Acaba de publicarse en Amsterdam, por una editora de la red, la mayor monografía dedicada a Rik Lina, un bello libro de 240 páginas a todo color, titulado Multiversum. Los textos, numerosos, e incluida una entrevista por Laurens Vancrevel vienen solo en neerlandés, pero hay la intención de una edición en la lengua del Kubla Khan.
Desde los años 60, Rik Lina lleva a cabo, incansablemente, una de las aventuras más espléndidas y fascinantes que ha podido generar el automatismo. Para él sin duda que el automatismo no ha sido el “infortunio” de que habló en 1933 André Breton, en una declaración que los espíritus académicos gustan de citar, y además aislándola de su contexto, ya que Breton lo que hace allí es defender la autenticidad del verdadero automatismo, que por supuesto es incuestionable en un Rik Lina y que Breton defenderá siempre. Es más, en él se ha dado modélicamente la apertura sistemática al automatismo colectivo, gran aportación del grupo Capa, en una labor hoy continuada por la Cabo Mondego Section of Portuguese Surrealism, que afila sus armas en la costa centrooccidental de Portugal, donde reside el artista la mitad del año.
La aventura surrealista de Rik Lina, potenciada además por su pasión hacia los espacios en que la naturaleza manifiesta su belleza convulsiva, y en particular hacia las profundidades marinas, es una de las que más nos apasionan en el panorama creativo del surrealismo de estas últimas décadas, y de ahí que nuestra antena esté siempre bien situada para recibir sus ondas. Aquí podemos ver dos de las pinturas contenidas en Multiversum: arriba, Medusa. Danza pelágica, de 2000, y ahora Venganza verde, de 2008: