Richard Waara, cubomanía de postal, 2004-2005 |
El segundo
tomo del n. 3 de A Phala está íntegramente dedicado a las “egrégoras
surrealistas”, y se inicia con una serie de aventuras individuales en que
encontramos textos e imágenes de Guy Cabanel, Silvia Guiard, Beatriz Hausner,
Kathleen Fox, Susana Wald, Ludwig Zeller, Juan Bautista Cáceres Rodríguez,
Paulo Jorge Brito e Abreu, Richard Misiano-Genovese, Silvia Navarro, Bill Howe
y Lou Dubois. La mayoría de estos nombres es bien familiar a los lectores de
“Surrealismo internacional”.
Lo que sigue
es una serie de bloques dedicados a colectivos surrealistas, nueva evidencia de
la plenitud actual del surrealismo, en una época de apoteósica alienación en
que la música, el arte, el cine o la literatura (por no hablar de la belleza
del mundo) hacen bueno aquel dicho de que todo tiempo pasado fue mejor. El
surrealismo, como movimiento de revuelta y de afirmación, es de las pocas cosas que resisten, y
no es otra la razón que me hace a mí en particular proseguir permanentemente a
su escucha, por completo ya desinteresado de la actualidad musical, artística,
cinematográfica o literaria (cuando digo musical, me refiero, claro está, tan
solo a las músicas populares, como el jazz, el blues, el rock o el fado, que
andan todas de definitiva capa caída).
Estas
aventuras colectivas no son todas las que hay, ya que para empezar falta el
grupo de Analogon, que es el más rico, profundo y completo del movimiento
surrealista, y faltan otros como el madrileño, el de Leeds, el de Chicago o el
sueco, pero no es la intención de Sergio Lima mostrar la exhaustividad que
tenía el almanaque de Brumes Blondes, sino tan solo referir dadivosamente
algunas travesías cercanas a la del surrealismo brasileño, o que a él le han
parecido que debían manifestarse en el proyecto de A Phala.
Miguel de Carvalho, "Tu m'as abandonné mais... je t'aimerais toujours, 2014 |
La primera de
ellas es la que lleva a cabo la Cabo Mondego Section of Portuguese Surrealism,
ya que desde el lejano primer número de la revista existe la alianza lusitana, encabezada
entonces por Mário Cesariny, cómplice permanente de Sergio Lima al otro lado
del océano. La CMSPS es un colectivo abierto especializado en el automatismo
colectivo, aunque sus expresiones son múltiples. Aquí participan con poemas,
collages, pinturas y dibujos Miguel de Carvalho, Pedro Prata, Nuno Moura,
Claudia Sampaio, Luiz Morgadinho, Rui Pires Cabral, Seixas Peixoto, Manuel de
Freitas y Cristina Vouga (Rik Lina aparece en las fotos de una de las acciones
colectivas del grupo). Los cuatro collages de Miguel de Carvalho, excepcionales
y de factura común, son muy novedosos; Seixas Peixoto y Luiz Morgadinho hacen
dibujos acuarelados muy curiosos; Rui Pires Cabral inserta pequeños textos en
unos collages estirados; Cristina Vouga combina la pintura y el dibujo, pero
también esculpe...
David Coulter, collage |
La segunda
sección, muy amplia, se dedica a los surrealistas estadounidenses de Invisible
heads, con Richard Waara abriendo el fuego en una intervención plural: un
caso de azar objetivo, un poema y sus maravillosas cubomanías de diverso signo,
cuatro de ellas a partir de postales de desnudos femeninos. Hay fotos de Raman
Rao, poemas de Bill Wolak, un “Cuerpo transgresivo” de Jon Graham, cuatro de
los espléndidos collages de David Coulter (en su caso, perdiendo mucho con la
reproducción en blanco y negro, ya que son siempre deflagraciones de colores
populares), un largo texto de Allan Graubard para una actuación del músico
Butch Morris, dos dibujos de Byron Baker, un anticlerical foto-collage de Eric
Bragg, un relato y un collage digital de Ribitch, un fragmento de la novela
inédita de Paul McRandle El zar y Jano, un poema de Will Alexander, dos de
Valery Oisteanu (uno de ellos, precioso, sobre Eugenio Granell), tres de los
tan característicos dibujos de Timothy Robert Johnson (dedicado a Sotère
Torregian uno de ellos, a Arshile Gorky el segundo y titulado el tercero Corazón
palimpséstico), los poemas de Torregian a Arshile Gorky y un
carboncillo de José Hernández. Es, sin duda, una poderosísima muestra.
