Es una alegría
inesperada la aparición de una segunda parte del maravilloso libro de Guy
Cabanel Les cités légendaires, que publicó Sonámbula en 2012.
Poco puedo
añadir a la nota que en su día le dediqué a aquella parte primera, ya que este
tomo de ahora forma unidad perfecta con el anterior: editado de nuevo por los
cuidados modélicos, primorosos de Sonámbula, lo acompañan de nuevo dibujos de
Jacques Desbiens (casi todos ocupando dos páginas y pertenecientes a la serie El
laberinto olvidado), que riman perfectamente, en sus grandiosos paisajes oníricos,
con la suntuosa imaginación prosística de Cabanel, tan saturada de sentido
mítico y por supuesto poético.
Nos toca
viajar ahora a estas 27 villas legendarias: Lo-Yang, Maikop, Gaziantep,
Inverness, Tumbuctú, Tumisoara, Praga, Yarkanda, Florencia, Yarmouth,
Rouchtchouk, Swakopmund, Jitomir, Qaraquorum, Lhasa, Mosul, Usti-Nad-Labem,
Liepaja, Trebisonda, Srinagar, Pontianak, Machu Picchu, Dudinka, Dodoma,
Hilversum, Faro y Ponapé.
Otro libro
dorado de Guy Cabanel, quien para mí es el poeta del surrealismo que más merece
aquella distinción de Saint-Pol-Roux: le magnifique.
Sin duda, este
es el mejor viaje que se puede hacer actualmente, y por lo que a mí respecta
solo lo puede igualar uno de esos viajes imaginarios que de vez en cuando yo me
hago a mi Portugal legendario y laberíntico, de trenes fantasmales, paisajes
desolados y seres de ultratumba, en busca perpetua de ciertos ojos de mujer que
a veces me ha parecido que podrían aparecer también en algunas vueltas de los
trayectos que Guy Cabanel describe frecuentemente en primera persona.
“Pero cuando
las mañanas son claras, la ciudad sumergida flota como un sueño de sirena sobre
la llanura azul”.
Jacques Desbiens, Gruta, 2018 |