La exposición sobre romanticismo y
surrealismo celebrada en los Musées de Belfort este verano y titulada Imagination
souveraine generó un buen catálogo de solo 80 páginas pero a gran tamaño, publicado
por Silvana Editoriale.
La exposición se centró en la figura de
Julien Gracq, con muestra de sus manuscritos y un ensayo de Marc Verdure
titulado “Julien Gracq entre romantisme et surréalisme”.
Solo hay dos ensayos más. Uno sobre el
romanticismo alemán y el surrealismo, agudo pero limitado a una visión del
surrealismo que no parece ir más allá de André Breton y de un par de pintores.
Y otro sobre las relaciones entre Max Ernst y Caspar David Friedrich, por Julia
Drost, que puede considerarse desde ahora como el estudio de referencia sobre
esa conexión artística.
En el catálogo propiamente dicho sobresalen
los excelentes comentarios de Valérie Sueur-Hermel a cuatro piezas de Rodolphe
Bresdin, grabador tan singular, estimado por Baudelaire, Huysmans, Gautier y
Breton. Incluso diríamos que lo mejor del catálogo son estas páginas de Valérie
Sueur-Hermel sobre los sueños, las ciudades fantásticas, los castillos y los
caballeros errantes de Bresdin y las dos que dedica a su más notable discípulo,
o sea Odilon Redon.
De los artistas surrealistas, se reproducen
obras solo de Max Ernst, Salvador Dalí, André Masson, Fred Deux y Victor
Brauner, sobresaliendo, por lo poco conocido, el homenaje de Masson a William Blake.
André Masson, Homenaje a William Blake, 1970, Musées de Belfort |