martes, 25 de febrero de 2014

Ruido de muros

Este folleto estrecho y alto, en color amarillo, nos llega desde Cádiz, por lo que suponemos implicado a Bruno Jacobs, agente del surrealismo en aquella ciudad de bellas tradiciones –libertarias más que liberales. Por ella deambulé yo gratamente hace ya varias décadas, durante las largas horas en que el barco de Canarias paraba rumbo a los puertos del Mediterráneo. En el mapa que lo acompaña, aprecio a un extremo de la bahía gaditana el sitio de La Caleta, cuyos arenales aún recuerdo, como creo recordar un viejo pontón parecido a los que luego me admirarían en la costa de Lincolnshire. Siempre hay algo de bellamente fantasmal en estos lugares que el invierno vuelve un tanto o un mucho desoladores.
Ruido de muros se compone de 18 fotos con leyendas, repartidas en un “Umbral” y 10 capítulos, del que aquí vemos el más chiriquiano:


En la nota que presenta las imágenes de este “Cádiz oculto”, leemos:
“Quizás nos encontremos en Cádiz para huir de algún recuerdo o formarnos nuevas perspectivas, aquí, más cerca de otro continente, al extremo de una nación ruidosa. Un mapa, cerca del Atlántico, nos alegra. Como acontecimiento, sin embargo, la ciudad solo es un instante en la historia. Pero el encanto de un recorrido en su seno es el nuestro: frente al ordenamiento rutinario agitemos el azogue del espejo para hacer borrosa su imagen reflejada. El camino y los puntos de convergencia nos sorprenderían si mantenemos su curso sinuoso...”