sábado, 29 de febrero de 2020

Flamand y los surrealistas alquimistas, por Patrick Lepetit

É.-C. Flamand,
ante la sirena de la iglesia de Champdieu,
(foto de Obéline Flamand)

Este trabajo de Patrick Lepetit, quien se ha convertido en el principal estudioso actual de una vertiente capital del surrealismo (sin olvidar a David Nadeau), merece ser leído:
Damos también el enlace de su conferencia sobre surrealismo y esoterismo:

“Infosurr”, 141

El nuevo número de Infosurr ofrece abundantes aristas polémicas. Guy Girard, al reseñar Métaux adjacents de Pierre Le Goff, critica los errores crasos del postfacio, aparte hacer una buena caracterización del escritor en sus relaciones con el surrealismo. Heribert Becker se burla de la disparatada conexión de ciertas obras de Max Ernst con los jeroglíficos egipcios, legible en un catálogo alemán. Dominique Rabourdin, en su extensa reseña de la película de Phares dedicada a Picabia, tiene palabras muy justas sobre los usuales defectos de los documentales, que afortunadamente (como ya señalé yo mismo aquí) no son aplicables a este disco. Y Laurens Vancrevel, aun elogiando el octavo número de Peculiar Mormyrid, se queja de la abundante presencia de textos e imágenes “decepcionantes”, carentes de ese especial aliento que esperamos siempre.
Los textos sobre todo de Richard Walter y Laurens Vancrevel mantienen el tono del boletín en su exhaustiva atención al material de interés que va surgiendo de y en torno al surrealismo. Destaquemos también la nota que Guy Girard dedica a la “colección de cortos mensajes automáticos” que componen Chemins de nuit et leurs stations, de Hervé Delabarre.
La nota de Gérard Durozoi a la reedición de Les métamorphoses du vide me hizo volver a mirar los precios de este libro que la editorial ya hizo indisponible, tras ponerlo a la venta a 20 euros: 68 euros (y la edición de 1955, a... 495). Y por cierto que acaba de surgir un sitio dedicado a Maurice Henry.
infosurr enero-febrero 2018


Surrealismo y Alemania

Hannah Hoch.
Nunca mantengais ambos pies sobre la tierra.
1940

La revista Mélusine dedica su nuevo número a un tema harto interesante: los surrealistas “franceses” y Alemania. Esta revista, donde han aparecido muchos trabajos importantes, solo se edita digitalmente, lo que me impide comentarla, ya que no leo obras extensas en pantalla y carezco de impresora. Pero está disponible para todo interesado, y por mi parte ya veré si aparece alguna reseña en Infosurr, quizás a cargo de Heribert Becker.
surrealismo y alemania

Surrealistas en la guerra de España

Josef Sima, Revolución en España, 1937

Xesús González Gómez, conocido por sus trabajos muy documentados e inteligentes en materia de surrealismo, acaba de publicar un estudio de envergadura sobre los escritores extranjeros en la guerra de España, que presta especial atención a la presencia surrealista. Al respecto recuerdo hace años que Claude Courtot me preguntaba por Marcel Noll, de quien este estudio no deja de ocuparse.

Monografía sobre Bory

J.-F. Bory, Bonjour Mr. Duchamp, 1976

Una monografía reciente sobre Jean-François Bory, incluyendo en sus 600 páginas su correspondencia con el gran Raoul Hausmann y un ensayo de Jerôme Duwa:

jueves, 27 de febrero de 2020

Valentine Hugo: “El carnaval de las sombras”

