Este catálogo acompaña una exposición que se ha sucedido en Córdoba, Madrid (Galería Guillermo de Osma) y Tenerife (Tea), y viene a sumarse al catálogo sobre Franz Roh que publicó en 1997 el Ivam (Franz Roh. Teórico y fotógrafo).
Los 44 collages que se reproducen son de los años 20, 30 y 40, y ostentan frescura, humor y lirismo, sin duda bajo la égida del surrealismo.
Isidro Hernández, acertado como siempre, hace el artículo sobre Franz Roh, señalando la predilección por las figuras anatómicas, los motivos animales y vegetales y las escenas marinas, siempre a partir de las revistas ilustradas decimonónicas, ya que “es evidente la proximidad formal de los collages de Franz Roh con los de Max Ernst”. En este sentido, uno de los collages reproducidos, de mediados de los años 30, está dedicado a Max Ernst, y Franz Roh escribió sobre los collages de su compatriota dos artículos. Isidro Hernández comenta luego algunos de los collages y acaba señalando la importancia de Realismo mágico en la vanguardia canaria. Esa influencia fue muy grande, y Agustín Espinosa cita, incluso en una de sus obras mayores, Lancelot 28º-7º, pinturas que ha conocido por ese libro.
El catálogo lleva un apéndice con imágenes de Alfonso Buñuel, Benjamín Palencia y Adriano del Valle, más un artículo sobrante sobre el collage en España, que, aparte ignorar los trabajos de Emmanuel Guigon, incurre en las bobadas antisurrealistas de costumbre: Franz Roh se contrapuso “a las imperantes tendencias dogmáticas y restrictivas del momento”, La Main à Plume era un “grupo ortodoxo surrealista” (¿cuáles eran los heterodoxos?), “el hipnotismo y el espiritismo serían pronto prohibidos dentro del grupo surrealista comandado por Bretón (sic)”. ¡Qué rancia musiquilla de violín!