseo”. “El cuerpo de la mujer es la única estrella que se puede amar carnalmente”. “El deseo es curvo”. “La naturaleza no es regular. Mucho menos académica o lógica, esto es, no resulta de un orden, sino de una armonía. La naturaleza es salvaje, exuberante. Como las formas femeninas del cuerpo”. “El sentimiento es lo contrario de la estadística”.

 

miércoles, 24 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 50)


Este es el blasón de Rimbaud, según Marcel Jean, Almanach surréaliste du démi-siècle, 1950: "D'hermine à l'écusson de sable en abîme chargé d'une fasce d'or surchargée de cinq besants au naturel: noir, blanc, rouge, vert, bleu, rangés en fasce".

Isso ontem único, editado por el propio António Maria Lisboa en 1953, incluye "O amor de Arthur Rimbaud, o mestre do silêncio" junto a "O amor de Isidore Ducasse, Comte de Lautréamont":


Al año siguiente nos encontramos ya con el nombre de uno de los más grandes rimbaldianos del surrealismo: Mário Cesariny. quien hace un prefaco a una edición no efectuada dela primera versión portuguesa de Une saison en enfer, prefacio que solo se imprimiría en el volumen colectivo de 1966 A intervenção surrealista:








En 1960 había aparecido esa edición, con un prefacio diferente y más breve:



Habrá que esperar a 1989 para que Cesariny publica su admirable traducción de las Illuminations junto a la de Une saison en enfer, ahora provocativamente titulada Uma cerveja no inferno. Incluye su material de la edición de 1960 (presentación, notas al texto y nota como traductor) y una puesta al día de las cuestiones principales referentes a las dos obras. A fines de los 60 e inicios de los 70, Cesariny se inspirará en las Iluminaciones para una serie de cuadros, pero eso queda para un próximo capítulo.

En 1954 tiene lugar el centenario del nacimiento de Rimbaud. Ya nos ocupamos del vibrante y polémico escrito de Carlos de Rokha, y ahora le sumamos otro panfleto del grupo surrealista de París, Ça commence bien, obra principalmente de Gérard Legrand y André Breton, y cuya viñeta fue realizada port Toyen. Lo motiva la atribución de un soneto a nuestro poeta y supuso un choque frontal entre los surrealistas y los gilipollas del letrismo/situacionismo, analizado con su perspicacia habitual por José Pierre en el volumen segundo de los Tracts.

Este año también celebra el centenario la editorial chilena Dédalo, y publica una traducción de El barco ebrio con un prólogo de Braulio Arenas, mucho después incluido en El mundo poético de Braulio Arenas (1985). Añádase que hacia 1939 tradujo Braulio Arenas Une saison en enfer (como Una estada en el infierno), aunque quedara inédito (se conserva el manuscrito).

De 1958 es un libro capital: la edición sueca de las Iluminaciones, ilustrada maravillosamente por Max Walter Svanberg. Ya le dedicamos un artículo en Surrint, pero su importancia es tal que volveremos sobre él próximamente con otra entrada específica.

Para cerrar la década, en 1959 Une saison en enfer es traducida al español nada menos que por Oliverio Girondo y Enrique Molina, dos de los más grandes poetas argentinos del siglo XX. Aquí podemos leer completa la reedición de 1970.

domingo, 21 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 40)

1940. Seguimos en el surrealismo chileno con Enrique Gómez-Correa, quien dedica este poema a Rimbaud en la sección "Rayos X" de su primer libro, Las hijas de la memoria, del que se tiraron en las Ediciones Mandrágora 100 ejemplares:






(La palabra "oxianto" está corregida en un ejemplar del poeta, ya que es "oxiacanto".)

Del mismo año es el soberbio cuadro de Clovis Trouille Mis funerales, con las Galerías Rimbot ("Me gustaban las pinturas idiotas..."):


En el número 4 de VVV, 1943, "el Rimbaud americano", como llamaría Ted Joans a Philip Lamantia, publica unos poemas que acompañan una famosa carta a Breton, el primero de ellos este:


En 1945, Armand Simon ilustra, como a Poe y Lautréamont, Une saison en enfer, pero el proyecto editorial fracasa. Del mismo año es este dibujo de Hans Bellmer, Anatomie de l'image (Je suis un autre):


Al año siguiente, Victor Brauner pinta Oh! saisons, oh! châteaux:


