domingo, 29 de julio de 2018

“Phoïbos”, París, verano de 1990

Ted Joans, Rik Lina, Tony Pusey y Anemiek Pusey,
París, 1990

He aquí otro interesante documento de la serie elaborada por nuestro amigo Rik Lina. Estamos en el verano de 1990 en París, hace pues 28 años. Se reúnen para una muestra del surrealismo Rik Lina, Bertalau, Hendrik Bekman, Fredy Flores Knistoff, Jorge Leal Labrín, Tony Pusey, Bo Weisland y Peter Wood.
El catálogo lleva un texto de Leal Labrín contra la servidumbre artística (que no ha hecho sino acrecentarse desde entonces, algo que en 1990 ya parecía imposible) y ofrece unas fichas de los participantes bastante ricas, sobre todo porque de algunos de ellos no hay el suficiente conocimiento. Así Bertalau, nacido en París en 1959, se presenta como el animador de “Crime” (Centre de Recherche et d’Investigation pour la Mise en Evidence”). De Bo Weisland se nos informa que es el inventor de dos nuevas técnicas automatistas –el “floomage” y el “cadrage”–, que ha ilustrado a Ulf Gudmundsen y a Joyce Mansour y que colabora en Phases y en Dunganon. La nota de Hendrik Beekman es especialmente rica, y es una pena yo no la haya conocido antes: se considera surrealista desde su encuentro con Moesman, continúa publicando la revista de arte Het Gerucht, es cofundador del grupo Sörplus (“elemento importante de la renovación de la actividad surrealista en los Países Bajos”), anima una galería surrealista en Amsterdam y, al igual que Lina y Pusey, ha estado también presente en la exposición surrealista de este mismo año en París, “La rumeur”, cuyo catálogo ya hemos reproducido aquí.
De nuevo se añaden al catálogo varias fotografías, como la que aquí destacamos, espléndida.

miércoles, 25 de julio de 2018

Indagaciones nocturnas de Simpson & Graubard

Gregg Simpson, Fado nights

Si algo goza de muy buena salud en el surrealismo es el lema ducassiano de que “la poesía debe ser hecha por todos”. Gracias a la generosidad de sus autores y a la diligencia informativa de la página “Surrealist NYC”, podemos acceder a esta nueva magnífica colaboración de Gregg Simpson y Allan Graubard, este partiendo de cinco imágenes del primero para hilvanar sendos relatos.
Magia especial tiene para mí el primero de ellos, en que se celebran los abismos del fado, una música que es puro sentimiento y que en su combinación de voz y guitarra exige del oyente la máxima concentración emocional (incluso, algo poco advertido, es una de las pocas músicas de raíz popular, si no la única, que nada tiene que ver con el baile).
“Sci-fi” nos lleva al mundo de los sueños, “Crash landing” viene enmarcado por una catástrofe y “Horn of plenty” es el texto más poético, el que más se fuga de lo narrativo. La quinta de estas joyas nocturnas es un homenaje al tío collagista del narrador, que deleitará a los muchos practicantes surrealistas del collage.
“Escucha las pulsaciones graves del viento noctámbulo que se eleva sobre las torres y se filtra a través de las grietas en las paredes donde dormimos bajo soles iluminados por la luna...”

domingo, 22 de julio de 2018

“Sol negro-Flor de revuelta”, 1969


“Sol negro-Flor de revuelta” es una exposición internacional del surrealismo que tuvo lugar en 1969 (“el año del girasol”) en La Haya.
La importancia de esta exposición es extraordinaria, ya que formó parte de una serie de manifestaciones del surrealismo que venían a refutar contundentemente la creencia chovinista de una serie de surrealistas franceses (encabezados por Jean Schuster) para quienes la “autodisolución” del grupo de París –muchos de cuyos miembros, además, iban a continuar en seguida la aventura surrealista– implicaba nada menos que una liquidación de todo el movimiento surrealista.
Quizás convenga aquí reproducir mis palabras en la Cronología general del surrealismo correspondientes al comentario de este año:

El 4 de octubre de 1969, Jean Schuster publica en Le Monde “El cuarto canto”, con la distinción entre “surrealismo histórico” y “surrealismo eterno”. Con anterioridad, en una carta del 19 de mayo de 1969 (“Nous savons tous”), Schuster afirmaba que en el extranjero sólo había un grupo surrealista, en Praga, y “en estado de disolución” (¡!), ignorando al grupo brasileño, al de Brumes Blondes, al de la revista TransformaCtion en Inglaterra (donde acababa de reanudarse la actividad colectiva surrealista después de dieciséis años, y con el apoyo de L’Archibras), al de Chicago (que estaba rápidamente adquiriendo un gran relieve), al de la Casa de la Luna en Chile (que al año siguiente llevaría a cabo la exposición “Surrealismo en Chile”) o al de Bratislava. Añádase el vasto movimiento Phases, de índole esencialmente internacionalista, que por pluma de su director, Édouard Jaguer, se negó a aceptar la “operación de eutanasia” que esto suponía, señalando el “policentrismo” que desde ese momento se abría. La decisión de Schuster y sus acólitos careció del mínimo apoyo internacional.
En el mismo mes de octubre, los liquidacionistas, ya libres de la etiqueta “surrealismo”, lanzan la revista Coupure, que se esfuma en enero del 72, tras siete números. Y obsérvese cómo simultaneamente a Coupure surge Analogon y se inician las segundas series de Les Lèvres Nues y de Phases, mientras continúan Brumes Blondes, TransformaCtion y Surrealist Insurrection, ninguna de ellas renegando de la palabra surrealismo.
De excepcional importancia (entre otras cosas porque se inauguró dos días antes de que se publicara “El canto cuarto”) es también la exposición holandesa, verdadera demostración de fuerzas del internacionalismo surrealista, y a la vez con una clara inserción en los movimientos revolucionarios de la época, aludiendo su título a la vez a los acontecimientos de mayo del 68 y a la revuelta de los provos holandeses.

Participaron en esta exposición, entre otros, Jorge Camacho, Mário Cesariny, Ted Joans, Schlechter-Duvall, Jan Elburg, Willem van Leusden, Rik Lina, Johannes Moesman, Geert van Mulken, los Rosemont, Cruzeiro Seixas, Kristians Tonny, Toyen, Laurens Vancrevel y Her de Vries.
El catálogo fue un número especial de Moksha, “boletín psicodélico de Amsterdam” que dirigía el doctor Hans Geluk. Por estos años, Rik Lina trabajó con él en esta publicación dedicada a la problemática de las drogas psicodélicas, realizando las cubiertas y la mayoría de las ilustraciones. Moksha tuvo catorce números entre 1968 y 1971, siendo el del catálogo el número 11. Se imprimía Moksha en la máquina de xerocopias de la universidad de Amsterdam, la primera máquina de este tipo –un cacharro mastodóntico– que funcionó en la capital holandesa. El número surrealista fue editado con la cooperación del Bureau de Recherches Surréalistes en Hollande y Brumes Blondes.


viernes, 20 de julio de 2018

“Soapbox”, 108-110


Siempre es un placer para el espíritu la llegada de un nuevo trío de Soapbox, esta vez correspondiendo al mes de junio:

miércoles, 18 de julio de 2018

Collages de Amparo Segarra


“La simplicidad y lo justo en el collage de Amparo” es una muestra de collages de Amparo Segarra, que tiene lugar hasta fin de año en la Fundación Eugenio Granell. Está acompañada por collages, entre otros, de Eugenio Granell, Philip West, Alex Januário, Ludwig  Zeller, Rodrigo Verdugo, Cruzeiro Seixas, Enrique Carlón, Gregg Simpson, Kenneth Cox y Anne Éthuin.

