miércoles, 24 de julio de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 50)


Este es el blasón de Rimbaud, según Marcel Jean, Almanach surréaliste du démi-siècle, 1950: "D'hermine à l'écusson de sable en abîme chargé d'une fasce d'or surchargée de cinq besants au naturel: noir, blanc, rouge, vert, bleu, rangés en fasce".

En 1952 se publica el número 2 de la revista surrealista de Enrique Molina A Partir de Cero, cuyo editorial se sitúa bajo el signo de Rimbaud, evocando el comienzo de "À une raison" ("Un coup de ton doigt sur le tambour déchargue tous les sons et commence la nouvelle harmonie"), la iluminación más cercana de "Génie":


Isso ontem único, editado por el propio António Maria Lisboa en 1953, incluye "O amor de Arthur Rimbaud, o mestre do silêncio" junto a "O amor de Isidore Ducasse, Comte de Lautréamont":


Al año siguiente nos encontramos ya con el nombre de uno de los más grandes rimbaldianos del surrealismo: Mário Cesariny. quien hace un prefaco a una edición no efectuada dela primera versión portuguesa de Une saison en enfer, prefacio que solo se imprimiría en el volumen colectivo de 1966 A intervenção surrealista:








En 1960 había aparecido esa edición, con un prefacio diferente y más breve:



Habrá que esperar a 1989 para que Cesariny publica su admirable traducción de las Illuminations junto a la de Une saison en enfer, ahora provocativamente titulada Uma cerveja no inferno. Incluye su material de la edición de 1960 (presentación, notas al texto y nota como traductor) y una puesta al día de las cuestiones principales referentes a las dos obras. A fines de los 60 e inicios de los 70, Cesariny se inspirará en las Iluminaciones para una serie de cuadros, pero eso queda para un próximo capítulo.

En 1954 tiene lugar el centenario del nacimiento de Rimbaud. Ya nos ocupamos del vibrante y polémico escrito de Carlos de Rokha, y ahora le sumamos otro panfleto del grupo surrealista de París, Ça commence bien, obra principalmente de Gérard Legrand y André Breton, y cuya viñeta fue realizada port Toyen. Lo motiva la atribución de un soneto a nuestro poeta y supuso un choque frontal entre los surrealistas y los gilipollas del letrismo/situacionismo, analizado con su perspicacia habitual por José Pierre en el volumen segundo de los Tracts.

Este año también celebra el centenario la editorial chilena Dédalo, y publica una traducción de El barco ebrio con un prólogo de Braulio Arenas, mucho después incluido en El mundo poético de Braulio Arenas (1985). Añádase que hacia 1939 tradujo Braulio Arenas Une saison en enfer (como Una estada en el infierno), aunque quedara inédito (se conserva el manuscrito).

De 1958 es un libro capital: la edición sueca de las Iluminaciones, ilustrada maravillosamente por Max Walter Svanberg. Ya le dedicamos un artículo en Surrint, pero su importancia es tal que le hemos dedicado una entrada específica.

Para cerrar la década, en 1959 Une saison en enfer es traducida al español nada menos que por Oliverio Girondo y Enrique Molina, dos de los más grandes poetas argentinos del siglo XX. Aquí podemos leer completa la reedición de 1970.