Llega la exposición internacional surrealista de 1947 y Jacques Hérold es uno de sus más activos participantes. Los grandes transparentes es su obra más recordada, pero también, entre otras contribuciones, estaba la rosa que hacía tic-tac para el altar de Raymond Roussel y La corbata de Arthur Rimbaud para el de Léonie Aubois d'Ashby, la "hermana" del poeta cuyo nombre aparece en la letanía de "Dévotion", una de las iluminaciones más celebradas por André Breton. La hierba era rociada todas las mañanas, para que conservara toda su frescura ("A ma soeur Léonie Aubois d'Ashby. Baou -l'herbe d'été bourdonnante et puante"):


En 1948 se publica en las ediciones K. de París Soleil cou coupé de Aimé Césaire, con el poema "Barbare", hecho a partir de la iluminación homónima, que también inspiraría a Svanberg (añádase que a su vez Khaïr-Eddine reescribirá el "Barbare" de Césaire  en su Soleil arachnide, ya en 1969).


La década concluye con el panfleto bretoniano contra una nueva mistificación de la poesía de Rimbaud ("Flagrant délit", publicado en Le Figaro y luego recogido en La llave de los campos). No solo es un ejemplo perfecto de la crítica de excepcional sensibilidad que caracterizaba a Breton, sino que viene a ser el mejor balance de la importancia que para él ha tenido la obra rimbaldiana.

miércoles, 17 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 30, II)

Valentine Hugo estuvo toda su vida fascinada por Rimbaud. El retrato con el cisne es un óleo que puede considerarse su más emblemática creación dedicada al poeta:


También es la primera que hizo, en 1933. Al año siguiente reúne varios retratos en un dibujo a la pluma sobre celuloide:


En 1939 siete dibujos suyos ilustran una edición de Les poètes de septs ans. En los cuatro que vemos aquí (página de su catálogo en Jacques Damase Éditeur), aparte uno de esos dibujos vemos otros dedicados a "Aube" (que también elegirá Max Walter Svanberg) y a "Les corbeaux" (cuervos que aparecen en otros lienzos y dibujos suyos):


En 1946 hace un dibujo para el poema "L'éternité" ("Science avec patience, / Le supplice est sûr", son los versos que recuerdo de esta iluminación):


Sin ánimos de ser exhaustivos, aquí tenemos un retrato que hace en 1955:


Y, por fin, esta estupenda visión de Rimbaud caminante, que hizo para una edición de homenajes a Rimbaud aparecida en 1962, y sobre la que hablaremos en el capítulo correspondiente:


En 1936 se publica la Antología del humor negro de Breton, donde no podía faltar Arthur Rimbaud, en una semblanza que discierne las características paradójicas de su humor.

De 1938 son estas dos fotografías del grupo surrealista de Hainaut, en torno a la cabeza esculpida de Rimbaud. En la primera vemos a Fernand Dumont, Marcel Lefranq, Armand Simon, Achile Chavée y, sentado, Louis van de Spliegue; en la segunda, a Marcel Havrenne, André Lorent, Bob Deplus, André Bovy y Achile Chavée en primera fila, y a Max Michotte, Fernand Dumont y Constant Malva en segunda.



Considerado por Enrique Gómez-Correa un "adepto" de la Mandrágora, Carlos de Rokha recoge en Avance de la red luminosa versos de los años 1938 y 1939, y entre ellos el titulado "Jean Arthur Rimbaud o la suite negra", admirable poema que puede leerse en este enlace (sería incluido en El orden visible, admirable recopilación que puede descargarse en Memoria chilena). En 1943 proferirá una conferencia radiofónica sobre Rimbaud, y en 1954, con  motivo del centenario natal del poeta, escribirá este homenaje.

domingo, 14 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 30, I)

En 1929, Toyen ilustra Le bateau ivre



Al mismo tiempo, Jindrich Stirsky toma de la primera de las Iluminaciones el título de su ciclo de seis dibujos Après le déluge. Aquí vemos cuatro de ellos en 1930 ofreciendo especial interés el cuarto, ya que lo reproduciría en el segundo número de la revista de Nezval Zodiac, en una monografía suya de 1938 y por fin en su libro Dreams, donde la significación especial que tenía para él queda revelada, al ligarlo al Sueño de la Gitana:





Rimbaud es capital en Styrsky, quien lo consideraba el "creador de la poesía moderna". En 1930, publica su biografía (y la de Sade), con documentos, diseñando la edición; este libro era complementario de The Works of Rimbaud, en que Nezval traducía todos sus poemas, y Styrsky se lo dedica a Toyen. En 1934 aparece como número primero (y finalmente único) de las Edici Surrealismu el ya citado "Un corazón debajo de una sotana", con introducción de Nezval y nota final de su autoría.

