sábado, 28 de abril de 2018

Eileen Agar: la visión definitiva

Eileen Agar, solarizada por Helen Muspratt, 1935

Eileen Agar. Dreaming oneself awake, publicado por Reaktion Books, Londres, en 2017, es uno de los libros más importantes que se han dedicado a una figura del surrealismo en los últimos años, lo que no es de extrañar al haber sido esta amplia y densa monografía realizada por Michel Remy, a quien se deben los más competentes estudios sobre el surrealismo británico.
Michel Remy levanta al fin la losa que sobre una figura central del surrealismo británico habían hecho caer el discurso de la crítica de arte universitario y el de corte y confección feminista, más o menos fusionados, pero el primero más ocupado en alejar contra toda evidencia a Eileen Agar del surrealismo (véase el catálogo de la Pallant House sobre sus collages, aparecido en 2009) y el segundo en ejercerle todo su reduccionismo y todo su simplismo. Para recordar una expresión muy adecuadamente usada en su momento y circunstancias por Octavio Paz, estamos ante otro fin de las habladurías, que conviene se aplique a otras muchas figuras del surrealismo sobre quienes se practica el mayor confusionismo de valores. Se trata de ir reduciendo a polvo la montaña de vacuos trabajos universitarios carentes del más mínimo aliento, por los que ha seguido pasando como por un embudo toda la mediocridad y el engreimiento del espíritu contemporáneo dominante en estas últimas décadas.
Michel Remy muestra en esta excepcional obra la continuidad absoluta del apego de Eileen Agar al surrealismo, desde que lo descubrió a principios de los años 30 hasta su muerte en 1991. 1934 fue el año clave, conjuntándose en piezas ya maestras el influjo directo de Paul Nash y Roland Penrose con el de la pintura de Max Ernst y Juan Miró y el de la poesía de André Breton y Paul Éluard. Considerado como una manera nueva de pensar y de crear, como una emancipación del espíritu, el surrealismo fue para esta mujer de perfil anarquizante –sin compromiso jamás con las derivas estalinistas de tantos otros– algo muy diferente de una nueva técnica o una corriente artística más. Colaboró en muchas exposiciones colectivas del surrealismo, incluidas las que supusieron un resurgir del surrealismo, en los años 1967, 1971, 1978 y 1984, y por otra parte Michel Remy podrá hablar de su “permanente vigilancia surrealista” a la par de su “inagotable renovación de su inspiración”.