Amparo Segarra, La pera de Man Ray, años 70

*

Una exposición en el mismo centro de Magdalena Benavente fue clausurada hace unas semanas. Aunque la anunciamos hace un año, solo ahora dejamos constancia de ella:


domingo, 15 de julio de 2018

Luna llena de Susana Wald

Y seguimos hoy bajo el signo de la luna, ya que acaba de publicarse este libro de homenaje a Susana Wald:

Susana Wald, Luna llena, 2002

Alice Farley: una invocación a la luna

Este jueves, en Nueva York:


miércoles, 11 de julio de 2018

“Infosurr”, 133

Este número correspondiente a los meses de septiembre y octubre de 2017 ostenta en la portada la fotografía de un joven Max Schoendorff, motivada por la reseña que Georges-Henri Morin hace de la película de Dominique Rabourdin "Chez Max Schoendorff".
Guy Girard escribe sobre un reciente libro de Boris Wolowiec, a cuya interesante página remitimos.
Girard hace también una semblanza de Guy Flandre (1929-2015), como Richard Walter la de Gisèle Prassinos (1920-2015).
Por su parte, Laurens Vancrevel, como siempre, da eco a muchas noticias del surrealismo actual, dedicando notas a los últimos libros de J. Karl Bogartte (Mythologies), Allan Graubard (A crescent by any other name), Xesús González Gómez (O pronunciábel dia da sua morte) y Mattias Forshage (“and some unexplained occurrences of acquatic faunas”). Del libro de Michel Zimbacca y de su exposición da cuenta Joël Gayraud.
En suma, otro número que mantiene al día las “actualidades del surrealismo y de sus alrededores”, entre las de estas últimas la de una serie de eventos concernientes al centenario del dadaísmo, por Richard Walter, a quien le estamos siempre tan gratos.

sábado, 7 de julio de 2018

“Permanencia del surrealismo”, Velp, 1967

Willem van Leusden, Chantaje
Aunque no intervino en esta importante exposición, Rik Lina nos facilita el pdf de “Permanencia del surrealismo”, celebrada en Holanda durante la primavera de 1967, o sea entre la muerte de André Breton y la “autodisolución” del grupo de París, que supondría un reforzamiento del internacionalismo surrealista, del cual el Bureau de Recherches Surréalistes neerlandés ha sido siempre uno de los mayores paladines.
Una vez más, el catálogo correspondiente se ve enriquecido con imágenes concernientes, en este caso de Moesman –autor de la ilustración de la cubierta–, Camacho, Van Leusden, Dax, Tonny, Toyen, Elburg y Her de Vries, más la foto espectacular, extraordinaria de Wagenaar en su estudio.
Participaron en la exposición Jean Benoît, Adrien Dax (con imágenes transformadas y caligrafías), Jorge Camacho, Schlechter Duvall (con Al divino Marqués y El único auténtico retrato de Lautréamont), Elburg, Hermann, Janssen, Van Leusden, Moesman, Mimi Parent, Punte, Schroeder-Sonnenstern, Her de Vries, Tonny, Toyen, Laurens Vancrevel, Ysebacrt y Wagenaar.

El retorno de Arthur Cravan


Mucho se ha especulado sobre la muerte de Arthur Cravan y he aquí que reapareció vivito y coleando el pasado sábado en una revancha con Jack Johnson, celebrada en el recién inaugurado Gran Hotel Insolación:

miércoles, 4 de julio de 2018

Ediciones Evidence

Acaba de publicarse Phosphenic threadings de Will Alexander, en las ediciones Evidence.
Estas esmeradísimas ediciones artesanales, de una tirada entre los 50 y los 100 ejemplares, son animadas por el cineasta y collagista ecuatoriano Jean-Jacques Martinod, residente en Montreal y que reconoce su “tremenda afinidad” con el surrealismo.
Otra interesante publicación de Evidence es una carpeta donde intervienen varios artistas, entre ellos el citado Will Alexander y Susana Wald, pero mereciendo resaltarse también los nombres del poeta, collagista, cineasta y traductor rumano Julian Semilian, el artista, músico y compositor William Fields y el artista Robert Ruckman. Fields y Ruckman expresan plásticamente la perenne visión hermética y trabajan codo a codo, junto al compositor Samuel Allen Taylor, en el proyecto Jupiter Optimus Maximum.

William Fields, Gnostic Dawn-Ambriel-Gemini

Eloy Santos: “Elogio de la caja”


En la exposición relámpago de cajas poéticas que este fin de semana hicieron Marcos Isabel y Eloy Santos, este procedió a la lectura de un texto que, por su interés, incorporamos aquí.

Eloy Santos, El hada roja del cinematógrafo, 2018