Publicamos esta respuesta de Guy Girard a la reciente comunicación de Bruno Jacobs, aunque a partir de esta discusión volveré a la norma de este blog, que era no dar la palabra a voces ajenas.
(Por lo que a mí respecta, en estos momentos en que los Estados, convertidos a un totalitarismo de coartada sanitaria, cancelan las libertades cívicas y acosan y persiguen de manera criminal a amplios sectores de la población, y en que las élites financieras saquean a las clases populares y medias, todas estas cuestiones, aun coincidiendo en la conveniencia de preservar la radicalidad y ausencia de componendas del surrealismo, me resultan completamente inanes. Máximo cuando el surrealismo, por omisión o incluso concordancia plena con la mentira oficial –hay hasta surrealistas “históricos” que en su facebook se permiten burlarse de quienes no reciben el pinchazo que exige el Régimen y que de paso los convierte en productos patentados–, no parece sino apoyar este estado de cosas, como ya señalé recientemente.)