domingo, 29 de agosto de 2021

Susana Wald, en busca de lo inasible

Susana Wald y Ludwig Zeller,
El puente de la magia, mirage de 1978


Hay muy buena información sobre la retrospectiva que celebra Susana Wald en Chile:

Lou Dubois inunda París

 

En 1910 hubo una inundación maravillosa en París, urbe acostumbrada a las crecidas del Sena, pero sin que sea habitual llegar a tanto. El célebre taller fotográfico Pierre Petit publicó 32 clichés, sobre los que ha operado el infatigable collagista Lou Dubois, ese “rey de los ilusionistas, inventor del hilarógrafo y del nostalgicómetro”, como lo definió certeramente nuestro inolvidable amigo común Sarane Alexandrian.

En este recorrido parisino bajo el signo del agua, la nostalgia y la risa de que hablaba Alexandrian son una constante. Surgen los típicos personajes de Dubois y se producen los hechos más portentosos, las apariciones más inesperadas, los encuentros más absurdos. Todo es posible en esta galería que nos ha permitido refrescar el mes de agosto, incluso con incursiones marinas como las del Boulevard Grenelle o la del Quai d’Orsay lleno de focas, y sin que tampoco falten los característicos guiños al surrealismo, a la manera de las citas que muchos músicos de jazz introducían en sus solos improvisados.

No olvidemos que Lous Dubois es también un poeta, maestro del calembour, por lo que no ha podido ni querido escapar a la tentación de añadir al dato que localiza las fotos otro pie lateral con una leyenda en que reinan mayoritariamente esos malabarismos lingüísticos, añadiéndole así otra dimensión a las imágenes.

Edición apaisada y correcta de las nuevas ediciones Place para estos 32 collages que llevan al final una nota de Cyrille Zola-Place.


“Infosurr”, n. 150

Infosurr alcanza su número 150, lo que merece festejarse.

El artículo que me ha parecido más interesante es el que dedica Massimo Borghese a Giordano Falzoni, figura muy importante del surrealismo en Italia, menos conocido de lo que debiera serlo, con motivo de la publicación de sus escritos (Opere). Borghese traza una óptima semblanza suya.

Otro trabajo extenso es el dedicado por Pierre Prigioni a la edición bilingüe de La rivière AA de Jehan Mayoux, un surrealista sobre quien es siempre bueno volver.

El libro de Jean-Pierre Plisson André Breton. Le fil rouge des enchantements recibe dos breves reseñas. En una de ellas se defiende la mayor importancia del “hilo rojo” del surrealismo sobre el “hilo negro”, como otros defienden lo contrario. Los hechos hablan, y la cuestión parece ser ya más académica que otra cosa. La línea política de Breton ha sido tan analizada y está ya tan establecida que yo en su día no pedí este libro, por no volver de nuevo a más de lo mismo.

Laurens Vancrevel es como siempre quien más se ocupa de las producciones actuales del surrealismo y sus cercanías. La mayoría han sido apuntadas aquí, pero sus comentarios son siempre finos y oportunos, ahora sobre Western terrace de Allan Graubard y Gregg Simpson, sobre Opra sfola de Zuca Sardan, sobre La vie privée des mots de Alain Roussel, sobre los poemas de Desmond Morris traducidos al francés y sobre Barajar la poesía de Alfonso Peña, en que son entrevistados, entre otros, Zuca Sardan, Beatriz Hausner, Enrique de Santiago y Rodrigo Verdugo.

Al alcanzar esta cota de los 150 números, recordemos que hay disponible un útil índice actualizado:

índice general infosurr

Encuentro de surrealistas


Ya se anuncia este encuentro de surrealistas que tendrá lugar en octubre. Yo estoy ahora en Londres y ya me he hecho con la mascarilla. También me he puesto, para entrar en esa bella y bucólica ciudad de New York, las dos vacunas, una en cada testículo, ya que, según revela un reciente estudio científico, de esta manera la eficiencia llega al 70 %.

