L’Impromptu llega a su
número 12, que celebra con el lema bretoniano “lo maravilloso contra el
misterio”. En portada, una reflexión de Pierre Peuchmaurd sobre el poema (que,
afirma, todo lo debe al ensueño y a la divagación, y no al sueño), ya que
Peuchmaurd está en la más palpitante actualidad, con muchas reediciones,
inéditos y traducciones.
Poemas hay de Daniel Giraud,
Marcel Miracle, Ghislain Mirkos, Emilio de Santiago (“La bestia del bosque
durmiente”), Olivier Hervy (más ráfagas de su “Folletín”), Roberto San Geroteo
(“«Viva la vida que ya está perdida»”, así, en español, ya que se trata de la
frase que le oyó a un gitano que colgaba sus piernas de un puente del
Guadalquivir), Jean-Yves Bériou (“El imperio de la superstición”, una de sus
lujosas prosas, en una página que anuncia de él, en las Éditions de
L’Escampette, Le monde est un autre), Mauro Placi, Huilo Ruales Hualca
(versos extraídos de sus Poèmes noirs, ed. bilingüe) y Ghislain Mirkos.
Por desgracia hay también una traducción de un poema del horroroso Rafael
Alberti, y encima el de la paloma que se equivocó y por ir al norte se fue al
sur, pesadilla con que torturaba a los pobres mortales ya no sé qué sadomasoquista
“cantautor” hispánico, allá por mis penitentes e impenitentes años mozos.
Anne-Marie Beeckman diserta
bellamente sobre la poesía de Laurent Albarracin, otro de los nombres
habituales del umbo, que acaba de publicar en Tolosa Le citron métabolique.
Novedad de que nos enteramos es también Prohibidos los sueños prohibidos,
de Ludwig Zeller, editado por Mandrágora.
Gilles Montagné, Náufrago voluntario, 1980 |
Hay collages de Daniel Giraud,
Rik Lina (“Birdsong”) y Gilles Montagné (“Náufrago voluntario”), un dibujo de
Antonio Ramírez (“Camino a Tar”), una aguada de Ghislain Mirkos (“La gran
maquinaria del viento”), una foto de Jean-François Rousseau.
Impactante es el centro de este
número 12, ya que contiene un poema en nueve cuadras de Guy Cabanel, inspirado
en las imágenes que acaba de exponer Jean-Pierre Paraggio: “Passage d’oiseaux
dans le Sud-Ouest”, una de las cuales es “El pájaro de presa, su pico de
incendio”, de la que se nos ofrece este detalle:
Por su parte, la hoja séptima de Soapbox,
“suspiro del umbo”, presenta como estrella a Jean-Paul Martino (1935-1996),
personaje de altos vuelos, seguidor del automatismo “exploréen” de Claude
Gavreau, una de las grandes figuras del surrealismo canadiense. Y es que acaba
de salir, con collages de Jean-Pierre Paraggio y un postfacio de Richard
Walter, su libro Osmonde suivi de Objets de la nuit, que son sus dos
únicos textos publicados, y en su juventud. Sonámbula anuncia la edición de los
que escribió en inglés: Caravansary (1973), Surrealous (1968) y Elutriation
(1982).
Jean-Pierre Paraggio prosigue
pues dándonos noticias vitales. A Tenerife nos envía también este Miró
enriquecido, acompañado de estas palabras “La sabiduría en Tolosa es el agua
del mar por el grifo”.