Más adiciones a las entregas de Man Ray, Marcel Duchamp y Lautréamont. La de Man Ray se abre ahora con este retrato (acuarela, aguada y collage) de la sublime Kiki, datado en los años 20:
Ningún momento más oportuno para recomendar estos recuerdos suyos, que han salido de la imprenta hace pocos días.
Otra rareza es este homenaje de Gaston Puel a Raymond Duchamp y Marcel Roussel (¡!), que he acompañado de su descripción en el catálogo de su subasta por Claude Oterelo:
En 1971 se publicaba un homenaje colectivo a Duchamp cuyas imágenes pueden verse pinchando en este enlace.
En 2016, el boletín onírico Dreamdew le dedicó esta preciosa página en su número 6:
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En 2011 se subastó un ejemplar numerado de las obras completas de Lautréamont que incluía excepcionalmente nueve dibujos originales, verdaderos cadáveres exquisitos, compuestos por Breton, Jacqueline, Péret, Brauner, Hérold, Prévert, Mabille y Marie Cuttoli, famosa artista del tapiz ligada a las vanguardias y propietaria del ejemplar. Los dibujos ilustraban la página del título, los seis cantos, las poesías y las cartas, y han sido reproducidos en parte en el libro de Dominique Paulvé Marie Cuttoli. Myrbor et l'invention de la tapisserie moderne, 2001. Vemos aquí la portada y el inicio del canto cuarto:
Jacques Hérold compone en 1942 la rueda del tarot de Marsella, con Lautréamont en su lugar, por supuesto, pero además ocupando el centro de la rueda el emblema maldororiano de La Révolution Surréaliste:
Rik Lina ha permanecido fiel al deslumbramiento juvenil de los Cantos, y a las imágenes ya incluidas hay que añadir nada menos que siete más. En 1976, vive en Bonaire, tierra de tiburones, e inspirado en ellos realiza el grabado y el pastel She Shark:
Vuelve sobre la hembra del tiburón en 1991, convirtiendo She Shark en un soberbio Maldoror (Del simbolismo al surrealismo):
Otro Maldoror, en 1992:
De 2023 es su última creación inspirada en Lautréamont, pero es que además hay que anteponerle dos imágenes con la imagen por excelencia, la segunda realizada ex profeso para la revista colombiana Punto Seguido, sustituyendo la mesa de disección por una mesa de coral (uno de sus paneles redondos de pinturas al óleo):