Para quienes estamos ya en la época del declive físico, no hay mejor noticia que esta: Bernard Roger acaba de publicar un libro (y un gran libro)... a los 98 años.
Se trata de Les demeures de l’invisible, dedicado a las relaciones entre la arquitectura y la alquimia, con parada final en Gaudí y los surrealistas. Un libro sobre el que volveremos aquí dentro de un par de meses (aún no ha comenzado a distribuirse, por lo que sabemos).
Es una buena oportunidad para recordar la trayectoria de Bernard Roger, otra de las tan magníficas como poco conocidas figuras del surrealismo en torno a André Breton.
Nuestro dosier se compone de los siguientes elementos:
1. Cartel interpretado, realizado con René-Guy Doumayrou, otro arquitecto del surrealismo que ha desarrollado una obra muy notable. Lo acompaño del comentario de José Pierre en el segundo volumen de su obra sobre los "tracts" del grupo surrealista de París, ya que, además, el propio Bernard Roger habla de esta actividad de subversión, llevada a cabo en 1950
2. El maravilloso bosquejo para la instalación de una sala de cine en el fondo del lago Pavin, publicado en el n. 4-5 de L'Âge du Cinéma (1951). Por cortesía de Georges Sebbag, lo precedo de la página de cabecera con las firmas de los participantes en el número (que podía ser reproducido, traducido y adaptado solo en la Tierra del Fuego) y recortes de películas pertenecientes a este ejemplar.
3. Las tres brevísimas y deliciosas noticias en la hoja Médium (números 2, 3 y 7, 1952). Hoy más que nunca es necesaria una invasión de plagas en todos los parlamentos y ayuntamientos del planeta, empezando por los de Europa, Australia y Canadá. Magníficas las dianas de Bernard Roger: la política, la religión y el maquinismo.
4. Otra pieza maestra, en el catálogo de la exposición EROS (1959-1960): las "Indicaciones concernientes a los trabajos de conversión de Notre-Dame de París en palacio de Amor". (Cuando visité este lugar, hace más de treinta años, me limité a subir a lo más alto; una de las cosas más interesantes es que podías derramar saliva sobre quienes estaban asistiendo a misa.)
5. Colaboraciones en L'Archibras, números 2, 6 y 7 (1967, 1968 y1969). Señálese que Bernard Roger estuvo muy cerca del gran René Alleau, recibiendo una solidísima formación en las cuestiones a que se va a consagrar cada vez más y trabajando en la reedición de obras antiguas del hermetismo como traductor y como prologuista.
6. Texto del catálogo de la exposición de Jorge Camacho "Le ton haut", 1969. Lo reproduje hace poco en su totalidad (le ton haut).
7. Su respuesta, muy fina, a la encuesta interna realizada en 1970 por Vincent Bounoure sobre la continuidad o no del surrealismo, "Rien ou quoi?". Esta encuesta se ha convertido en una verdadera rareza, ya que la tirada que se hizo fue de 75 ejemplares; tengo fotocopias gracias al envío que me hizo hace no muchos años mi amigo Sergio Lima.
8. Única colaboración en el Bulletin de Liaison du Surréalisme, n. 4, 1971.
9. Portadas de los libros Paris et la alchimie (1981, libro extraordinario, fundamental sobre la materia, con fotos de Jorge Camacho), À la découverte de l'alchimie (1988), Arcanes de la philosophie naturelle de Jorge Camacho (1998, con prólogo suyo, que también reproduzco), La cathédrale de Séville et le bestiaire hermétique (2001, con Camacho) y por último Initiation et contes de fées (2013).
10. En el n. 1 de L'Or aux 13 Îles, enero de 2011, la impecable puesta en su sitio de una triste biografía novelada de Nadja. En colaboración con sus amigos Jorge Camacho y Alain Gruger.
Bernard Roger participó en el juego de "Ouvrez-vous?", cuyas respuestas aparecieron en el número inaugural de la revista Médium, en noviembre de 1953. Entre otros, dice que abriría la puerta a Jean-Jacques Rousseau ("amistosamente"), a Seurat ("maravillándome"), a Henri Rousseau ("apretándole las manos"), a Nerval ("para que se quede las horas que quiera"), a Goya ("con admiración"), a Fourier ("ofreciéndole mi casa"), a Fulcanelli ("para ver su rostro") y a Freud ("con interés"). Algunas negativas: a Verlaine ("con indignación"), a Marx ("no, disculpándome"), a Huysmans ("por deferencia hacia las damas"), a Víctor Hugo ("demasiado ruidoso"), a Chauteaubriand ("no tengo problemas para dormir"), a Balzac ("falta de interés") y a Cézanne ("no quiero perder el tiempo").