Valentine Hugo, Tucán, 1934

Hasta ahora el libro de referencia sobre Valentine Hugo era el catálogo de Jacques Damase éditeur, publicado en 1983; ya es necesario acompañarlo, junto al volumen de Écrits et entretiens (2002), por este nuevo catálogo que reconozco haber pedido solo por incluir un trabajo de Dominique Rabourdin sobre la artista y Breton.
Valentine Hugo. Le carnaval des ombres supera al catálogo del 83 por tener las reproducciones en color y por venir acompañado de tres trabajos muy meritorios de Victoria Combalía, de Nadine Ribault y del citado Rabourdin. La sorpresa ha sido el superlativo ensayo de Nadine Ribault (la organizadora del volumen), modelo de sensibilidad y de simpatía hacia una figura que se lo merece íntegramente y que sale de sus páginas resplandeciente y magnificada, con un especial aplauso para el vigor con que Nadine Ribault refuta a Cathy Bernheim, quien en un libro de 1990 derramaba raudales de mezquindades y falacias sobre Valentine Hugo. Nadine Ribault demuestra la generosidad de espíritu de Valentine Hugo y su búsqueda permanente de lo “sublimemente bello” en la convicción de la “soberanía de la poesía”.
Le carnaval des ombres se publicó hace ya dos años, en las ediciones Invenit, como catálogo que acompañaba una exposición de rarezas de Valentine Hugo en la Biblioteque des Annonciades de Boulogne-sur-Mer. Es el libro fundamental para quien se interese por quien llamó André Pieyre de Mandiargues “una de las más ardientes mujeres surrealistas”.

martes, 25 de febrero de 2020

Toyen por Pieyre de Mandiargues

Toyen, Espejismo, 1934

En la reciente recopilación de Annie Le Brun, Un espace inobjectif, su recorrido por la obra de la más grande pintora del surrealismo (“Toyen o la insurrección lírica”, ensayo que por sí solo obliga a tener el libro) cita un texto poético de Pieyre de Mandiargues muy poco conocido, o al menos que yo no conocía, y que no está incluido en sus preciosos “Belvederes”, aunque seguramente sí en algún otro libro suyo (descubro con cierta perplejidad que no están recogidas sus obras completas).
“Septuor pour Toyen” apareció en 1956 en la revista Monde Nouveau y afortunadamente fue recogido en Poèmes de l’année 56, información que me ha dado mi amigo Georges Sebbag y que me ha permitido llegar a él. Por su rareza (y excelencia), lo reproduzco seguidamente.

viernes, 21 de febrero de 2020

Gales: “Wellspring of the Imagination”


Prosigue en el País de Gales la exposición internacional surrealista “Surrealism: Wellspring of the Imagination”, organizada por John Richardson y John Welson y con obras, aparte las de ellos mismos, de Patrick Lepetit, Michael Löwy, Guy Girard, Ody Saban, Rik Lina, Gregg Simpson, Michel Remy, Laurens Vancrevel, Guy Ducornet, la Sección Surrealista del Cabo Mondego, Kathy Fox, Neil Coombs, Desmond Morris, etc. Secciones específicas “temáticas” incluyen obras que celebran (e incluyen) las dos muy notables publicaciones Arcane 17. A lodestar of the 21 century y Alice. The looking glass threw, reseñadas ya aquí en su momento.
Abierta hasta el 1 de abril, esta exposición contará el 6 de marzo con una sesión de lecturas a cargo de Jean Bonnin, Neil Coombs, David Greenslade, John Welson y John Richardson.













martes, 18 de febrero de 2020

“Dreamdew”, 21

Este nuevo número de Dreamdew traduce el ensayo sobre los sueños de Pierre Mabille y continúa con la Biblioteca Onírica. Esta incluye en su cuarta entrega un sueño en que yo mismo soy el bombo de la fiesta, por lo que me permito confidenciar mi sueño despierto de un libro compuesto, a todo color, por todos los números de Dreamdew, cuya lectura, por ejemplo en una playa solitaria, provocaría la irrupción nocturna de variopintos y fastuosos sueños.
En un capítulo bibliográfico, se da cuenta de un libro de Joseph Cornell con sus sueños y material inédito, cuya existencia no conocía, y que he incorporado de inmediato a la Cronología del Surrealismo.
“Je ne retiens de la vie que la saveur du songe / Je ne retiens des songes que l’honneur de la vie” (Gérard Legrand)




lunes, 17 de febrero de 2020

Yves Élléouët, Unica Zürn, Marcel Mariën

Carta astral de Yves Élléouët,
establecida por André Breton

Ha salido una recopilación poética de Yves Elléouët, cuyo único libro de poemas es Au pays du sel profond, publicado en 1979. Título: Dans un pays de lointaine mémoire. Recientemente dimos noticia de una preciosa monografía que le había dedicado Patrick Lepetit (Yves Élléouët, Farder la nuit) y hoy vamos a reproducir unas páginas excelentes que, dentro de un muy interesante ensayo sobre la poesía, le dedicó Alain Joubert en el número 12 de Le Cerceau, que en la primavera de 1997 era, con Supérieur Inconnu de Sarane Alexandrian, la única isla habitable entre las revistas de aparición regular.