Paseando por las calles de Londres,
a la espera de zarpar hacia Nueva York

Para leer en el encuentro, he elegido esta página del número 4 de la revista Arsenal, ya que trata de la profesora Caws, quien parece presidir el evento. Así volveremos al año 1989, cuando espíritus como Franklin Rosemont o Mário Cesariny mantenían el surrealismo en todo su vigor. Hoy en cambio el "caso perdido" es un surrealista más.


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galería 30

miércoles, 25 de agosto de 2021

Soapboxes estivales

Massimo Borghese, Fausto y Mefistófeles, 2021

El último número de Soapbox –193– no puede comenzar mejor: un homenaje poético de Joël Gayraud a André Breton y este “mensaje” de Anne-Marie Beeckman: “Cuando yo puedo, miro hacia el horizonte más lejano”.


Pero hay además la referencia a tres novedades sobresalientes: de Joël Cornuault, una publicación sobre André Breton que ya comentaremos aquí, tan sugestiva me ha parecido; en el número 104 de Europe, dedicado a Raymond Roussel, un ensayo estupendo de Laurent Albarracin sobre Jorge Camacho; y en alianza de tres editoriales, pero que sin que hasta el momento yo haya visto manera de localizarlo para una petición (solo hay una referencia en la mierda de facebook), el título Le Vent pour des Étables, con muchos nombres del surrealismo actual. También se anuncia la segunda entrega de Alcheringa, revista del Grupo Surrealista de París, y se corona el número con un poema de Styrsky en la reciente traducción francesa de ab irato; yo lo pedí y pagué hace más de dos meses: deben haberle hecho una pcr y lo tendrán los correos franceses o españoles en cuarentena.
Los dos números anteriores llevan poemas de Bertrand Schmitt y reproducen la flamante obra de Massimo Borghese con que embellecemos esta noticia.

lunes, 23 de agosto de 2021

Ramsès Younan: monografía definitiva

Ramsès Younan, La ciudad mágica, 1960

Responde a las expectativas este volumen dedicado a Ramsès Younane, nombre clave de la proyección surrealista en Egipto, junto a Georges Henein. Desde la monografía dedicada a Maurice Heine, reseñada aquí en febrero del año pasado, no había aparecido una obra con estas cualidades.

La edición de Zamân Books es impecable, con trescientas páginas llenas de textos, documentos y reproducciones de muchas de sus piezas, más un catálogo razonado al final. La organización del volumen es muy adecuada y permite configurar una imagen de Younan sin fisura alguna.

La primera sección la integran cuatro ensayos que esbozan la personalidad de Younan. El mejor, datado en 1990, es el de Michel Fardoulis-Lagrange, quien participó en La part du sable y caracteriza muy bien su pintura al final de su texto. El de Alain Roussillon (1987) contiene la habitual denigración de André Breton y los tópicos para el surrealismo de la “capilla” y el “dogmatismo”. Peor es cuando Patrick Kane (2019) afirma que Henein y Younan se distanciaron del surrealismo a causa de que “la directiva de postguerra de André Breton buscaba establecer una liga artística internacional pro-estalinista” ¿No hay nadie que controle este tipo de dislates? Ya que no se trata de una opinión sino de una falsedad cruda y dura, de un completo disparate; son casos en que no parece que el autor sepa lo que está diciendo.

El segundo capítulo es el de las pinturas de juventud y el período surrealista, y el tercero el de los dibujos, “tracts” y poemas surrealistas, con el legendario manifiesto “Viva el arte degenerado” (1938), el de la primera exposición de arte independiente en El Cairo (1940) y las detonantes “Notas sobre una ascesis histérica” en colaboración con Henein (1947). Esta es una sección muy rica, con textos que le dedicó Henein en 1945, 1959 y 1977 y el reciente poema de Marc Kober “Antropofagia íntima”.

Alternando las imágenes con los textos, siguen sus gouaches del período 1946-1960 y una serie de textos críticos sobre ellos. Dos son de Henein, pero como siempre quien está deslumbrante es Édouard Jaguer, de quien se reproduce el ensayo    que en 1991 publicó el catálogo Sueños de tinta. Óscar Domínguez y la decalcomanía del deseo. Este dato no se aporta, echándose en falta una bibliografía final, lo que hubiera permitido señalar, por ejemplo, que el propio Jaguer dedicó a Younan en el número surrealista de Opus International, del mismo año, un artículo que nosotros reproducimos al final de esta noticia.

