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Jindrich Styrsky, Castillo de La Coste, 1932 |
El Marqués de Sade no ha dejado nunca de levantar polvareda. Esta vez, el detonante ha sido la exposición que se le está dedicando en el Musée d’Orsay, y en la que ha sido central la intervención de Annie Le Brun. Una diatriba de Étienne Cornevin contra Sade, en su blog, provocó repulsas contundentes, a la vez que muchas felicitaciones, que en el citado blog encabeza Eddie Breuil, el director del site Mélusine.
A veces resultan cansinas estas reediciones de cuestiones tiempo ha debatidas. El texto de Étienne Cornevin es deleznable, e impecable por lo que a mí respecta la respuesta de Bertrand Schmitt. A ambos remitimos. Joël Gayraud, por su parte, habla a propósito del primero de “pusilanimidad intelectual”, “total inconsistencia filosófica” e “ignominia”.
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