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Exposición con material extremamente interesante de Unica Zürn:

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Gracias a Monique Van de Wouwer pasamos a tener información cabal y al día de lo que se refiere al surrealismo en Bélgica. A su historia, se entiende, porque el movimiento surrealista en Bélgica se encuentra hace años en estado de hibernación, por lo que se refiere a actividad colectiva. Ahora tomamos nota de la existencia de una Fundación Marcel Mariën, que no sé cómo él se hubiera tomado, pero que cuenta con la garantía de colaborar centralmente en ella Xavier Canonne.

domingo, 16 de febrero de 2020

Las ediciones de Javier Gálvez

Tras dos años sin las muestras poéticas de las ediciones que lleva Javier Gálvez en Madrid, algo a lo que no nos tiene acostumbrados, he aquí que reaparece con tres nuevas publicaciones, en cada uno de sus sellos: Ardemar, Si ne qua non y Solsticio.
Datado en agosto de 2019, Poemas para una estación inexistente porta un celebrado pasaje de Rimbaud –“et des fleures arctiques (elles n’existent pas)”– y es poesía amorosa “para Melusina”, pero también “para regalar a algunas de las constelaciones del cielo poético”, una serie de amigos del surrealismo entre los cuales el Gato con Botas.
Ya del año 2000 son Trayectoria del sueño y Tres principios de la imaginación, ambos acompañados de fotografías, como es habitual en Javier Gálvez. Trayectoria del sueño concluye con esta afirmación: “De todos los viajes que el ser humano puede realizar, el sueño es el más estupefacto, aquel que nos permite caminar sin rumbo fijo y nos transforma en nuestra propia línea de horizonte”.
Por último, de nuevo el poeta-fotógrafo revisa con su sorna peculiar algunos dogmas intocables de la ciencia occidental, en concreto el principio de Arquímedes, el teorema de Pitágoras y la primera ley de la termodinámica.
Se trata de ediciones casi confidenciales, como ocurre frecuentemente en el surrealismo: 15 ejemplares de los Poemas para una estación inexistente y 20 de los otros dos títulos.

Teorema de Pitágoras

jueves, 13 de febrero de 2020

Sonámbula: Delabarre, Lacomblez

Casi al mismo tiempo que Elutriation de Jean-Paul Martino, las ediciones surrealistas de Sonámbula han lanzado dos preciosos cuadernos poéticos, de sendos nombres señeros del surrealismo.
De Jacques Lacomblez, coincidiendo con la aparición de la monografía de Le Grand Tamanoir, aparece una segunda parte de Bois flottés, su carné de poemas y reflexiones. El primero se publicó en 2016 y correspondía a los años 2008-2015 (Ludovic Tac lo reseñó brillantemente en el número 129 de Infosurr), mientras que este cubre los años 2015-2017. De nuevo acompañan las palabras dibujos del propio Lacomblez.
La edición, de 150 ejemplares numerados, concluye con un intercambio epistolar de 1966 entre Lacomblez y Claude Tarnaud.


En segundo lugar, tenemos Du string de Hervé Delabarre, refrescante poema de un surrealista cuyos primeros libros aparecieron en 1960 y que ha llegado incólume al tiempo presente (es más, Du string enlaza con una de sus dos publicaciones de aquel año, Les dits du Sire de Baradel, aparecidas en las ediciones Peralta del gran Jehan Mayoux). La edición es de 70 ejemplares numeradas y el dibujo de la cubierta es de Bernar Sancha. Una nota final explica las “circunstancias” del poema (el texto de contraportada, que reproduzco seguidamente, es el comienzo de dicha nota). Y un comentario de Alain Joubert puede consultarse en el enlace que damos.


