martes, 20 de mayo de 2014

Bruno Jacobs


En algunas ocasiones nos hemos referido a la actividad surrealista que desarrolla ahora en tierras gaditanas Bruno Jacobs. Miembro durante años del grupo surrealista de Estocolmo, luego se incorporó al de Madrid, pero siempre en conexión con nombres surrealistas de las más diversas procedencias.
Ardemar ediciones, que no cesa de lanzar pequeñas y primorosas publicaciones, dedica la última a un texto suyo, en este caso constituido por una de esas breves y preciosas reflexiones en que tanto nos gustaría verlo prodigarse. Su título es Naturaleza, y por él nos habla Bruno Jacobs de la selva y los inicios, el cielo, las nubes y las cosmologías, el nacimiento de la alienación humana y del miedo, el asombro que nos acerca al mundo, los libros y “lo que el mundo hubiera podido ser”. Un bello ensayo, con esa rara virtud de decir las cosas en unas pocas páginas intensas. En la portada, desnuda de los créditos habituales, la foto del propio Bruno Jacobs con que encabezamos esta nota.
“El libro de la naturaleza se adorna con el paso de horas felices tanto como tormentosas. Suena un crujido verde de silencios apagados y un murmullo incesante que remite a la memoria”.
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Ya decía Novalis que, a pesar de los esfuerzos por “modernizar” a la naturaleza, esta ha persistido “tan maravillosa e indescifrable, tan poética e infinita”. Y no parece la palabra, a pesar de lo trillada por tanto tonto, sufrir nunca merma alguna. En Cabina de barlovento, seleccionaba yo estas citas sobre ella:
En medio de la naturaleza, el hombre no siente el ridículo. Knut Hamsun
Mi lengua carece de palabra para decir naturaleza. En inglés, “nature” parece referirse a lo que está separado de los seres humanos. Se trata de una distinción que nosotros no reconocemos. Mujer amerindia
La tierra está viva. Las montañas hablan. Los árboles cantan. Los lagos pueden pensar. Los guijarros poseen un alma. Las piedras tienen poder. Lame Deer
La naturaleza no es regular. Mucho menos académica o lógica, esto es, no resulta de un orden, sino de una armonía. La naturaleza es salvaje, exuberante. Como las formas femeninas del cuerpo. Sergio Lima
Estoy en contra de que se ilustre a los niños en lo que a las plantas se refiere, en general, en lo que a la naturaleza se refiere. Cuanto más se sabe de la naturaleza, menos se sabe de ella, menos valor tiene para uno. Strauch
Si la naturaleza está velada, no es por una tela de araña, sino por una gasa. Charles Fourier
Cerrarse en la Naturaleza. Odilon Redon
Nada es mudo en la naturaleza. Eliphas Lévi
La Naturaleza siente horror del vacío y del hombre. Enrique Gómez-Correa
Oh, tú, Naturaleza, con tus dioses; he acabado de soñar el sueño de las cosas humanas y declaro que sólo tú vives, y aquello que los hombres sin paz han conquistado por la fuerza y han escogido, se disuelve como las perlas de cera al calor de la llama. Hiperión de Hölderlin
La naturaleza me conoce, y yo la conozco. Yo he contemplado la luz que hay en ella, y la he comprobado en el macrocosmos y la he vuelto a encontrar en el microcosmos. Paracelso
El ideal positivo que proponemos es la Naturaleza, o sea, la naturaleza en su estado libre: los elementos del funcionamiento de la Tierra y de sus seres vivos independientes del control humano y sin relación con los hombres. Unabomber