Continuando
con la correspondencia que guardo de Her de Vries, tras yo mandarle Veinte
ojos, mi relato Cité Toyen y los catálogos canarios de Gaceta de
Arte y de Sueños de tinta, él me envía Ceci n’est pas une simple
histoire d’amour, que acababan de traducir Eugenio Castro y Javier Gálvez para una edición
española, traducción que yo mismo publicaría poco después en la prensa de
Canarias. Aquí las tenemos ambas:
Con el envío
citado, yo aprovechaba para nombrarle a mis mejores aliados en el surrealismo.
Él me dice que mantiene contactos con Sergio Lima, Édouard Jaguer y Mário
Cesariny (a quien además había conocido personalmente cuando estuvo con
Cruzeiro Seixas en Amsterdam) y que por sus escritos conoce a Gerorges Sebbag,
Raúl Henao y Emmanuel Guigon. Me señala sus contactos con Franklin Rosemont y
con los surrealistas de Praga, a quienes había visitado en 1997, lamentando la
desaparición reciente de Ludvik Svab, “un hombre muy amable”.
Tras mandarle
yo el número de la revista Missives dedicado a la literatura de
Canarias, con un capítulo sobre la proyección surrealista en los años 30, me
contesta adjuntándome esta hojilla que supongo fue su respuesta a alguna
exposición oficialista sobre el triste dominio de España en los Países Bajos:
El 15 de abril de 2001, Her de Vries acusa recibo del envío de varios cuadernos luego reunidos en Mares y fábulas. Aunque le costaba entender el español, se asomó a las primeras páginas de Nagom Kême: “J’aurais voulu être dans l’aeroplano a Lisboa, avec Mae West, Kim Novak, Louise Brooks, surtout Louise Brooks, ou Ava Gardner, et les autres stars d’une autre époque, et rencontrer encore une fois Maria Cerminova qui j’aime bien et qui j’ai rencontré plusieurs fois jadis à Paris... ou serrer la main d’Arthur Cravan, écouter Mr. Jelly Roll acompagner Memphis Minnie au Café Enigma, boire un vino tinto avec la bande de Fantômas...” Y concluía con sus típicos recuerdos afectuosos “desde el país de las brumas rubias”. Esta carta venía acompañada de su reciente publicación dedicada a Duchamp, pero de eso nos ocuparemos en el próximo capítulo de este homenaje.