Sonámbula, en su incesante labor de extrema calidad, anuncia de Beatriz Hausner La vida de las plantas y de Guy Cabanel una continuación de su admirable Les cités légendaires.
delabarre joubert

miércoles, 12 de febrero de 2020

Jean-Paul Martino, en Sonámbula

Martino, en su tienda Woo Shop,
Vancouver, 1985

Sonámbula cumple su palabra y acaba de publicar Elutriation, de ese gran y muy poco conocido poeta que era –es– Jean-Paul Martino.
La edición, de tan solo cien ejemplares numerados, es una esquisitez, con numerosas tintas de Jean-Pierre Paraggio, quien ya acompañaba con sus dibujos el anterior libro de Martino, Osmonde suivi de Objets de la nuit. Dado que estos poemas fueron escritos en inglés, hay traducciones al francés, por Élise Aru y Guy Girard, y al español, por Fernando Palenzuela, que es lo mismo que decir que entre poetas anda el juego.
El prefacio es excelente, con el carácter testimonial que le da el hecho de que Grace Woo haya sido compañera del poeta durante muchos años, caracterizándolo como “un sabio místico”.
“Yo he visto muchas / cosas magníficas” (“La hora del oso”).

Extracto de la edición original de Elutriation

martes, 11 de febrero de 2020

Lurdes Martínez: una vida poética

Desde 1992 en el Grupo Surrealista de Madrid, Lurdes Martínez es una de las voces más interesantes del surrealismo en áreas hispánicas. Sus ensayos y sus poemas han sido siempre especialmente apreciados por quien esto escribe, y de ahí que aplauda con regocijo la feliz idea de recoger sus textos ensayísticos en un volumen que pasa a ser esencial en la biblioteca tan viva del grupo madrileño y en la del surrealismo actual en su conjunto.
Julio Monteverde, también en el Grupo Surrealista de Madrid, ha hecho un prólogo que no es de compromiso, sino en el que ahonda en el sentido unitario de las intervenciones de Lurdes Martínez a lo largo de casi dos décadas, “y es que todos los textos que componen este libro participan, en formas quizás diferentes pero sin duda complementarias, de la experiencia de lo maravilloso como momento de ruptura de la realidad consensuada, como lugar de percepción de esa otra posibilidad para la existencia”, con especial atención al fenómeno del azar objetivo, que ha sido desde sus orígenes una de las preocupaciones privilegiadas del grupo y de Lurdes Martínez en particular, muestra sobrada de lo cual hay no solo en los ensayos más enjundiosos, sino en textos breves y fulgurantes.
Saqueadores de espumas se divide en cuatro apartados que dan buena idea del contenido del libro: “La experiencia arruinada”, “La ciudad y sus grietas”, “Exterioridad” y “La experiencia reencantada”. La procedencia de los textos es variada, con destaque para la revista Salamandra y el periódico “observatorio del sonambulismo contemporáneo” El Rapto, pero, a diferencia por ejemplo de lo que ocurre con la recopilación de Annie Le Brun recientemente comentada aquí, no solo se puede ver el conjunto como un solo texto, sino que, como muy bien señala Julio Monteverde, ese texto único deja plasmada “la nítida forma de una vida poética”, y esto es tal vez lo esencial de Saqueadores de espuma, la involucración pasional de la autora en todo lo que nos refiere.
A los textos más conocidos, o sea a los que han ido apareciendo en las publicaciones del grupo (con piezas detonantes como “Perfil pasional de la orografía” o “Recorriendo la ciudad amnésica”, rotunda corrección al libro Walscapes. El andar como práctica estética de Francesco Carreri), se suman al final dos en libros colectivos, sobre sendas películas: la maravillosa L’Atalante de Jean Vigo, y la más ignota, pero también reivindicada por el surrealismo, La novia del pirata de Nelly Kaplan.
Es quizás el mejor elogio particular de este libro de Lurdes Martínez que, al reencontrarme con sus páginas de Salamandra y de El Rapto, en la mayoría de las ocasiones me hayan resultado muy frescas en la memoria, a diferencia de lo que me ocurre con tantas otras relecturas.
La abundancia de ilustraciones (la mayoría, fotos de la propia autora) redondea esta publicación, habiéndose integrado en general las que acompañaban las versiones originales.
saqueadores de espuma

