Lebel y Duchamp, foto de Carol-Marc Lavrillier, Archivos Jean-Jacques Lebel |
En lujosa edición bilingüe de Getty Publications ha aparecido la
correspondencia entre Marcel Duchamp y su amigo y principal estudioso, Robert
Lebel. Título: The artist and his critic stripped bare. The
correspondence of Marcel Duchamp and Robert Lebel.
El trabajo ha sido realizado por Paul B. Franklin (director de Étant donné), de manera seria y
concienzuda, trazando una perfecta semblanza de Lebel en su extenso estudio,
titulado “Marcel Duchamp y Robert Lebel. El arte de la amistad, una amistad del
arte”, y anotando minuciosamente todas las cartas.
Prologa Jean-Jacques Lebel, quien en una entrevista anterior decía: “Solo
vi una vez llorar a mi padre, y fue cuando murió Breton. Breton era un
personaje central, mítico, para él y para todos nosotros. Mi padre sentía un
respeto profundo y afectuoso por Breton”. Robert Lebel consideró la amistad de
Breton “la más enriquecedora” de su vida, y Breton y Duchamp fueron sus dos
“guías intelectuales”. Señálese además que fue Breton quien lo hizo interesarse
por Duchamp.
En 1956, Duchamp cerraba una de sus cartas a Lebel con esta exclamación:
“Vive le surréalisme, même”, aludiendo a la revista que entonces expresaba la
voz surrealista, Le Surréalisme, même,
cuyo título a su vez era un guiño a la obra cumbre duchampiana. Una enorme
cantidad de poetas y sobre todo artistas que se forjaron en el surrealismo
acabarían, en cambio, por no considerar sino el “même”.
En 1958, Lebel le pide a Duchamp algo para ayudar a Péret, enfermo y
desalojado del cuchitril en que sobrevivía –¡uno de los grandes poetas del
siglo XX! Duchamp envía por avión el chaleco de fantasía con cinco botones que
llevan inscritas de abajo arriba y al revés las iniciales de su amigo.
El intercambio epistolar, donde predominan las cartas de Lebel, ya que
Duchamp solía tirar casi todas las cartas que recibía a la papelera, guarda
interés sobre todo para los estudiosos de Duchamp y gira preferentemente en
torno a sus obras y al avance de esa obra capital que es el Sur Marcel Duchamp de Lebel. Rasgo común
de los dos amigos era el gusto por el calambur, así que las cartas están atiborradas
de ellos.
Marcel Duchamp, Chaleco para Benjamin Péret, 1958 |