Eileen Agar,Collage marino, 1939

En su estudio, cronológico, al abordar la fecha de 1967 (“The enchanted domain”), Michel Remy reivindica la importancia de John Lyle en la reactivación del surrealismo en Inglaterra. En la exposición del 78 (“Surrealism unlimited”), observa la valerosa posición de Eileen enfrentándose a la visión historicista que suponía la exposición contra la que esta se hizo. Y en la de 1984 (“In the spirit of surrealism”) la vemos unida a jóvenes que se han ido incorporando al surrealismo y cuyos nombres hoy conocemos bien: Anthony Earnshaw, John Welson, Les Coleman... Pero hay más todavía: aun en 1988 –a Michel Remy parece escapársele el dato– Eileen Agar participa en la exposición “Surrealism” que tuvo lugar en la Crawshaw Gallery londinense, junto a Conroy Maddox como el único otro “legendario” y un elenco de entonces jóvenes compuesto por Anthony Earnshaw, Paul Hammond, Peter Wood, Patrick Hughes y John Welson; prefaciaba el catálogo Georges Melly y abría el fuego la propia Eileen con su Sueño azteca.
Durante varias ocasiones en los años 50, Eileen Agar visitó la isla de Tenerife, cuyo color y luz (y el contraste entre las tierras del norte y las del sur) dieron un nuevo sentido de alegría a sus pinturas, como ella misma refiere en el maravilloso libro A look at my life, de 1988 (año en que ya se encontraba decepcionada del mundo frío e impersonal que se había impuesto en las sociedades occidentales digamos más o menos que tras el mayo de 1968). Se reproduce aquí una foto con Eduardo Westerdahl y Antonio Ruiz Álvarez, quien –diré al margen– había defendido en 1950 la memoria de Agustín Espinosa, en el momento en que se le pensaba hacer un homenaje y en el que, once años después de su muerte, seguían existiendo los resquemores hacia su obra maldita (“Pero no se crea que es muy fácil hacerle un homenaje a Agustín Espinosa. Se lucha con algunos inconvenientes. No le agrada a algunos la inmortal figura del genial autor de Lancelot, Crimen y el Romancero y Cancionero canario”).
Eileen Agar, Cabeza de Dylan Thomas, 1960
Michel Remy va comentando con extrema finura y calado las obras de Eileen Agar –pinturas, collages, objetos, fotos de rocas como las reproducidas por Édouard Jaguer en Les mystères de la chambre noire (y a las que volvería pictóricamente en los años 80)–, y revela toda la singularidad y todas las singularidades que caracterizan a esta artista, de quien al final da una valoración de conjunto centrándose en valores centrales propulsores como lo maravilloso y la imaginación. En muchas ocasiones se apoya en A look at my life, o sea en las propias palabras de Eileen Agar, como cuando a propósito de sus collages comenta cómo “la fértil intervención del azar” desplaza lo banal, o como cuando comenta la atención decisiva que concede al objeto como rebelión radical contra las imposiciones de la realidad.
Este es un libro apasionante, del que voy a extraer para acabar este poema de 1944 de E.L.T. Mesens sobre Eileen, que Michel Remy ve como “un homenaje a la teatralidad onírica de su escenificación de encuentros botánicos, animales y metafóricos, pero también a sus ojos omnipresentes y siempre errantes, que abarcan tanto los mundos interiores como las exteriores. Sus pinturas y collages son obras de teatro, actuaciones que ensamblan día y noche, comedia («Little Tich») y tragedia («su corazón negro») en el escenario atemporal del mundo –un reconocimiento vibrante de su visión surrealista de la realidad”.

Seen in a sketch by Eileen Agar

The trestles are set up on lake surrounded by autumn tinted woods. Two or three trees with their foliage hold up the scenery. The scene represents –what?– a white screen heavily daubed with paint. The footlights are nos lit: why should they be since the performance is given by daylight.
It is here that she appears,
Stars of day with wasp-waist,
Star-flower in a locked dress,
Star-flower of day with a bodice that sings,
Star with the long feet of Little Tich, hidden by her train...
She throws her black heart in the stalls.
But where indeed are her eyes? One is on the prompt-side and the other off-prompt. Her eyes – red violets – scarlet scarlet red – violets never seen – turn.

Eileen Agar, foto de John Glynn, 1989; al fondo,
El pájaro, 1969

michel remy eileen agar

“The Oystercatcher”, n. 15



La revista de Ron Sakolsky alcanza su número 15. Colaboran en ella John Richardson, Casi Cline, Steve Cline, John Digby, Paul Garon, Penelope Rosemont, Rik Lina, Jason Abdelhadi, etc.
Este número incluye un homenaje a un gran singular: el músico y collagista de Vancouver Al Neil, que murió en el pasado mes de noviembre. Damos también, al respecto, el enlace de vimeo con Milk of paradise, poema de Allan Graubard con un collage digital de Gregg Simpson y música del trío de Al Neil, tomado de la página, últimamente muy activa, de Paul McRandle (surrealistnyc), que ayer mismo señalaba la aparición de un libro de Al Janabi sobre la actividad surrealista árabe en París durante los años 70.