Un maestro libertario

lunes, 10 de febrero de 2020

Los homenajes de Rik Lina

El mar del sueño (Homenaje a Toyen), 2005

Como prosigue la exposición de Rik Lina en Amsterdam, vamos a ofrecer a nuestros lectores dos documentos de extremo interés.
El primero reúne sus homenajes: a Lewis Carroll, a Sade, a Ducasse, a Poe; a Degas, a Manet, a Seguers, a Ta-Chi, a Chu-Ta, a Hakuin; al Capitán Beefheart, a Eric Dolphy, a Charlie Parker, a Thelonious Monk; a Matta, a Schwitters, a Lam, a Breton, a Péret, a Paz, a Artaud, a Ernst, a Elburg.
El segundo presenta sus homenajes a pintores, con obras que responden poéticamente a una obra particular de cada uno. Aparte nombres ya enumerados, anotemos, ahora desordenadamente, los de Odilon Redon, Miró, Arcimboldo, Hector Hyppolite, Granell, Cesariny, Cruzeiro Seixas, Gauguin, Picabia, Gorky, Toyen, Van Gogh, Tanguy, Chirico, Moreau, Sousa Cardoso, Desiderio, Masson.
Un artista de más que bellas raíces.

domingo, 9 de febrero de 2020

Annie Le Brun, entre las palabras y las imágenes

Annie Le Brun vuelve a reunir sus escritos dispersos en un volumen que se suma a los títulos À distance (1984) y De l’éperdu (2005). Como siempre, una mirada sólida, arriesgada y lúcida, sin concesiones, se ocupa de cuestiones capitales para el surrealismo, y no solo.
Los escritos de que se compone Un espace inobjectif cubren los años 1996-2018, y hay tanto ensayos como artículos. Piezas maestras que ya conocíamos son las dedicadas a Jean Benoît (catálogo Filipacchi de 1996), al mismo Benoît y Mimi Parent (catálogo de Quebec, 2004), a Toyen (retrospectiva de Zagreb, 2002), a Leonora Carrington (catálogo de Gallimard, 2008), a Radovan Ivsic (catálogo Gallimard de 2015, reseñado aquí mismo), a la “invención” del deseo por el surrealismo (en Desire unbound, Tate, 2001) y al surrealismo y la “fascinación de lo oculto” (catálogo L’Europe des esprits, 2011).
Otros yo no los conocía, por diferentes motivos. El más sorprendente de ellos es el no haber llegado a saber que la exposición “L’Ange du Bizarre” produjo un gran catálogo, ya que por alguna mala información solo obtuve una revista que reseñé aquí; ahora, la especulación libresca lo vende a 750 euros. El trabajo de Annie Le Brun es espléndido, pasando revista a materia en que ha profundizado muchas veces, como la novela gótica, la figura y la obra de Sade o los motivos del castillo y de las ruinas.
Hay luego un segundo ensayo sobre Slavko Kopac (uno anterior fue recopilado en À distance), otro sobre Picabia, otro sobre el Picasso erótico (ya no tengo fuelle para Picasso, y pasé de ese catálogo, aunque de haber sabido que incluía un texto de Annie Le Brun lo hubiera pedido), otro sobre Lequeu “constructor de fantasmas”, una conferencia sobre las imágenes anatómicas y una bella disertación sobre el tiro al blanco (tiene interés quizás señalar que la palabra “mouche” y la expresión “faire mouche” se corresponden en español con “diana” y “dar en la diana”, ya que Annie Le Brun señala la curiosa ausencia del mito de Diana y Acteón en los blancos antiguos).
Lo único de lamentar en este volumen es la escasez de ilustraciones, que hace insustituibles los textos originales.
La lista de obras de Annie Le Brun que aparece al final de este volumen es ya impresionante, en una trayectoria iniciada al calor del surrealismo en 1967, cuando hizo con Toyen Sur le champ. Y de Toyen, cómo no, es la imagen de la portada: Las afinidades electivas, obra tres años posterior a Sur le champ.

