lunes, 1 de abril de 2013

Philip Lamantia/Will Alexander: Entre poetas anda el juego


Entre 1987 y 2013, Will Alexander ha publicado una impresionante cantidad de libros donde se reconoce el surrealismo, que para él es “un estado eléctrico de pensamiento, una fuerza, un impulso cristalino”. De poesía son Vertical Rainbow Climber (1987), The Sratospheric Canticles (1995), Asia & Haiti (1995), Above the Human Nerve Domain (1998), Exobiology As Goddess (2005), The Sri Lankan Loxodrome (2009), Compression & Purity (2011), Aboriginal Salt: Early Adivinations (2012) y Kaleidoscopic Omniscience (2012), este último incluyendo Asia & Haiti, The Sratospheric Canticles y Impulse & Nothingness. De ficción, Arcane Lavender Morals (1994), Sunrise in Armageddon (2006) y Diary as Sin (2011). De filosofía, Towards the Primeval Lightning Field (2006) y Mirach Speaks to his Grammatical Transparents (2011). De ensayos, Inalienable Recognitions (2010), On the Substance of Disorder (2011) y Singing in Magnetic Hoofbeat (2012). De teatro, Inside the Earthquake Palace (2011). La mayoría de estos títulos es un buen índice del registro de este escritor  tan original como profundo, pero todo Will Alexander está presente poderosamente en el que nos toca hoy anotar, y celebrar: The Brimstone Boat. For Philip Lamantia.
Este barco de azufre, “en perpetua exploración”, es el barco alquímico de uno de los más grandes poetas que ha dado América: Philip Lamantia, a quien tan intensamente recordamos siempre. A lo largo de unos dos mil versos, Will Alexander se dirige a aquel para quien la poesía era “la vida más pura”, y que por tanto rechazaba todo lo pedestre y prosaico. Sus palabras son fruto no solo de la lectura de Lamantia, sino del trato directo que sostuvo con él –de hecho, Lamantia incluso conoció “The Brimstone Boat” en su formulación original.
Por el poema pasan los nombres luminosos de Breton, Artaud, Poe, Baudelaire, Péret, Lam, Borduas (por su Refus Global) y Miró (por sus Constelaciones), aunque también, en sentido contrario, los inicuos de un Ezra Pound –“viejo romano comedor de sangre”, con sus “embellecidas doctrinas”– o un Marinetti, ambos más cercanos a “los hechizos obscenos de los navegantes que envenenan el mar con su colmena de traidoras toxinas morales” que al bello “poder de la anti-estética”.
Siguen a “The Brimstone Boat” tres poemas también de carácter cósmico y también precedidos, como aquel, de un epígrafe de Lamantia. La dificultad de muchas de las referencias que maneja Will Alexander hace que tras los cuatro poemas venga un glosario en que se combinan explicaciones de física, ciencias naturales, geografía, mitología, viejas civilizaciones, religiones remotas, etc.
Los cuatro ensayos siguientes no dejan de insistir en la miseria de la vida “moderna” tal y como se cuece en las sociedades actuales, en “un mundo en que textos seminales no son leídos, y en que alguien de la estatura de André Breton permanece crónicamente desconocido”.
La mandálica portada de The Brimstone Boat, aunque diseñada por Tom Bhurns, no deja margen de dudas acerca de su autora, que es por supuesto Marie Wilson. En 1970, Philip Lamantia le pidió para el frontispicio de The Blood of the Air el dibujo Aspectos de la Adivinación, y luego ella hizo la pintura, derivada del dibujo, acabándola en 1979 y que ahora funciona como idóneo pórtico al poema de Will Alexander dedicado a Lamantia. Del mismo modo, el frontispicio lleva el dibujo de Marie Wilson Guardianes contra el miedo. Will Alexander aprovecha para homenajear también a esta “sublime artista surrealista”, cuya obra, una vez vista, “es imposible de olvidar”. ¡Y tanto que lo es!
“you the captain / atop the hull of the brimstone boat / erudite with your deltas / with your ghosts from dazed Phoenician settlements”