miércoles, 31 de enero de 2024

"Dreamdew", 35

No hay número de Dreamdew que no sea excepcional, por lo que resulta imposible destacar este, que ya es el 35. Dolfi Trost es uno de los grandes investigadores surrealistas del sueño, autor de dos obras claves: Vision dans le cristal y Le même du même, en que muestra cómo el sueño no es una forma narrativa del deseo (Freud) ni una segunda vida (Nerval), sino "la imagen real de la vida, pero como concentrada y replegada sobre sí misma". Completan este primera parte de su ensayo una serie de sueños de Meret Oppenheim, que también prometen una continuación.




sábado, 27 de enero de 2024

Cádiz, 2013-2021

Aquí tiene el lector acceso a un valioso documento en que se da cuenta de todas las exposiciones callejeras que, de modo siempre anónimo, se celebraron en Cádiz entre 2013 y 2021. 

Fue su bienhumorado "comisario" Bruno Jacobs, cuya labor estupenda y generosa celebramos hoy con la publicación de su última entrega, grata a todos los que amamos el mundo vegetal, y que me ha hecho recordar el gracioso poema de mi paisano dieciochesco José de Viera y Clavijo (autor del monumental Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias),  Las bodas de las plantas, de título tan surrealista.




André Breton, ese muchacho malo

La historia es bastante conocida. El 24 de julio de 1952, André Breton visita la gruta prehistórica de Cabrerets y pasa el dedo por una figura de la "capilla de los mamuts", que, al no tener calcificaciones, le parece sospechosa. El guía lo recrimina y denuncia, tratándose, para más inri, de un diputado del Lot marido de la fulana que tenía la concesión de explotación de la gruta, en fin, un político tan prepotente, asqueroso y sinvergüenza como todos los actuales y todos los de cualquier época. En octubre, el boletín de la sociedad prehistórica francesa denuncia la explotación turística de las grutas, mientras un viejo cura apedillado Breuil pide un castigo ejemplar para "los muchachos malos como M. André Breton".

El Tribunal Correccional cita a Breton en noviembre de 1953. Una semana antes, una serie de intelectuales (entre los cuales nada menos que Jean Paulhan, André Malraux, Julien Gracq, Albert Camus, Jules Romains, René Char, Claude Lévi-Strauss, Raymond Queneau, Pierre Mac Orlsn, Gaston Bachelard y François Mauriac) hace saber al magistrado su apoyo a André Breton y reclama la constitución de una comisión nacional que verificara la autenticidad de las pinturas rupestres y controlara las condiciones de su presentación. Pues bien: Breton recibe un castigo desmesurado, aparte el carácter cómico del franco que tiene que pagarle a la comunidad y del que tiene que pagarle al estado: 5.000 francos de multa y 1000.000 por daños a la nota que explotaba la gruta.

Xesús González Gómez, siempre incansable en sus pesquisas por las hemerotecas digitales, acaba de localizar este impagable documento en que Le Figaro Littéraire del 21 de noviembre de 1953 se hace eco gráfico del juicio a Breton:


La página es poco conocida (yo nunca la he visto reproducida) y muestra a un Breton muy farruco, que no parecía esperarse el sablazo, para cuyo pago tuvo que ser ayudado por personas cercanas. Pero me gusta sobre todo la foto en que enciende jocosamente la cachimba, que pasa a ser una de mis favoritas suyas, aunque en mi particular lista no desbanca a esta sacada por Cartier Bresson en 1961 en el café À la Promenade de Vénus:


No solo esto, sino que Xesús González Gómez me envía pocos días después otra rareza, aparecida en la publicación Point de Vue del 27 de marzo de 1947: Breton denunciando la farsa de Tristan Tzara en La Sorbona, que Sarane Alexandrian ha relatado vívidamente como el momento en que el fundador del surrealismo consiguió galvanizarlo para siempre:


El reportaje periodístico, naturalmente, es abyecto, aunque el pie de la foto esté muy bien. 

Y para rematar, esta gacetilla de L'Action Française del 7 de diciembre de 1936:


Cuaja aquí bien remitir a un reciente trabajo, en lengua gallega, de Xesús González Gómez, sobre la poesía de Nezval, hecho, como todos los suyos, con finura y solidez armonizadas, y con la traducción de seis poemas de Nezval... cuando era surrealista, claro.

"Once Upon a Tomorrow", 8

El octavo boletín de Un Tro Yfory,,,, correspondiente a enero de 2024, puede verse en el enlace acostumbrado, junto a todos los anteriores.

John Richardson, Akasha Suite, 1, 2017

"Infosurr", 164

Este nuevo número de Infosurr abunda en colaboraciones de Heribert Becker, nada menos que cuatro, dedicadas a exposiciones en Alemania e Italia: Arp, Ernst, "Mundos surreales" y "Surrealismo y magia". 

Entre los libros novedosos, destaquemos una monografía de Oscar Mellor por Desmond Morris em Dark Window Press y la vuelta de Alain Roussel a un escrito antiguo (Arachné).

En publicaciones periódicas, hay reseñas de Des pays habitables (cuyo número 6 incluye un homenaje a Jean Suquet, y que ya va por su número 8) y de S (boletín del grupo de Leeds, número 5, en este caso con un homenaje a Toyen).

Las semblanzas de figuras desaparecidas son de Renée Demester (1927-2022) y Charles Radcliffe (1941-2021). La primera fue una amiga de los surrealistas belgas y colaboradora de Phases, que acabó en los páramos de la abstracción tras hacer collages y cuadros figurativos, aparte, en 1964, la escultura Maldoror. Pero sobre todo es la belleza que aparece en la memorable fotografía que le consagró Marcel Mariën, junto a la tumba de Baudelaire:

Actualidad de Baudelaire, 1966

Charles Radcliffe fue un amigo de los surrealistas de Chicago, muy activo políticamente. Tras lanzar la sección británica del situacionismo, acabó criticando a aquellos señores por su "estrecheza de espíritu", largándose antes de que lo echaran. En otro lugar de este número infosúrrico, Laurens Vancrevel lamenta que una publicación surrealista como S recurra en un texto sobre los principios del surrealismo a una cita de Guy Debord, "visto que Debord, profeta del situacionismo, ha predicado la negación total del surrealismo así como su libertad intelectual y creadora". Nada más justo, y nada más triste que haber visto en el último par de décadas a surrealistas de los más aguerridos ponerse las muletas del situacionismo como si el surrealismo les quedara estrecho.

miércoles, 24 de enero de 2024

Lautréamont años 60 (2)

Como Man Ray, Maurice Henry vuelve repetidamente a Los cantos de Maldoror, pero parece especialmente obsesionado por el más famoso "bello como". La primera imagen es de 1965 o 1968 (según las fuentes) y se titula Homenaje a Lautréamont; la segunda es La costurera y Maldoror, de 1968; y la tercera Yvonne y Maldoror, del mismo año:

  



La máquina de coser permanece asociada más que nadie a Óscar Domínguez, como el bulldog de Maldoror a esta sensacional pieza de Jean Benoît, elaborada en 1965 y 1966 y presentada en la XI exposición surrealista internacional ("L'Écart Absolu", 1966):


Impagables estas palabras de Jean Benoît sobre su terrorífica creación de ojos bretonianos (nunca me han gustado los perros, pero daría lo que fuera por tener a este como protector, en especial con vistas a las próximas "pandemias" o para hacerle una fugaz visita al Foro de Nabos):


Los números 3 y siete de la primera serie de Brumes Blondes publican en 1965 y 1967 el estudio de Her de Vries "Lautréamont en Holanda", en total unas sesenta páginas en neerlandés. La segunda fecha coincidía con la exposición en Holanda "Permanencia del surrealismo", donde se dio a conocer el Auténtico retrato de Lautréamont por Jean Schlechter Duval. También de este año es la declaración surrealista internacional "beau comme BEAU COMME", formidable diatriba contra la pedantería telqueliana provocada por su repentino interés hacia Lautréamont; José Pierre informa que la redacción es de Gérard Legrand, y señala con razones que a partir de este tract iniciaron los telquelianos su ataque al surrealismo oponiéndoles bajamente a Breton las figuras de Artaud y Bataille, lo que dio sus frutos en aquellos años de especial sordidez intelectual.

Pero no acaba ahí la actualidad ducassiana de aquel año, ya que aparece una edición bratislava de los cantos ilustrada por Adolf Hoffmeister. Las imágenes pueden verse en 50 Watts Books, pero al final de la página a que remitimos hay otras que ofrecen el mismo interés, con ilustraciones de Julio Verne y H.G. Wells, algunas de sus caricaturas y sobre todo la de su "extraño mundo", en que no falta la que hizo de Toyen.


Como remate, es en 1967 cuando Hans Bellmer inicia su serie de ilustraciones de Lautréamont, nada menos que 33 entre 1967 y 1971. Una edición de las poesías en Belfont lleva diez litografías suyas, y otra de los cantos en 1972 veinte grabados ejecutados por Cécile Reims bajo su dirección, en Graphik-Europa Anstalt. Con Bellmer ocurre un poco lo que con Dalí: sus imágenes se nos apetecen demasiado marcadas por las obsesiones del artista. En la colección de Christine Argillet se encuentran las 33 piezas (por despiste la presentación remite a las de Dalí).


En 1968, Julien Gracq, quien ya había precedido en 1947 una edición de Lautréamont con su ensayo "Lautréamont toujours", concede una entrevista sobre él, que puede escucharse hoy.

viernes, 19 de enero de 2024

Lautrémont años 60 (1)

La década maldororiana de los 60 se abre con este Retrato de Lautréamont por el surrealista canadiense Roland Giguère:


En ese mismo año 1960 se publica el libro del surrealista cubano Álvarez Baragaño Poesía, revolución del ser, donde se incluye el poema "Palabras del conde de Lautréamont". Una excelente selección de poemas de Baragaño (anterior a su derrape castrista), con este homenaje, podemos ver en la página de Fernando Sabido  Poetas Siglo XXI.

Al año siguiente, el primer número de la segunda serie de Phases se abre con el Maldoror de Karl Otto Götz:


Man Ray, que en 1920 tiraba veinte ejemplares de El enigma de Isidore Ducasse (como en 1971 tirará diez), que en 1933 hacía un Homenaje a Lautréamont con el paraguas y la máquina de coser, que participaba en 1938 en la edición colectiva de Los cantos de Maldoror y que en 1950 componía su retrato como cisne negro, reaparece en 1961 con este Perfil fantástico de Isidore Ducasse:


En 1963 (recordemos que el año anterior se publicaba la edición crítica de las poesías de Ducasse por Legrand y Goldfayn) aparece una de las más bellas ediciones de los cantos, caracterizada así en el libro sobre los "écartelages" de Pierre Faucheux: "Ce sont des épreuves typographiques découpées, déchirées puis collées", aunque "la première idée de Faucheux avait été de faire composer le titre en plomb en Didot gros corps, d'abîmer les caractères avec un marteau puis de faire des épreuves de cette composiction détériorée pour maqueter sa couverture":


En otra edición, de 1972 y también ideada por Faucheux, hay una evocación de los caracteres dibujados con espray sobre los muros:


De 1963 es el fino ensayo de Marcel Lecomte "Sobre una conexión de pensamiento entre Cornelio Agripa y Lautréamont", y de 1964, en el número 6 de La Bréche, unas puntualizaciones de Radovan Ivsic a tres recientes versiones de Los cantos de Maldoror. Más trascendente es la edición de esta obra a cargo de Aldo Pellegrini. Aparece en 1964 en Boa y la precede un estudio soberbio del gran poeta argentino.

Ya hemos reproducido en el dosier que le dedicamos esta fabulosa obra de Gabriel Derkevorkian, infaltable en cualquier pinacoteca ducassiana que se precie mínimamente:

Gabriel Derkevorkian, La cámara mortuoria de Isidore Ducasse, 1965

lunes, 15 de enero de 2024

Retorno de "Soapbox"

La desaparición de la página del umbo ha supuesto un nuevo desastre informático (y por cierto que esta misma está amenazada por mensajes ininteligibles de gúguel). Como consuelo, acaba de reaparecer el boletín de Soapbox, y con cuatro entregas, que corresponden a los números 227-230.

Jacques Hérold y el surrealismo de posguerra





sábado, 13 de enero de 2024

Lautréamont años 50

En 1947 pinta Mário Cesariny su Maldoror, como anticipo de los tres soberbios artículos que dedicará a Lautréamont en la prensa lisboeta diez años después, recogidos en la recopilación ensayística As mãos na água:

Mário Cesariny, Maldoror
 








En 1952, Robert Lagarde impresiona en negro de humo un pasaje de la estrofa segunda del canto cuarto de Los cantos de Maldoror. Esta estrofa había sido elegida justamente por André Breton para ejemplificar el humor negro de Lautréamont, aunque la visión de los baobas-pilares del valle, que no deja de recordarme el capítulo "Ángelus" del Crimen de Agustín Espinosa, podría también ilustrar la teoría paranoico-crítica. Tras enormes digresiones hilarantes, Maldoror concluye revelando, con sorna insuperable, que en realidad se trata "las dos unidades del multiplicando", y que "multiplicadas por dos el producto daba cuatro".

Robert Lagarde, "En efecto, eran dos torres enormes"

Al año siguiente, exactamente en noviembre de 1953, surgía Medium como revista. Aunque en el juego del "Ouvrez-vous?" no aparece Ducasse (que sin duda hubiera recibido un unánime sí), Georges Goldfayn y Gérard Legrand reaccionan contra el parasitismo crítico de una nueva edición, y en particular contra ese tal Roger Caillois que ha sido convertido por algunos surrealistas de las últimas décadas en uno de sus santones. Legrand publicaría en el número 3 de la misma revista (mayo del 54) "Fragmento de la Carta al Conde", que es como una continuación de esta inventiva; en 1962 él y Goldfayn se encargarían de editar, por primera vez comentadas, las poesías de Ducasse; y en 1969 firmará en el número 7 de L'Archibras el ensayo "Sobre la analogía como pensamiento absoluto en Lautréamont". El artículo de Medium lleva una ilustración de Simon Hantaï, artista invitado de este número inaugural, que parece inspirada en la obra maldororiana, hasta en la presencia dominadora del pulpo de mirada de seda:


Volviendo al surrealismo en Portugal, de 1953 es el poema en prosa de António Maria Lisboa "El amor de Isidore Ducasse Conde de Lautréamont", situado tras "El amor de Arthur Rimbaud el Maestro del Silencio" en la autoedición de Isso ontem único.

En 1954 y 1955, Víctor Chab, en tinta de color sobre papel, lleva a cabo sus dos maldorores:



La década lautréamontiana había comenzado con este blasón de Marcel Jean, en el Almanach surréaliste du demi-siècle (el Marqués y el Conde son los únicos que aparecen coronados entre los veinticuatro elegidos):


A la vez, Man Ray componía el siguiente retrato de Lautréamont como cisne negro. Pero a Man Ray lo volveremos a encontrar por cuarta vez, en la próxima entrega...