Toyen, Noche tras noche, 1960

sábado, 8 de febrero de 2020

Catálogo de la “Galería de personajes”

Raymond Roussel, Impresiones de África

Me alegra haberme equivocado con que no había catálogo de la exposición de pierre d. la. Lo hay, y está muy bien. Incluye un excelente texto de Miguel Ángel Ortiz Albero en que toma la palabra cada uno de los personajes, precedida su intervención de una acotación, ya que se trata de una “tragicomedia en un solo acto”. Hay una veintena de ilustraciones, algunas en color, y se reproducen en miniatura las imágenes de todos los personajes.
Ya habíamos hablado aquí de pierre d. la a propósito de su “pasquín literarios” Poisson soluble, y en particular de los dedicados a Benjamin Péret y a Alfonso Buñuel, pero la ficha que se nos da de él en el catálogo nos informa de que en la última década realizó en el norte de España exposiciones de títulos muy sugestivos: A cualquier otra parte, Anónimos silenciosos, Laberintos, edificios y otras deconstrucciones, Un ser inquietante emerge (de la nada) para subrayar el énfasis de la melancolía, Deriva, Paisajes por anticipación...
Damos una serie de enlaces con más información de esta singularísima muestra que prosigue hasta el 15 de marzo.

Tzara, Sr. Antipirina

viernes, 7 de febrero de 2020

Noticias de Jean-Claude Silbermann


En la galería Michel Descours de Lyon expone Jean-Claude Silbermann sesenta “dibujos heroicos” bajo el título de “Una vía límpida”. Del 5 al 22 de este mes de febrero de 2002.
La exposición se desdobla en Villeurbanne y coincide con la aparición de Comme deux gottes d’or, poemas de Christian Bernard con imágenes de Silbermann.
La inspiración permanente de Silbermann es uno de los milagros de nuestro tiempo. Y tanto en el lenguaje plástico como en la escritura, donde acaban las legendarias ediciones de Sam Berlinn de publicar una nueva comunicación de extremo interés que es una muy lúcida “apología del inconsciente”, indagando en problemáticas para nosotros centrales: Dans l’ingénuité du désir (non suivi de Il ya des jours mais il n’y a qu’une seule nuit.


jueves, 6 de febrero de 2020

Surrealistas en Gales y otras novedades

Acaba de publicarse esta hoja de los surrealistas en el País de Gales:



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En Chile, se abrió de nuevo la exposición del Centro Matta:


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Importante muestra de Marcel Duchamp:

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La aparición de “The Room” invita a consultar esta importante página:
zonas subversivas surrealismo árabe

lunes, 3 de febrero de 2020

Ottawa surrealista, en fuerza


El Grupo Surrealista de Ottawa da en esta espléndida publicación, llena de energía imaginativa y subversiva, sin concesiones, toda la medida de la riqueza de sus indagaciones, a mi juicio más preferibles en su conjunto a esas enormes pero muy desiguales amalgamas que desde hace tiempo permite la facilidad comunicativa de la red. Generosamente se nos facilita el pdf, pero también damos el enlace de obtención del libro: 


"Dreamdew", número especial

Y especial en efecto es el interés de este número de Dreamdew:

sábado, 1 de febrero de 2020

Las prosas de Lamantia

En 2014 reseñamos la recopilación de poesías de Philip Lamantia como un libro capital, y hoy hay que decir que este tomo con sus escritos lo complementa de manera imprescindible. De nuevo el trabajo de edición de Garrett Caples es perfecto, como lo es la introducción, añadiéndose al final unas notas a cada uno de los textos por Steven Fama, útiles y exactas.
Preserving fire incluye los escritos más notables de Lamantia, con abundancia de inéditos. Lo que más nos interesa son sus períodos en el surrealismo: 1943-1946 y 1967 en adelante. En el 73, dirá que la etapa intermedia fue como “una reacción contra el impacto del surrealismo”, y que la llave la había recuperado en 1967.
La primera etapa se abre con una carta inédita a Charles Henri Ford, que Caples considera “el primer manifiesto surrealista en los Estados Unidos”. Tiene Lamantia ¡15 años! Ya célebre es su carta a Breton, publicada en el número 2 de VVV , donde hay otras intervenciones suyas, como la dirigida contra los jóvenes poetas seniles, una plaga de los tiempos modernos, y quizás en especial de los actuales. En 1945 colabora en Freedom Through Anarchism, revista anarquista británica, y presenta su primera declaración de objetor de conciencia, a la que sigue otra en 1949, declaraciones llenas de candor y a la vez de energía en que se caracteriza como un enemigo del Estado.
En el período siguiente destacan la Carta desde San Francisco, una magnífica introducción a John Hoffman y otra de las mismas calidades sobre Guy Harloff, donde comienza citando a Meyrink, Lovecraft, el Cosmopolita y Edgar Allan Poe, lo que revela la semilla del surrealismo y la constante atracción por el esoterismo. Son años de errancias viajeras y de inmersión en la cultura psicodélica y en el movimiento beatnik, pero en los que además se acerca a las grandes culturas nativas, participando en una ceremonia del peyote en 1954. Hay aquí buenos textos inéditos.
Las “Notas para una poética de lo Maravilloso”, también publicadas por primera vez, anuncian su regreso al surrealismo, que ya es pleno en el “Testamento de la voz interior”. En los textos de los años 70, Lamantia afirma el surrealismo como manera de vivir y la poesía como instrumento de conocimiento y de libertad, lo contrario de “la monstruosidad de Ezra Pound y sus despreciables émulos”. Con Pound será especialmente implacable, rechazando la visión corriente, que se separa el personaje de la obra.
En estos años de surrealismo absoluto, Lamantia conecta con el grupo de Chicago, publicando ya en el número 2 de Arsenal. Considera Garret Caples que Lamantia, con su categoría inmensa de poeta y su mayor libertad de un anarquismo incendiado por la vida, fue el contrapeso al enfoque doctrinal de Franklin Rosemont. De 1974 es uno de sus escritos maestros, “El crimen de la poesía”, para la sección surrealista de la City Lights Anthology de Ferlinghetti. Pero aún superior es “Poetic matters”, ensayo soberbio que aparece en el número siguiente de Arsenal y que incluye el triunfo de las Sirenas sobre las Musas que tanto hubiera gustado a ese espíritu soberanamente anticlásico que fue André Breton (y ya en el juego de Marsella las Reinas habían dejado su trono a las Sirenas).
Se suceden en estos años pequeñas pero intensas notas sobre Alice Farley, Gerome Kamrowski, Marie Wilson y Clark Ashton Smith, la de este último inédita e incorporándolo al surrealismo bajo la bandera del humor negro. De 1979 es el fantástico ensayo “Radio voices”, de soberbio final, que es una pena no lleve las ilustraciones con que apareció en Surrealism and its popular accomplices, y de 1981 “El futuro del surrealismo, redactado con Nancy Joyce Peters, y del que hemos de aportar la nota erudita de que fue traducido cinco años después en el n. 3-4 de la revista surrealista Ojo de Aguijón, que llevaba en París el chileno Miguel Flores-Eloz:


El último escrito memorable de Lamantia es la Carta de Egipto, inédita, donde se plasma su discipulazgo de Schwaller de Lubicz a lo largo de más de un cuarto de siglo. ¿Y después? Lamantia no solo, tras una nueva fase depresiva, vuelve de nuevo al misticismo católico, sino que hasta diserta sobre la conciliación de catolicismo y surrealismo... Una despedida y cierre disparatada, sin duda, pero muchos otros que han tenido más “coherencia” ni remotamente han dejado un legado tan apasionado y apasionante como el suyo. En lo esencial y a pesar de todo, Lamantia es un capítulo esencial del anarquismo surrealista y de la más ardiente y viva poesía del surrealismo.
preserving fire

