El entusiasmo que nos produce hablar de Cesariny y Dauben, o de los poetas surrealistas griegos, no prosigue a la hora de abordar estas cartas de Aragon a Breton.
Quienes renegaron absolutamente del espíritu vital y libertario del surrealismo –los casos tal vez más estridentes han sido los de Aragon, Éluard y Dalí–no concitan nuestra simpatía, y hasta sus aberraciones arrojan una ancha sombra sobre su pasado, o sea sobre lo que hicieron cuando formaron parte del surrealismo.
Estas cartas, pues, interesarán sobre todo a los estudiosos de la época, de ese período de gestación y primer desarrollo del surrealismo que conforma la segunda mitad de los años 10 y la década siguiente. Van, en efecto, de 1918 a 1931, marco de la amistad Aragon-Breton.
Las cartas de Aragon no son muy atractivas, y las de Breton, por ese discutible respeto a su voluntad de que no se publiquen hasta 50 años después de muerto (ya Marcel Mariën se burló de ello, publicando las que tenía), no aparecen aquí, aparte de que se nos dice no son muchas.
Lo que sí debe señalarse es que el autor de la edición, Lionel Follet, ha hecho un gran trabajo, con buena introducción e impecable aparato crítico. Con anterioridad, es él quien ha editado, de Aragon, La défense de l’infini y Papiers inédits, 1917-1931.
Lettres à André Breton ha sido publicado a fines de 2011 por Gallimard en su colección nrf.