En poco más de dos años, Peculiar
Mormyrid ha llegado a su sexto número, esta vez dedicado a la Nocturnidad y
a los “insomnes”, los “lunáticos” y los “noctámbulos”. La característica
singular es la de haber sumido en el anonimato todas las colaboraciones,
plásticas y escritas, en que vuelven a darse cita muchos componentes del
surrealismo internacional. Quizás hubiera sido mejor idea que la del aburrido y en el fondo circunspecto anonimato, apelar a la imaginación y haberse inventado cada uno un
nombre, incluidos los grupos de Ottawa y de París (para estos no hubo anonimato), que podían haber sido por
ejemplo de la Cochinchina y el Kilimandjaro.
Como de costumbre, hay versión impresa y pdf que ofrece la propia página de
Peculiar Mormyrid:
Mi pesadilla cuando dormí en la casa Usher |