miércoles, 10 de junio de 2015

Amirah Gazel

Amirah Gazel, Efigie del inconsciente IV, 1999

Acaba de publicarse, en edición costarricense de 50 ejemplares, la monografía sobre Amirah Gazel Metrópolis del inconsciente, con muchas ilustraciones y una larga entrevista hecha por Alfonso Peña, escritor y editor de la revista Matérika.
Amirah Gazel, artista de origen libanés, aunque nacida en Costa Rica en 1964, es conocida sobre todo por su asociación con Phases y por la creación del grupo Agorart en Amsterdam. Es una personalidad, como resulta tan frecuente en los ámbitos del surrealismo, plural, ya que ha cultivado el dibujo, la pintura, la fotografía, el collage, el arte objetual y la poesía.
Metrópolis del inconsciente comienza, antes de la entrevista, reproduciendo numerosos óleos recientes de esta soberbia artista que Édouard Jaguer llamaba “el baobab de oro”. Algunos títulos: Metafísico, Coloide rubí, Simbiosis, Sahara al mediodía, Retorno al origen, Viaje a la semilla, Grafiti acústico, Arpegio, El hijo de Ariana, Transmutación, Chamánico, Tántrico, Laberíntico.
Titula Alfonso Peña esta entrevista-conversación “Maniquíes, automatismo colectivo y megalópolis del inconsciente”. Amirah Gazel era hija de un comerciante en pasamanería, por lo que tuvo desde la infancia familiaridad con los maniquíes. Pero es que, además, ella misma va a reconocer la importancia en la gestación de su imaginario del período metafísico de Giorgio De Chirico.
Al detenerse en la creación del grupo Agorart, Amirah Gazel comenta su relación con los surrealistas: “No tuve ningún problema con el movimiento surrealista, nos identificamos inmediatamente y simpatizamos”. El surrealismo es para ella un movimiento “autónomo” y una “corriente exigente”, que dice “¡no a los oportunistas!”. Pese a las incontables censuras y descalificaciones que recibe por su carácter “cerrado”, “en su médula la tropa es resplandeciente, abierta a la reflexión”. Ella lo considera, ante todo, una “filosofía de la vida”, una manera específica de estar en el mundo.
Organizadora infatigable de exposiciones internacionales, de las cuales la última se anuncia para este año en Costa Rica (“Las llaves del deseo”), Amirah Gazel habla de las que ha llevado a cabo en Europa, sobre todo en Bélgica y en la República Checa, siempre en torno al surrealismo actual. Sobre la de 2004, “Al borde del pensamiento. Surrealismo actual”, celebrada en Bruselas, considera que pretendía “remover el óxido que estaba cubriendo al movimiento”, aunque la cronología con que se cierra Lo que será muestra que ese óxido no se ha dado nunca.
Abordando otros motivos, como el del collage, el de sus autorretratos o, por supuesto, el del automatismo colectivo, la entrevista acaba de enriquecerse y es una óptima introducción a otra de las grandes singulares del surrealismo.
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Dada la pequeña tirada de esta bella publicación, es una buena cosa que la entrevista aparezca también en el último número –décimo– de Agulha. La revista digital que anima Floriano Marins ofrece de nuevo mucho material de interés para el surrealismo, en concreto, aparte la entrevista de Adolfo Peña a Amirah Gazel, tres testimonios sobre André Coyné, un ensayo de Claudio Willer sobre Jorge de Lima, unos mensajes de Carlos Manuel Luis a Carlos Barbarito y una extensa entrevista a Celia Gourinski. Esta segunda entrevista, realizada por Juan Carlos Otaño e inserta ya en su página “archivosurrealista.com”, es muy importante por lo que se refiere a los protagonistas de la aventura surrealista en Argentina, desde Aldo Pellegrini hasta Alejandra Pizarnik (en cuanto a esta, encontramos por parte de Celia Gourinski un inteligente repudio de las motivaciones extraliterarias de su mitificación).