Sorprendentemente para mí, encuentro superiores las pinturas “abstractas” de Younan a las de su período surrealista. Son de veras soberbios cuadros como Ebullición, Amenaza de tempestad, La lucha de las formas, Cristales rocosos, La ciudad mágica, El carro lunar, Silencio, Arabescos, Fantasmas totémicos, Fuente y rocas, Abstracción inspirada por la montaña roja, Abstracción de rostro rocoso y otros carentes de título.

Interesantísimo es el capítulo de escritos, con grandes reflexiones sobre el arte y las críticas que formuló al marxismo y al surrealismo. Entre estos textos, que abarcan las décadas 40, 50 y 60, varios son antológicos: “La parole est aux peuples”, “El arte y la historia”, “La desagregación de los mitos”, “El rostro del hombre”, “La visión del artista y la lógica de la naturaleza”. Las palabras con que concluye “El peligro del fascismo”, de 1942, hacen pensar en el tiempo presente: “Sabemos que la multinacional fascista no carece de fuerza, ni de recursos, ni de poderosas instituciones, ni de colaboradores... Será pues un largo y sangriento conflicto... Pero, confiantes en las fuerzas potenciales de los pueblos, nos negamos a desesperar”.

Los “textos filosóficos” muestran su atracción por Albert Camus, a la vez que el rechazo de la vulgata existencialista (y una carta a Henein incluye una burla de la deprimente Beauvoir). Magníficos son “Variaciones sobre el verbo cubrir”, “Al margen de Max Stirner” y “Literatura y sociedad”. Este último es explosivo, alineándose Younan con los “hors-du-classe”, por oposición a la burguesía y el proletariado: “Volvámonos completamente inútiles... ¡Renunciemos a jefe, padre y oficio! ¡Reforcemos los rangos de los desclasados! ¡Y que nuestra locura se extienda hasta paralizar todo funcionamiento de esta sociedad criminal!...” Y en el texto sobre Stirner: “Pronto el mundo se va a convertir en un inmenso Campo correccional, donde los Grandes Médicos de Todos los Males del Mundo y los Dispensadores de Todos los Bienes le van a prescribir a cada uno la dosis que le conviene... Es lo que se llama Seguridad social”.

Otros escritos y correspondencia inéditos cierran el volumen, dos de las cartas dirigidas a su aliado de siempre, Georges Henein.

Como apéndice, la biografía, la serie de exposiciones y el catálogo razonado hacen, al estar muy bien, aún más extraña la ausencia de un listado bibliográfico.

Ramsès Younan, en el libro que merecía y que le hace entera justicia.

la part du sable

sábado, 21 de agosto de 2021

Permiso de vivir

¿Hasta los surrealistas empiezan a despertar? Un amigo nos hace llegar este documento de rabiosa actualidad, elaborado por el gran Marcel Duchamp para el fascículo VII del volumen II de la enciclopedia Dacosta (1947), en su día reseñada ampliamente aquí.


 

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Textos de Giorgio Agamben, uno de los poquísimos intelectuales que han escapado al naufragio general de la inteligencia europea:

martes, 17 de agosto de 2021

Raúl Henao: “Mors osculi”


Que una de las grandes voces poéticas de la América hispanoparlante sea a la vez una voz poética del surrealismo, no hace sino honrar una tradición que une los nombres de Aldo Pellegrini, César Moro, Gómez-Correa, Ludwig Zeller, Fernando Palenzuela. Como ellos, Raúl Henao ha podido y logrado forjar a lo largo de los años una obra poética que es puro sortilegio, y de una calidad imaginativa que, a mi juicio, solo da la absorción de ese extraño flujo emanado por los satélites principales del surrealismo. En este caso, el propio poeta se reconoce impregnado por el espíritu de la cábala, el sufismo y el taoísmo, lo cual sin duda hubieran considerado perfectamente legítimo un Arturo Schwarz, un Sarane Alexandrian o un Mário Cesariny, a quien, por cierto, va dedicado, excepcionalmente, uno de los poemas del libro.