El surrealismo en... Rusia



Esta publicación de Guy Girard, en que se recogen las principales declaraciones de los grupos surrealistas desde los años 20 hasta el presente, es como poner una pica en Flandes, ya que aparece traducido al ruso, siendo Rusia, como es sabido, un país donde la proyección surrealista ha sido siempre escasísima, a pesar de las ardientes simpatías de muchos surrealistas hacia Lenin y Trotsky (no olvidando las que muchos, como los camaradas Scutenaire, Chavée o Nougé, manifestaron hacia Stalin sin dejar de considerarse surrealistas). Dado el carácter internacionalista del volumen, bueno sería que fuera traducido a otras lenguas.
El libro, con inconfundible portada svankmajeriana, se compone de 448 páginas, con 41 ilustraciones a todo color, y la tirada es de 1500 ejemplares. La traducción francesa del título ruso es Surréalisme. Déclarations et tracts du mouvement international des années 20 à nos jours.  
Señalemos que la misma editorial había publicado en 2015 Je ne mange pas de ce pain-là de Péret, donde, aparte este poemario, se incluían Le deshonneur des poètes y La parole est à Péret.

“Infosurr”, n. 132


Acaba de aparecer el n. 132 de Infosurr, donde sobresale el vapuleo que Gérad Durozoi le da a un libro aparecido en Gallimard sobre “las vanguardias artísticas”, obra de Béatrice Joyeux-Prunel. Estas son las críticas que hacen falta para contribuir a la bella labor de demolición a que aludimos en la reseña de hoy al libro de Michel Remy sobre Eileen Agar. Conociendo la lucidez, seriedad y honestidad de Gérard Durozoi, ni hace falta acudir al original.

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En este número se da noticia de la retrospectiva de Endre Rozsda “Le temps retrouvé”, celebrada el año pasado en París, lo que nos vale para apuntar que transcurre actualmente, en Les Yeux Fertiles, otra exposición de este artista húngaro:

Endre Rozsda, Peces bizarros, c. 1980

miércoles, 25 de abril de 2018

Noticias de Enrique Carlón


Enrique Carlón, objeto revelado

Aunque con excesivo retraso, damos cuenta de la exposición de título e impulso fourierianos (“Nuevo mundo amoroso”) que Enrique Carlón realizó hace ya dos años y medio en la ciudad de León, informándonos de ella un excelente artículo del plenamente fiable Ildefonso Rodríguez.
Pero sobre todo aprovecho para subir el excepcional pdf del catálogo de “Objetos revelados”, que en su día saludé aquí, pero que no publiqué porque en aquella altura aún no utilizaba yo esta herramienta, quedando a la expectativa de que apareciera en papel, lo que infelizmente no ocurrió. Las intervenciones de Enrique Carlón, como entonces señalé, son de un sentido poético infalible, únicas en el panorama español.
Enrique Carlón fue uno de los pioneros –para nosotros el principal– del resurgir del surrealismo en España como movimiento colectivo. En El Orfebre ya en 1977, en Luz Negra, en el “círculo surrealista” Kula y durante algunos años colaborando con Salamandra, Enrique Carlón ha permanecido siempre fiel a la revuelta surrealista.

Enrique Carlón, objeto revelado

sábado, 21 de abril de 2018

Noticias de Enrique de Santiago



Enrique de Santiago, figura clave en el resurgir surrealista chileno, acaba de publicar simultáneamente dos libros que se suman a Frágiles tránsitos bajo las espirales (2001), Elegía a las magas (2013) y El regreso de las magas (2013). Se trata de La cúspide uránica, en las ediciones Xaleshem, y Bitácora de un viaje ontológico, en Opalina Cartonera. Ambos libros llevan portada e ilustraciones suyas, ya que, como es sabido, Enrique de Santiago es tanto poeta y ensayista como dibujante y pintor.
Nadie mejor que el propio Enrique de Santiago puede hablar de su práctica poética, y así lo hace en sendos prólogos a estos dos poemarios que contribuyen potentemente a la pluralidad actual del surrealismo. Son poemas de profundidad y revuelta, de “palabras insumisas” y una mirada hacia el pensamiento mágico que en el caso de La cúspide uránica lo es hacia la cultura mapuche. Esta es una poesía –lo que cada vez es más raro– con sangre en las venas
No falta tampoco el humor en estas páginas ardientes, como puede verse por ejemplo en la “fe de erratas” del cuaderno de bitácora, que es la primera fe de erratas con verdadero sentido que yo he leído en mi vida.
“Pero yo mantengo el ojo ávido / hacia las derivas oníricas”

