Guy Cabanel y Jean Terrossian, dos de las
figuras que más estimamos en el surrealismo, al que pertenecen desde hace más
de medio siglo, conjuntan fuerzas en esta tan pequeña como maravillosa
publicación de Ab irato. Ya lo habían hecho en Quinquets, aparecido en 1997.
Este Diario íntimo, por supuesto, no tiene nada que ver con
ridículos títulos similares, ya que se trata de una serie de relatos oníricos.
Datan de 1943 a 1953, o sea cuando Cabanel tenía entre 17 y 27 años, y son
veinte en total, hasta apareciendo en dos de ellos el Almirante Leblanc, cuyo Hommage, una de las mejores
publicaciones surrealistas de los últimos tiempos, publicó también Ab irato, en
2009.
Los ocho dibujos de Terrossian son
magníficos, porque no podía ser de otro modo. Estamos, en fin, ante una alegría
plena para el espíritu. Una pura delicia, como se puede apreciar en esta simple
muestra que aquí doy.
Nota: Adviértase que la imagen de portada es
El retorno de
Melmoth, otro
homenaje a uno de los predilectos héroes del surrealismo, cuyo nombre hasta dio
título a un grupo y a dos revistas.