Epistolario Breton-Éluard

En su biografía de Quevedo, escribe Ramón Gómez de la Serna: “Voy a destacar de su epistolario inédito hasta hace muy poco, unos trozos de cartas insaculados de ese fárrago que se da mala sombra entre sí y que mezcla cartas interesantes a otras que no lo son mas que para el biógrafo, a quien le es muy caro cualquier papel”.
Esa es la sensación que se tiene prácticamente en todos los volúmenes de epistolarios, y este de Breton y Éluard no es una excepción.
Presenta y edita, en Gallimard, Étienne-Alain Hubert, lo que es extrema garantía. Las cartas van de 1919 a 1938, aunque las relaciones entre los dos protagonistas comienzan a ser conflictivas desde 1935. Como es predecible, las cartas de Breton son mucho más interesantes.
En los años 20, hay cartas interesantes sobre las sesiones de los sueños (1922), sobre el banquete de Saint-Pol-Roux (1925, con Breton comparando la actitud pusilánime del poeta con la que hubieran tenido Víctor Hugo o Baudelaire), sobre la lectura ciega y santificante que hicieron del tendencioso Lenin de Trotsky, sobre el affaire de los ballets rusos (1926), sobre el descubrimiento de Novalis (1929)...
Del 2 de agosto de 1930 es una carta magnífica de Breton a Éluard y Char sobre la visita de una “extraña desconocida”, y ya en 1931, junto a los comentarios al choque con Aragon, aparece la primera revelación: una encuesta sobre los “sentimientos humanitarios” que no fue concluida y de la que se nos dan las respuestas de Crevel y Dalí. La otra “revelación” es la de la intención que hubo en enero de 1934 de titular una revista del grupo Surréalisme International; iba a ser editada por Corti y el título dibujado por Man Ray.
La problemática del compromiso político aflora ya con carácter obsesivo en 1932, y toque patético fondo con el proyecto, al año siguiente, de “preparar un manual de materialismo dialéctico” y relacionarse con los estudiantes y con los “círculos marxistas”. En una carta de este último año, Breton nos deja un curioso retrato de Camille Bryan, mientras que en otra de 1935 señala la llegada de Bellmer. Por fin, de los años 36-37 hemos de destacar como sobresaliente todo lo referente a la preparación de la Antología del humor negro.
Las notas de Étienne-Alain Hubert son espléndidas, y si la del enigmático Dédé Sunbeam, por ejemplo, me pareció novedosa, se le ha escapado el buen conocimiento que hoy tenemos de Sheila Legge, sobre la que hay una prosa automática en la antología del surrealismo británico de Michel Remy y hasta un librito de Silvano Levy, datos que hubiera encontrado, sin ir más lejos, a la derecha de este blog.

“A Ideia”, 87-89

De nuevo la revista de cultura libertaria A Ideia dedica un gran espacio al surrealismo, lo que se anuncia desde la cubierta: un cadáver exquisito pictórico de Mário Cesariny y Rik Lina.
Una extensa encuesta sobre el centenario de la escritura automática incluye muchas respuestas de figuras del movimiento surrealista, como Allan Graubard, Beatriz Hausner, Eugenio Castro, Guy Girard, Joël Gayraud (especialmente sugestiva), Laurens Vancrevel, Michael Löwy, Sergio Lima, Miguel de Carvalho, Natan Schäfer, Ron Sakolsky y Rik Lina. De las restantes hay desde las interesantes, como las de Almerinda Pereira y Manuel da Silva Ramos, a las ridículas o simplemente irrelevantes, como las de Helder Macedo o Isabel Meyrelles. Magnífico, magistral es el texto final (todo un ensayo sobre el automatismo) del propio director de la revista, António Cândido Franco.
En el resto del número hay algunos bloques dedicados al surrealismo. Así, se traducen tres manifiestos muy importantes del grupo parisino en los años 1947-1951: “Rupture inaugural” (que fue decisivo para el joven Mário Cesariny), “À la niche les glapisseurs de dieu” y “Haute frequènce”. Y luego encontramos una serie de cartas de Cesariny al Grupo Surrealista de Madrid, no muy interesantes, quizás porque empieza a haber una cierta saturación de cartas de Mário Cesariny y de Cesariny en general.
Al presentarse los increíbles juegos verbales del decimonónico poeta ciego António Feliciano de Castilho, se dice que “hoy estamos en condiciones de revalorizar estos ejercicios en el cuadro del surrealismo”, olvidándose que esto ya lo hizo Natália Correia en su libro O surrealismo na poesia portuguesa (obra única y maravillosa, que sí que espera por una “revalorización”, a pesar de que se haya reeditado en 2002).
Por último, es obligado destacar, en la sección “Lecturas y notas”, el trabajo de Elvio Fernandes Gonçalves Junior sobre “la concreción del deseo” en la poesía de Sergio Lima, y, en la “Revista bibliográfica”, la reseña que hace António Cândido Franco de Ce qui n’a pas de prix de Annie Le Brun.