Tras dos años
sin las muestras poéticas de las ediciones que lleva Javier Gálvez en Madrid,
algo a lo que no nos tiene acostumbrados, he aquí que reaparece con tres nuevas
publicaciones, en cada uno de sus sellos: Ardemar, Si ne qua non y Solsticio.
Datado en
agosto de 2019, Poemas para una estación inexistente porta un celebrado
pasaje de Rimbaud –“et des fleures arctiques (elles n’existent pas)”– y es
poesía amorosa “para Melusina”, pero también “para regalar a algunas de las
constelaciones del cielo poético”, una serie de amigos del surrealismo entre
los cuales el Gato con Botas.
Ya del año
2000 son Trayectoria del sueño y Tres principios de la imaginación,
ambos acompañados de fotografías, como es habitual en Javier Gálvez. Trayectoria
del sueño concluye con esta afirmación: “De todos los viajes que el ser
humano puede realizar, el sueño es el más estupefacto, aquel que nos permite
caminar sin rumbo fijo y nos transforma en nuestra propia línea de horizonte”.
Por último, de
nuevo el poeta-fotógrafo revisa con su sorna peculiar algunos dogmas intocables
de la ciencia occidental, en concreto el principio de Arquímedes, el teorema de
Pitágoras y la primera ley de la termodinámica.
Se trata de
ediciones casi confidenciales, como ocurre frecuentemente en el surrealismo: 15
ejemplares de los Poemas para una estación inexistente y 20 de los otros
dos títulos.
Teorema de Pitágoras |