miércoles, 14 de junio de 2017

“Peculiar Mormyrid” y el mito de la revuelta

David Coulter Sueños inquietos de una araña comedora de pájaros

El quinto número de Peculiar Mormyrid (disponible, como los anteriores, tanto en línea como en papel) confirma que esta publicación se ha convertido en la más aglutinante de fuerzas del surrealismo, un poco en la línea de Hydrolith.
Este nuevo número tiene como tema “El mito de la revuelta”, dividido en tres “dominios”: “Dominio de la máscara”, “Dominio de la invocación” y “Dominio de la manifestación del gran no”. La abundancia de participaciones solo me permite aquí apuntar aquello que más me ha gustado, en un documento de primera fila que además puede cada cual consultar inmediata y gratuitamente. Los trabajos ya conocidos no abundan tanto como en Hydrolith, pero los hay (José Manuel Rojo, Javier Gálvez, Guy Girard, Jesús García Rodríguez y algún otro). La sección autónoma de imágenes es magnífica una vez más, con dibujos, pinturas, fotos y collages de Luiz Morgadinho, Casi Cline, Vicente Gutiérrez Escudero (dos potentes collages), Tim White, Joseph Jablonski, Annalynn Hammond, David Coulter, John Richardson (también con un collage en alimón con John Welson y Mark Sanders), Megan Leach, Janice Hathaway, Michael Löwy, Karl Howeth, Gregg Simpson, Craig Wilson, Dan Stanciu (la soberbia imagen que encabeza la nota dedicada el pasado sábado a Peculiar Mormyrid y otra que reproducimos hoy), el colectivo Capa, Miguel de Carvalho, Lucy Zae Porter, Steve Morrison, Alex Januário, Bruno Jacobs, Rik Lina y Andria Matta May Schaal.
Los juegos –para no olvidar que no hay revuelta verdadera sin ellos ni sin poesía, algo que muy pocos revolucionarios profesionales han entendido nunca– están tan presentes como en los números anteriores y en el propio blog de “Peculiar Mormyrid”, destacando los del grupo Chimera de Ottawa: “La máscara de los generales”, “Bon voyage”, “El grito del sereno” y “Prescripciones”. El de collages “Máscaras de la ciudad” es obra del grupo de Leeds, el de la máscara es del grupo House of Mysticum, y como corolario está el propio juego del mito de la revuelta, con quince participantes.
Los textos van acompañados en ocasiones de imágenes, como en el caso de Steve Cline (quien aporta también una serie de collages especialmente subversivos), Craig Wilson, Laura Corsiglia, Casi Cline. Poemas hay de Tim White, Daphnée Azoulay, Allan Vilu, Joël Gayraud, Joseph Jablonski, Maurizio Brancaleoni. Y relatos, ensayos, comunicaciones, prosas poéticas, de Dale Houstman (uno de sus textos disertando sobre apocalipsis y utopía), Lee Levinson, David Nadeau, Ian Kappos.
Algunas aportaciones destacan por su carácter novedoso o por su singularidad, empezando por el primer texto, un precioso diario mágico de encuentros de Jason Abdelhadi. “La máscara del valle secreto” es un poema de Gregg Wilson que lleva una pintura suya y de Heather Nixon. Michael Löwy lanza sus incendiarias “profecías” para el año 2018, poniendo al día, o al año, una de las últimas publicaciones del Grupo Surrealista de París. Dominick Coppi hace una sorprendente “exploración surrealista de belleza e intoxicación en una época de parafrenia”. Arthur Spota dispone una enseña en diversos lugares de la ciudad, con resultados subversivos. Dale Houstman encuentra y manipula un texto con efectos similares. Michael Vandelaar evoca del modo más original a la admirable figura de John Muir. RW Spryszak relata los efectos de una invasión de pájaros de cristal. Y Ron Sakolsky, la revuelta del jefe amerindio Claylik.
La sección fílmica, que hubiéramos deseado más amplia, se limita a sendos cortometrajes de House of Mysticum y Steve Morrison, solo de animación el segundo y con dos bellas actrices el primero.
En un apartado final, de título “Mitogénesis”, hay un texto de Ody Saban y Thomas Mordant donde se incurre en la lamentable costumbre de hablar por los demás, cuando se dice de Vincent Bounoure que es “nuestro «Gran Ancestro» de todas y de todos”. De ellos dos, y de algunas y algunos más, podrá serlo, pero de mí desde luego que no –si yo reconociera algún “Gran Ancestro” en el surrealismo, ese sería únicamente André Breton, quien por cierto es quien afirmó que “la rebelión tiene su justificación en sí misma”.
Cierra el número, dentro del mismo apartado, un importante manifiesto colectivo: “El ventrílocuo no tiene voz”. Aunque no se trate de un texto redondo (algo muy difícil de lograr en este tipo de escritos), estamos ante una declaración que se venía haciendo necesaria. Creo que su publicación en este medio es la más adecuada, dada la posición de verdadera punta de lanza que “Peculiar Mormyrid” ha adquirido en el movimiento surrealista actual.

Dan Stanciu, El descubrimiento

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Y acabo con la selección de citas sobre la revuelta que incluí en su día en mi libro Cabina de barlovento:
La revuelta es la ley viva del genio. Saint-Pol-Roux
Somos especialistas de la revuelta. André Breton
No hay nada más grande que la revuelta. Georges Henein
Somos el espíritu de revuelta que rechaza, que eternamente rechazará las condiciones que le son impuestas. Paul Nougé
La revuelta poética personifica la libertad humana en su expresión más completa. No castra ni sublima al hombre, sino que lo pone en pie con sus deseos en libertad. Camille Bryen
La revuelta contra el mundo actual significa la negativa a participar voluntariamente en la actividad de ese mundo que está en poder de granujas y de imbéciles. Significa igualmente la voluntad de actuar contra ese mundo y la búsqueda de los medios para cambiarlo. René Magritte
La revuelta es un diamante cuyo brillo se basta a sí mismo. Maurice Blanchard
Mormyrid 5 lulu


Rik Lina, El anarquista, 2017