Timothy R. Johnson, Corazón palimpséstico, 2014 |
El Groupe
Surréaliste de Paris (y amigos) está representado con los dibujos de Guy
Girard, los collages de Pierre-André Sauvageot (de su serie de las estatuas),
un poema y una prosa de Claude-Lucien Cauët, una nota de Michael Löwy sobre la
voluptuosidad, las esculturas de Virginia Tentindó, poemas de Hervé Delabarre,
collages de Guy Ducornet, dibujos y poemas de Jacques Abeille, una prosa de
Joël Gayraud y el juego del cuadro por teléfono, inspirado en una boutade de
Laszlo Moholy-Nagy, quien decía que él le dictaba sus cuadros por teléfono a su
asistente. Este juego fue propuesto por Michael Löwy: “La regla es simple: el
primer jugador hace un dibujo (a ser posible en color) que le dicta por
teléfono al segundo; este hace otro dibujo, según lo que ha oído, y telefonea
con nuevas instrucciones a un tercero, etc.”. En total, se nos dan siete
dibujos, de un juego que hubiera interesado mucho a Franklin Rosemont, autor
del admirable, apasionante libro Wrong numbers.
Martin Guderna, Tercer ojo, 2010 |
Viajamos en
seguida a la Costa Oeste canadiense, con textos e imágenes de Pnina Granirer,
Gregg Simpson, Sheri-D. Wilson, Zac Odim, Jamie Reid, Michel Bullock, Leo
Labelle, Lori-Ann Latremouille y Martin y Ladislav Guderna. En fin, la plana
mayor del West Coast Surrealist Group, presentada por su principal exponente a
lo largo de casi medio siglo, Gregg Simpson.
La Liaison
Surréaliste à Montréal marca vanguardista presencia con el colectivo Les
Boules, Jacques Desbiens, Enrique Lechuga (¡sorprendentes collages!), Sherri
Lyn Higgins (un “Hombre vegetal”), Bernar Sancha, los Recordists, William A.
Davison, North Mutator, un versátil David Nadeau (pintura, pintura-objeto y
poema), Pascale Dubé y fotos de los preparativos de Songs of the New Erotics
para la actuación en las jornadas de “La chasse à l’objet du désir”.
Enrique Lechuga, Mi esposa, mi amiga y mi amante, 2002 |
Sergio Lima
reconoce la importancia excepcional de Lo que será reproduciendo su
cubierta en la contraportada de los dos tomos, por lo que resulta insoslayable
un apartado dé noticias “Del país de las brumas rubias”, con poemas e imágenes de
Rik Lina, Pieter Schermer, Hans Plomp, Wijnard Steemers, Jörg Remé, Paul
Bogaers (unas muy originales “fotografías extendidas”), Tenny Frank, Her de Vries
y Laurens Vancrevel, este con el largo poema “Vampiro-amor”, que traduce el
propio Lima, y con la introducción al maravilloso libro de Schlechter Duvall
sobre Unica Zürn, acompañada de dibujos eróticos del artista y poeta indonesio
(The adventures of Desirée, tres
series de imágenes en color a partir de sendos dibujos de Unica Zürn, se
publicó en 2009, con esta introducción de Vancrevel y un relato de la génesis
de la obra por Richard Waara).
Schlechter Duvall, dibujo-aguada en The adventures of Desirée |
Uno de los
grupos más dinámicos y creativos del surrealismo en el último decenio (surgió
en 2005), el Surrealist London Action Group, contribuye de manera reducida pero
esencial (podría haberse incluido también alguno de sus muchos juegos, en que
son maestros consumados). Es un gran acierto acercar al papel uno de los más
importantes ensayos recientes del surrealismo, o sea la “Antropomancia” de Merl
Fluin, acompañada de muy hermosas fotos en que vemos a un médico esquimal
exorcisando unos espíritus diabólicos (¡fantástica!), a un danzante del fuego
bainig (¡que no se queda atrás!), a un danzante chamán bouriate, un mástil
ritual asmat, una danza hopi, una escena de danza y posesión candomblé, una
máscara malangán y –todo un acierto su inclusión– la serie de metamorfosis del
desnudo de la mora en la danza del sable, que Richard Waara realizó entre 2003
y 2007. No podían faltar los dibujos de Patrick Hourihan, completando el elenco
dos dibujos colectivos y una foto de Paul Cowdell, homenaje a Giorgio De
Chirico, que yo automáticamente sumé a los de Wilhelm Freddie, Alice Rahon, Rik
Lina, Susana Wald y (también fotográfico) Emila Medková.
Paul Cowdell, De Chirico |
Se cierra A
Phala 3 con Brasil, pois claro! El ensayo de Sergio Lima se titula “La
piedra de toque del fetiche/Hechizo del cuerpo objeto”, y versa, integrado en
la línea de este número, sobre las irrupciones del cuerpo desde la novela negra
y Sade. Profusamente ilustrado (de nuevo con muchas fotos de André De Dienes y
las cubomanías de Richard Waara, pero también con imágenes fílmicas, alquímicas
y eróticas), se ocupa de pronto, en una de esas carambolas a que nos tiene
acostumbrado Sergio Lima, del dibujante norteamericano de los años 10-30 Rube
Goldberg y su Profesor Butts, inventor de máquinas delirantes (poéticas, o sea
en realidad anti-máquinas) que tuvo en los tebeos españoles un discípulo que
aún recuerdo con mucho placer. Goldberg, dibujante de lo insólito, llama la
atención de Sergio Lima por su fascinación de lo vertiginoso y de las
seriaciones. También sorprende en este precioso ensayo la reflexión
sobre los maniquíes, incluso Sergio Lima refiriéndonos, en un pasaje que
recuerda “El traje de novio” de Agustín Espinosa, breve cuento conectado a Crimen,
cómo se apasionó “perdidamente” por un maniquí de mujer de rostro muy
maquillado: “Me hizo volver muchas y muchas veces al escaparate para quedarme
allí enamorándola. Me hizo pasar noches de ensueño de las más alucinadas. Sin
cualquier esperanza. Hasta la tarde en que desapareció del escaparate, sin que
la sorpresa me permitiera preguntar a dónde se había ido”. Tras abordarse la cuestión
del objeto, el ensayo concluye enlazando con las páginas del primer ensayo de
la revista.
Titulándose
este último apartado “Del grupo de São Paulo, Decollage y amigos”, encontramos
aquí documentación de la exposición “El libro objeto y el no libro”, que tuvo
lugar en octubre de 2013, collages y poemas de Renato de Souza, dibujos de
Heloísa Pessoa, fotos de Fátima Roque, collages digitales y poemas de Nelson de
Paula, collages eróticos y un poema de Alex Januário, collages de Maria Regina
Marques y al final, para acabar como acaban las grandes fiestas, los fuegos
artificiales Caramuru presentando los enloquecidos dibujos y collages de Zuca
Sardan, con uno de los cuales cerramos también esta reseña.
Afortunadamente,
aunque hay algunos despistes que hubieran sido muy fáciles de subsanar, este
tomo no tiene las graves deficiencias del anterior. En su conjunto, A Phala 3
es un número potente y saturado de surrealismo por los cuatro costados (que en
este caso no son cuatro sino ocho). Y ya nos ponemos a esperar por el cuarto,
que confiamos resulte impecable de presentación, porque de resto no hay ni una
puntualización que hacerle a Sergio Lima.
Zuca Sardan, dibujo-collage, 2015 |