La colaboración entre Allan Graubard y David Coulter nos brinda uno de
los más interesantes cuadernos surrealistas –64 páginas– de estos últimos
tiempos: Targets, con un relato del primero e imágenes del segundo.
Las imágenes de David Coulter consisten en dianas policromas (evocadoras
tanto de los rotorrelieves de Marcel Duchamp como de las dianas que hizo Jorge
Camacho para Toyen) y en soberbios collages de colorido y motivos populares,
donde impera el humor (en este caso, recordamos con no menor placer los cuadros
de Clovis Trouille). El texto de Allan Graubard, sin duda, posee la calidad a
que este polifacético escritor nos tiene acostumbrados.
Esta no es la primera colaboración entre Coulter y Graubard. Ambas
figuras –residiendo el primero en Berkeley y el segundo en Nueva York– están
bien presentes en el imprescindible Invisible Heads (2011), que, como Targets,
editó Anon y se obtiene vía lulu. Y ambos también están incluidos en el
catálogo O reverso do olhar (Coimbra, 2008), que tan importante misión
cumplió como aglutinador de nombres dispersos del surrealismo actual.