domingo, 21 de abril de 2024

Baudelaire y el surrealismo (años 40)

André Breton incluye como obligatorio a Baudelaire en su Antología del humor negro, publicada en 1940; la semblanza que le dedica es, por supuesto, capital, y como muestra antológica elige el fabuloso poema en prosa "El mal vidriero".

Al año siguiente, Jacqueline Breton hace la carta de Baudelaire del Juego de Marsella:


Un collage de Karel Teige titulado En las orillas de Baudelaire es de 1942:


Y de 1945 esta fotografía de Milos Korecek, Las flores del mal:


El mismo título lleva esta pintura de 1946 René Magritte, así presentada en la monumental monografía de Torczyner:


En 1948 publica Enrique Gómez-Correa El espectro de René Magritte, invalorable serie de trece poemas precedidos de estas palabras: "Escribí estos poemas, René Magritte, a propósito de haber recibido de tu mano el gentil envío de las reproducciones de tus cuadros, intentando en ellos establecer la mágica correspondencia que existe entre el pintor y el poeta. Que sea, pues, este un aporte a la iluminación de tu pensamiento". Uno de los poemas se corresponde precisamente con Las flores del mal, y otro con La vida feliz, una de las pinturas que veíamos en el anterior capítulo acompañando el soneto de Charles Baudelaire-Nougé:




De Benjamin Fondane aparece póstumamente, en 1947, el libro Baudelaire et l'expérience du gouffre, escrito en 1943; aunque Fondane se había alejado del surrealismo, este libro, como el que había dedicado a Rimbaud, ofrece perspectivas de interés a las que era difícil llegar fuera de los caminos del surrealismo.

En 1948, Hans Bellmer realiza la calcomanía “La pobre Ann (El ángel caído)”, para un proyecto de edición de Los paraísos artificiales de Baudelaire:


Uno de los primeros poemas de Philip Lamantia, el más grande poeta americano en lengua inglesa, es "Apparition of Charles Baudelaire", recogido en Touch of Marvelous (1943-1949), y lo hacemos seguir de otro incluido en Becoming Visible (1981):