En 1930, Louis Aragon prefacia la edición inglesa de Une saison en enfer. Como no llega a cristalizar el proyecto, se la da al grupo surrealista de Belgrado, que la publicará en Lo Imposible (cuyo título no por azar es el de un capítulo de Une saison en enfer).






En 1935, Benjamin Fondane publica Rimbaud le Voyou, dedicado a Léon Chestov, donde defiende a Rimbaud de las manipulaciones cristianas, pero también ataca, no sin argumentos malignos, la visión surrealista del poeta.

Desde 1933 comienzan las creaciones rimbaldianas de Valentine Hugo, demasiado importantes como para que hayamos tenido que dividir este capítulo en dos partes.

jueves, 11 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 20)

La presencia de Rimbaud en el surrealismo es enorme y constante. En particular el período de los años 20 está muy bien estudiado, y no vamos a descubrir nada nuevo, por supuesto, y ni siquiera a señalar aspectos desconocidos. Pero vale la pena hacer un preámbulo a lo que luego vendrá.

En 1914, André Breton se imbuye de Rimbaud, y ya para este arranque de nuestra historia podemos remitir a los capítulos tercero y cuarto de la suma de Marguerite Bonnet André Breton: Naissance de l'aventure surréaliste, donde no deja de estudiarse el furor rimbaldiano de Breton cuando su estancia de 1919 en Nantes. El impacto de Rimbaud es capital también estos años en Aragon, en Éluard, en Desnos. Del primero basta leer Anicet ou le panorama, roman, que es de 1918; o de Desnos su poema de 1923 "Les veilleurs de Rimbaud", incluido luego en La liberté ou l'amour! El Rimbaud que más interesa a los surrealistas-dadaístas es el Rimbaud de Harar, el que plantea la cuestión del abandono de la literatura, pero no tardará en pasar a primer plano el Rimbaud que quería cambiar la vida

Ello se aprecia ya en el año 1919. Breton incluye en Mont de pieté el poema "Âge", suerte de continuación de "Aube", y reconocerá el "influjo decisivo" de "Rêve" en otros poemas de su libro (en varias ocasiones a lo largo de su obra, volverá Breton sobre este poema extraordinario). En el número 4 de Littérature se da a conocer por vez primera el poema revolucionario "Les mains de Jeanne-Marie", que además aparece al punto, independientemente, en el primer cuaderno de la colección Littérature; este era el poema de Rimbaud favorito de Péret. El número 8 reproducirá una carta del novelista popular Jules Mary sobre Rimbaud, y ya en el 18, de 1921, Rimbaud obtiene la calificación de +15, la misma, por cierto, de Raymond Roussel (Aragon, Breton, Éluard y Fraenkel le otorgan 18 puntos, Rigaut 17, Péret 16, etc.). 

Llega la nueva serie de Littérature, y en 1922-1923 se publican los tres escandalosos sonetos de "Les Stupra", que, al igual que ocurrió con "Les mains de Jeanne-Marie", van a aparecer como cuaderno de Littérature, ahora con prefacio de Breton y Aragon; Claudel intenta impedir la divulgación. También en 1923, Breton escribe una carta a los periódicos a propósito del falso poema de Rimbaud "Poison perdu", anticipando en dieciséis años el asunto de "La chasse spirituel".

En su número de junio de 1924, Littérature da a conocer fragmentos de "Un coeur sous une sotaine", publicándolo luego íntegro; Breton, en su Antología del humor negro, eligirá como los dos textos representativos de Rimbaud este y el citado "Rêve". Pero sobre todo, este año, en el manifiesto del surrealismo, afirmará categóricamente que "Rimbaud es surrealista en la vida práctica y en todo".

De 1927 es la declaración del grupo "Permettez!", contra un busto erigido a Rimbaud en Charleville; algunos miembros del grupo tuvieron la intención de acudir a la ceremonia de inauguración y dañar el monumento, y pese a que podríamos considerarlo un escrito anecdótico o muy circunstancial, se trata de uno de los más admirables tracts del surrealismo (atribuida su redacción, a partir de la información dada por la sobrevalorada historia de Maurice Nadeau, a Raymond Queneau, se trata realmente de una declaración de elaboración colectiva).

En cuanto al grupo Le Grand Jeu, en el número segundo de su revista, 1929, celebraban a un Rimbaud de tintes místicas, con ensayos de Roland de Renéville, Roger Vailland y Roger Gilbert-Lecomte, pero lo más valioso es la publicación ese mismo año de Rimbaud le voyant, obra del primero, quien sería siempre muy estimado por Breton, y no deja de ser revelador que Jean Richer dedicara en 1972 L'Alchimie du verbe de Rimbaud "a la memoria de André Breton y André René de Renéville" (el libro de Renéville ha sido reeditado en 2003; y podríamos añadir que al final de su vida Breton se sentirá bastante próximo de su perspectiva).

Si tuviéramos que elegir un buen estudio relativo a Rimbaud en Breton y el grupo parisino, aparte los capítulos señalados de Marguerite Bonnet, sería el de Emmanuel Rubio "Rimbaud devant les surréalistes", en el número de L'Herne de noviembre de 1993, consagrado a nuestro poeta.

Trasladándonos a Checoslovaquia, a lo largo de la década el grupo presurrealista Devetsil va sustituyendo el interés hacia Apollinaire por el interés hacia Rimbaud, mientras continúan con el referente de Baudelaire. En el verano de 1928, Jindrich Styrsky está en París y se pertrecha con todos los Rimbaud que encuentra. Aunque sus excepcionales dibujos sobre "Après le déluge" son de 1929, los dejamos para el próximo capítulo, ya que en realidad abren una época.

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A propósito de Permettez!, señalemos que hace unas pocas semanas, a modo de celebración del centenario del surrealismo, ha aparecido una bella publicación con los dieciséis explosivos tracts surrealistas de 1924:

domingo, 7 de julio de 2024

Raymond Roussel y el surrealismo (y 6)

De 1986 es el Lotus Solus de Fabio De Sanctis, inicio de sus esculturas de la metamorfosis. Durante la entrevista que Arturo Schwarz le hace en el libro capital Fabio de Sanctis. La memoria del viaggio, el anartista concuerda en considerar que su técnica de composición es similar a la de RR, aunque basándose más en lazos mentales secretos que en asonancias lexicales. 


Señalemos que esta obra también es ignorada en Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel, y que ya en 1979 había titulado Fabio de Sanctis su primera exposición parisina "Nuevas impresiones de Europa", exposición que llevó un catálogo de Annie Le Brun y Radovan Ivsic.

En 1987, Fred Deux titula Locus Solus esta obra, que es otra de sus características piezas con lápiz y acuarela:


Como los nombres que hemos venido citando, o como un Gilles Ghez o un Konrad Klapheck, Sergio Lima es otro artista impactado por RR, cuyas lecturas fueron decisivas para sus escritos y para sus collages. La revelación llegó ya en 1955, pero no menor fue la trascendencia en 1961 de la edición rousseliana de José Corti al tiempo que la lectura de la semblanza de la Antología del humor negro (y Sergio Lima llegaría a tener en París conversaciones con Breton sobre RR), por no hablar de la aparición de Cómo escribí algunos de mis libros, donde, un poco al modo de Fabio de Sanctis, se evidenciaba sorprendentemente la coincidencia pon su propio proceso de realización explicitado en su Collage... en nueva superfície, una de las obras maestras en esta materia. A los años 90 o a los primeros del nuevo siglo corresponde este collage, titulado Raymond Roussel Snook:


Un acontecimiento crítico se produce en 1994, cuando Annie Le Brun da a la luz el mejor libro que existe sobre la obra de RR: Vingt mille lieus sous les mots. Raymond Roussel, donde polemiza feroz y lúcidamente con las interpretaciones telquelianas y foucaltianas, de moda en los años 70. También en 1994 presenta varias obras de RR, mientras que en 1998 prologará la novela inacabada Les noces, prefacio recogido en su recopilación De l'éperdu.

En los Domaines du rêve de Lou Dubois, 2008, encontramos esta Máquina de immpresiones de África:


Entre sus ilustraciones de la conferencia de Alexandrian sobre Breton, 2022, no podía faltar la dedicada a RR:


Tampoco Alberto Mayol olvida a RR en su no menos reciente tarot de los ases:


Pierre d. la, en 2020:


Y concluimos con el homenaje a RR que tiene lugar el mismo año en Praga, donde se exponen las ilustraciones de Martin Stejskal y Jan Svankmajer para las flamantes ediciones checas de Locus Solus y las Impresiones de África:


"En mi caso, la imaginación lo es todo".

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En 1975, Julio Cortázar, que en La vuelta al mundo en ochenta días describía un encuentro de RR y Marcel Duchamp en Buenos Aires (y el suyo propio con Juan Esteban Fassio), intenta abrir la tumba de RR:


En junio de 1986, yo, de paso por París, también lo intento, esta vez exitosamente, pero  por desgracia no iba conmigo Anne de Brunhoff, ni absolutamente nadie: