Rik Lina, Reefscape, 2002 |
Vuelve Rik
Lina a ser noticia en nuestra página, al acabar de aparecer en Amsterdam el
libro Het avontuur van tekenen, antología de unos 300 de los millares de
dibujos que ha realizado desde fines de los años 50, elegidos por él mismo como
los más característicos de sus sucesivos momentos. Los diferentes capítulos
cronológicos –nueve en total– van precedidos de poemas de Jan Bervoets, otra
notable figura del surrealismo neerlandés.
Rik Lina, Liana, 2012 |
Una de las
cosas que más sorprenden en la obra dibujística de Rik Lina es la poderosa
unidad que ofrece, siempre bebiendo en las mágicas fuentes de la naturaleza,
como si fuera un amerindio trotamundos. Por sus imágenes de trazo rápido y
seguro pasa la vida secreta y salvaje, árboles, bosques, junglas, montañas,
cardos, arrecifes coralinos, animales pelágicos a la deriva de los mares, rayas,
medusas, delfines, pulpos, tiburones, pájaros, pelícanos, camarones, mariposas,
colibríes, lagartos, cactus, lluvias tropicales, terremotos, torbellinos, huracanes,
constelaciones... También, dragones que evocan los de Renzo Margonari. Y muchas
veces, las exuberantes formas femeninas irrumpiendo, incluidas las de una mujer
tiburón (la mujer tiburón hace pensar en la célebre aventura de Maldoror, a
quien por lo demás se celebra, en expresiva continuidad y fidelidad, tanto en El
meteoro. Lautréamont, que es de 1971, como en Maldoror, que es de
2000).
Erotismo,
metamorfosis, ascensión de lo sutil por separación de lo espeso, el principio
omnipotente de la analogía y la música de la naturaleza, que es la más bella
música, aunque Rik Lina también presente varios Free jazz de diferentes
épocas, en la ecuación que para él hay entre el jazz y el automatismo plástico.
En la primera
foto de las que abren las secciones del libro tenemos a Rik Lina en los
Pirineos, año de 1963, y en la última lo vemos dibujando en el Cabo Mondego en
2010; en medio quedan Amsterdam, Bonaire, Saba (el bosque de Elfin y la bahía
de Wells), Scuba, el desierto Atacama de Chile. El Cabo Mondego parece ser su
residencia definitiva, en uno de los países que ha acabado consagrándose como
una de las tierras electivas del surrealismo. Hasta el punto de que también a
Rik Lina, como recientemente a Miguel de Carvalho y a Zuca Sardan, lo ha
inspirado Mariana Alcoforado –en su caso multiplicada nada menos que por tres (Tres
monjas portuguesas, 2009).
De 1959 a
2015, Rik Lina ha protagonizado una de las aventuras más fértiles, duraderas e
inspiradas del territorio surrealista, todo un triunfo –sobre la realidad
rugosa– de los lujos alquímicos del automatismo, que al final no viene a ser
sino un retorno en nosotros de la voz de la naturaleza.
La edición de Het
avontuur van tekenen se debe, como la de Multiversum, a kadeKUNST,
Amsterdam (www.kadekunst.nl).
Rik Lina en el Cabo Mondego, 2010 |