Enrique de Santiago, El sueño submarino, 2012

Floriano Martins, viajes del surrealismo


Este primer tomo de viajes del surrealismo presenta una impresionante antología poética en cerca de mil páginas, donde la mayoría de los poetas pertenecen al surrealismo, incluyéndose los de autores poco divulgados, con un sentido abiertamente internacionalista. Las traducciones son del propio Floriano Martins, pero también de otros nombres, como Claudio Willer, Zuca Sardan o Mário Cesariny.
El enlace de Amazon permite hojear el libro y acceder a la lista de nombres que lo componen.

martes, 17 de abril de 2018

“Soapbox”, 99-101

Este nuevo trío del boletín que anima Jean-Pierre Paraggio, incluye mucho material novedoso, entre el que destacamos el magnífico texto de Massimo Borghese sobre su actividad dibujística (anunciador de su exposición en mayo, a la que volveremos), las dos ilustraciones de Jon Graham y la noticia de tres publicaciones sobresalientes: Je m’oralise de Ghérasim Luca, en Corti, Sévères luisants, l’évidence de feindre de Georges-Henri Morin, en La Doctrine, y La confusion des espéces de Jean-Yves Bériou, en las ediciones Pierre Mainard.
Damos también el enlace de la página de Isabelle Dalbe donde se reseñan los poemas de Morin (y los de su anterior publicación, La loutre le trappeur), el de Corti con la novedad de Luca (que es un inédito facsimilado de los años 60) y el que permite ver un extracto dela nueva entrega de Jean-Yves Bériou.

Poema de Jean-Yves Bériou sobre dibujo de Jean-Pierre Paraggio,
traducido por Ildefonso Rodríguez (Et on s'en va, l'umbo, 2013)

miércoles, 4 de abril de 2018

Noticias de Georges Sebbag

Georges Sebbag estuvo en Tenerife para presentar la exposición “El azar objetivo”, compuesta de una antología de fotos de la colección Ordóñez-Falcón que posee el centro Tea de la capital de esa isla.
Como costumbre universal en los cada vez más apresurados últimos tiempos, aún no hay catálogo a que nos podamos referir, por lo que reproducimos el folleto de esta muestra que se prolongará hasta el 15 de julio.


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Asimismo, el 14 de abril presentará Sebbag en el auditorio de la Halle Saint-Pierre (2, rue Ronsard, metro Anvers) un acto sobre Giovanna, en que esta leerá algunos de sus textos y se proyectará la película que sobre ella hizo José Pierre en 1988.

Gregg Simpson: “Shadow talk”

Gregg Simpson, Paisaje cristalino, 2014

Del 4 al 24 de abril transcurre esta nueva muestra de Gregg Simpson, que acompaña un texto de Allan Graubard:
gregg simpson

Más sobre Capa



Añadimos hoy tres documentos del Collective Automatic Painting Amsterdam a los ya subidos aquí.
El primero corresponde a la exposición de abril de 1992 en la galería surrealista Hourglass de París, titulada “Wanted: cadavre”, con obras de Dave Bobroske, Fredy Flores, Paul Goodman, Gerda van der Krans, Jorge Leal, Rik Lina, Lyssy, Miguel Lohlé, Rainer Wickering y Tony Pusey.
El segundo se titula “Capa before Capa”, y muestra algunas obras colectivas anteriores a 1997, en que la designación comenzó a utilizarse de modo “oficial”. Es decir que “Wanted: cadavre” tiene el añadido de “Capa” en tanto están presentes en ella sus futuros integrantes.
Un tercer documento presenta las portadas de libros y carteles entre 1990 y 2012.
Hay mucho material del surrealismo y proximidades, sobre todo revistas y catálogos del período posterior a 1969, que bien nos gustaría digitalizar y subir a este espacio en forma de pdf, pero es difícil hacerlo sin el asentimiento de la persona o las personas que en su día lo editaron, por lo que se agradecería su disponibilidad, como la ha mostrado a lo largo de esta serie nuestro amigo Rik Lina.