Mors osculi reúne poemas inéditos en libro, que van de 1980 a 2020. Se suma pues al también reciente La llave oculta, convertidos en dos mojones decisivos en la trayectoria de uno de los pocos poetas de mi tiempo que, llegado yo a la última o penúltima vuelta del camino, han conseguido de veras apasionarme.

 

LA AMANTE INVISIBLE

 

Vueltos de cara al viento de leva del propio destino.

A todo cuanto fuimos, somos y seremos

en el espejo de la humana condición,

sólo las horas de soledad alrededor nuestro

nos llevan a encontrar de nuevo

la flor perdida de la infancia,

el canto del cucarachero en la tapia ruinosa

del viejo barrio suburbano,

para, finalmente, otorgarnos la dádiva suprema

de cambiar la propia vida.

 

Aceptándola en su plenitud de goce y sufrimiento.

 

Vueltos de cara al viento de leva del propio destino.               

A todo cuanto fuimos, somos y seremos

en el espejo de la humana condición,

solo las horas de soledad alrededor nuestro

nos llevan a reanudar la búsqueda

de la fuente de la juventud y Eldorado,

la estrella de los magos o la amante invisible.

 

Y aceptándola en su plenitud, a cambiar la vida.

lunes, 9 de agosto de 2021

Collages de Aube

Exposición de collages de Aube Breton junto a cuadros de conchas de Youen Durand, artista de arte singular.

Granell en Guatemala: cuestiones esenciales

Eugenio F. Granell, 1991

Atención a este ensayo excepcional de Claude Albertani sobre Eugenio Granell, en español y en francés:

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Continuamos con otra de nuestras galerías de imágenes contra el actual nazismo (desde que han surgido los pases de la vergüenza ya es poco hablar de fascismo) tecno-político-mediático-sanitario planetario.

jueves, 5 de agosto de 2021

Jan Schlechter Duval: “The Prigen Portraits”

Jan Schlechter Duvall, sin título, 2008

Hoy presentamos un documento excepcional, gracias a la generosidad de nuestro amigo Rik Lina.

Se trata de un pdf con obras de Jan Schlechter Duvall, una fabulosa serie de retratos que le envió poco antes de morir, pero que habían sido realizados en 1999 en Prigen, la ciudad indonesia donde residía al final de su vida. Lo cierran estas palabras suyas:

“Every work by Jan Schlechter Duvall is animated by a nocturnal spirit world, discovered as a child in Indonesia with its ancestor worship evoked by the Wayang game and shaped early in his childhood with the Chinese calligraphy of the market. The atrocities of the world war introduced him to the jungle spirits of Burma and Thailand and later to those of the civilized jungles of western continents.

These are the masked portraits of people he met there, in each of them the ghosts appear and break the outward appearance of the faces. His weapon is an inspired tropical palette of hues and tones that rub against all corners of the prism, the rainbow's light captured and forwarded. In this way they become masks that do not hide the essence of the human being, but rather reveal it.”

De Schlechter Duval hicimos la siguiente semblanza en Caleidoscopio surrealista:

Jan Schlechter Duvall (1922-2009). Laurens Vancrevel, en el n. 44 de Infosurr (2002), nos hace una presentación idónea de este poeta y artista, con motivo de su primera exposición en su país natal: “Nacido en Tandjong Pandang, en plena época colonial y en el medio mestizo, es encarcelado en 1942 por el ocupante japonés y forzado a trabajar cuatro años en la construcción de las vías férreas en Tailandia y Birmania, donde es gravemente torturado. Después de la guerra se va a estudiar pintura a Amsterdam. Allí se siente atraído por el movimiento Cobra. Regresa a Indonesia en 1950, y vive como pintor y profesor de dibujo. Amenazado en la guerra civil por los nacionalistas, decide en 1956 partir para Europa con vistas a emigrar a los Estados Unidos. Esperando irse, trabaja en Holanda, donde conoce a Laurens Vancrevel y Jak van der Meulen, y descubre el surrealismo. De 1962 a 1992 vive en Ottumwa, Iowa, y colabora con el grupo surrealista de Chicago y con Ludwig Zeller en Toronto. Exposiciones personales en Leiden, La Haya, Chicago, Toronto, San Diego. Ha participado en varias exposiciones de Phases desde 1973”. En 1967, lo hace en la de la revista holandesa Brumes Blondes con “el único auténtico retrato de Lautréamont”, y al año siguiente en la primera del grupo de Chicago, que estrenaba su galería Bugs Bunny. Schlechter Duvall se convierte en un puntal de este grupo, interviniendo en sus publicaciones y exposiciones (en la mundial de 1976 con estupendos trabajos automáticos) e ilustrando The apple of the automatic zebra’s eye de Franklin Rosemont. También ha colaborado con los surrealistas de Ohio y California, exponiendo varias veces en la galería Oneiros de San Diego (el catálogo de “En la O de Eros”, exposición de 1992, contenía poemas suyos y textos de Jon Graham y Jhim Pattison, incluidos en Invisible heads. Surrealism in North America). De vuelta a Indonesia, sus obras últimas son mostradas en 2002 con el título “El mundo misterioso”, apareciendo al año siguiente su libro de textos e ilustraciones I am a tree. Más recientemente, en 2007 Brumes Blondes publica Una vida desordenada, selección de sus poemas y notas neerlandesas. En 2008, poemas y pinturas suyas (una de ellas, de ese mismo año) conformaban una deliciosa página del catálogo O reverso do olhar, la Exposición Internacional del Surrealismo Actual organizada en Coimbra por Miguel de Carvalho. Por último, en 2009 apareció un maravilloso libro suyo, The adventures of Desirée, tres series de imágenes en color a partir de sendos dibujos de Unica Zürn, con una extensa introducción de Vancrevel y un relato de la génesis de la obra por Richard Waara. Al morir, en el n. 7 de Brumes Blondes –donde estuvo presente desde 1964– apareció, junto a un “fumage” suyo, otro de Timothy Robert Johnson en homenaje a su memoria, así como su poema In the valley of lost voices.

Franklin Rosemont le dedica un espléndido artículo en Revolution in service of the marvelous (2004), titulado “Schlechter Duvall. Eros and Automatism”, ya que el propio Duvall ha descrito su trabajo como “erótico-automático”, insistiendo además en que la auténtica práctica automática nunca es repetitiva, al estar enraizada en “el deseo del deseo y en la total libertad”, que no es otra cosa que “la manera de vida que nos sitúa a los surrealistas aparte del resto del mundo”.

The Prigen Portraits

domingo, 1 de agosto de 2021

“Littérature”, n. 20

En agosto de 1921 acababa la primera serie de Littérature, con un número dedicado en su integridad al llamado “affaire Barrès”.

Hoy cuesta imaginar la fama que tuvo Maurice Barrès en su tiempo, sin la cual no se explica esta contundente reacción de la muchachada surrealista, que asumió la forma de paródico juicio, celebrado a la misma hora que el consagrado escritor disertaba sobre “el alma francesa durante la guerra”. Como a Claudel o Bergson, no se le perdonaba a Barrès su actitud durante la I Carnicería Mundial.

El “affaire” está perfectamente estudiado por Marguerite Bonnet en una publicación de Corti, pero debe consultarse también, al añadir documentos inéditos, el tomo de la colección “Surréaliste” de Jean Michel Place dedicado a los procesos surrealistas que organizó Monique Sebbag.

A veces se ha visto este caso como un típico “asesinato del padre”, pero obviamente hay mucho más y esa no es sino una explicación fácil.

Tras el “Acta de acusación” formulada por André Breton, desfilan los testigos. Uno de ellos es Tristan Tzara, quien dice cosas muy interesantes pero concluye con una ridícula cancioncita dadá reveladora de aquello a lo que el ácido movimiento alemán había llegado en París. Hay una intervención de Ungaretti y otra de Jacques Rigaut. Esta es colosal, de un derrotismo a prueba de bombas.

La gran publicación surrealista del momento fue Le passager du transatlantique, primer poemario de Benjamin Péret, en la Colección Dadá de Au Sans Pareil, con cuatro dibujos de Hans Arp y una tirada de 50 ejemplares. Soupault lo reseñaría en el primer número de la segunda serie de Littérature.