Amirah Gazel, Efigie del inconsciente IV, 1999 |
Acaba de
publicarse, en edición costarricense de 50 ejemplares, la monografía sobre
Amirah Gazel Metrópolis del inconsciente, con muchas ilustraciones y una
larga entrevista hecha por Alfonso Peña, escritor y editor de la revista Matérika.
Amirah Gazel,
artista de origen libanés, aunque nacida en Costa Rica en 1964, es conocida
sobre todo por su asociación con Phases y por la creación del grupo Agorart en
Amsterdam. Es una personalidad, como resulta tan frecuente en los ámbitos del
surrealismo, plural, ya que ha cultivado el dibujo, la pintura, la fotografía,
el collage, el arte objetual y la poesía.
Metrópolis
del inconsciente comienza, antes de la
entrevista, reproduciendo numerosos óleos recientes de esta soberbia artista
que Édouard Jaguer llamaba “el baobab de oro”. Algunos títulos: Metafísico,
Coloide rubí, Simbiosis, Sahara al mediodía, Retorno al
origen, Viaje a la semilla, Grafiti acústico, Arpegio,
El hijo de Ariana, Transmutación, Chamánico, Tántrico,
Laberíntico.
Titula Alfonso
Peña esta entrevista-conversación “Maniquíes, automatismo colectivo y
megalópolis del inconsciente”. Amirah Gazel era hija de un comerciante en
pasamanería, por lo que tuvo desde la infancia familiaridad con los maniquíes.
Pero es que, además, ella misma va a reconocer la importancia en la gestación
de su imaginario del período metafísico de Giorgio De Chirico.
Al detenerse
en la creación del grupo Agorart, Amirah Gazel comenta su relación con los
surrealistas: “No tuve ningún problema con el movimiento surrealista, nos
identificamos inmediatamente y simpatizamos”. El surrealismo es para ella un
movimiento “autónomo” y una “corriente exigente”, que dice “¡no a los
oportunistas!”. Pese a las incontables censuras y descalificaciones que recibe
por su carácter “cerrado”, “en su médula la tropa es resplandeciente, abierta a
la reflexión”. Ella lo considera, ante todo, una “filosofía de la vida”, una
manera específica de estar en el mundo.
Organizadora
infatigable de exposiciones internacionales, de las cuales la última se anuncia
para este año en Costa Rica (“Las llaves del deseo”), Amirah Gazel habla de las
que ha llevado a cabo en Europa, sobre todo en Bélgica y en la República Checa,
siempre en torno al surrealismo actual. Sobre la de 2004, “Al borde del
pensamiento. Surrealismo actual”, celebrada en Bruselas, considera que
pretendía “remover el óxido que estaba cubriendo al movimiento”, aunque la
cronología con que se cierra Lo que será muestra que ese óxido no se ha
dado nunca.
Abordando
otros motivos, como el del collage, el de sus autorretratos o, por supuesto, el
del automatismo colectivo, la entrevista acaba de enriquecerse y es una óptima
introducción a otra de las grandes singulares del surrealismo.
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Dada la
pequeña tirada de esta bella publicación, es una buena cosa que la entrevista
aparezca también en el último número –décimo– de Agulha. La revista
digital que anima Floriano Marins ofrece de nuevo mucho material de interés
para el surrealismo, en concreto, aparte la entrevista de Adolfo Peña a Amirah
Gazel, tres testimonios sobre André Coyné, un ensayo de Claudio Willer sobre
Jorge de Lima, unos mensajes de Carlos Manuel Luis a Carlos Barbarito y una
extensa entrevista a Celia Gourinski. Esta segunda entrevista, realizada por
Juan Carlos Otaño e inserta ya en su página “archivosurrealista.com”, es muy
importante por lo que se refiere a los protagonistas de la aventura surrealista
en Argentina, desde Aldo Pellegrini hasta Alejandra Pizarnik (en cuanto a esta,
encontramos por parte de Celia Gourinski un inteligente repudio de las
motivaciones extraliterarias de su mitificación).