Desde la Occitania, concretamente desde Sète, que se ha convertido en un lugar especialmente imantado, nos llegan a la vez la décima carta y el volumen primero de Incendie d'été, Libro de las apariciones y las desapariciones, publicación del egregor negro de la colección del umbó, ese umbó cuyo rumbo seguimos desde que comenzó la singladura de Surrealismo Internacional.
La décima carta está dedicada a Michel Dubret, carta de despedida de quien conocemos sobre todo por haber almado, con Gilbert Dunan, la bella aventura de Le la:
El volumen primero de Incendio de verano recuerda en su forma las ediciones colectivas de Marcel Mariën. Lo compone un aluvión de contribuciones de nombres en su mayoría familiares al umbo. Su título es epónimo de una recopilación de Roberto San Geroteo, por cierto que traducida al español (El fuego hace su trabajo). Reproduzco la portadilla y las dos imágenes que más me han impresionado:
Massimo Borghese, La única mujer (o El amor loco) |
Sasha Vlad, Polifemo polimorfo (técnica personal) |