Le Grand Tamanoir da a conocer, a partir de los manuscritos conservados en la Biblioteca Kandinsky de París, dos preciosos inéditos facsimilados de Claude Tarnaud, una de las figuras más valiosas y ejemplares del surrealismo.
En los dos casos, los dibujos (extraordinarios) son de Henriette de Champrel, la compañera de Tarnaud. Ya en una noticia anterior de Surrealismo Internacional tuvimos la feliz ocasión de remitir conjuntamente a una y otro.
Los títulos son Maga (1971) y Les Pèlerins (1974), poemas bellamente enigmáticos de Tarnaud en que se intercalan los dibujos coloridos de Henriette, cuyo trazo me recuerda la serie de Sergio Lima Retorno ao selvagem, de 1967.
En su rápido prefacio, Jacques Lacomblez evoca como "instante visible de lo Maravilloso" la visión al amanecer, junto a sus dos amigos, de una colina provenzal de olmos cuyas ramas aparecieron cubiertas por centenas de telas de arañas bañadas por el rocío, como la que aparece en la portada del libro: "Así, ciertos lugares, raros, protegen algunos instantes, vuelos de luciérnagas, de lo sórdido universal".