Comienza el milenio con Jorge Camacho traduciendo las "Vocales" para las Ediciones Ptyx, acompañado el cuaderno de un dibujo y el comentario de la traducción:
En el catálogo de la exposición internacional del surrealismo organizada por Debout sur l'Oeuf y celebrada en Coimbra en 2008, encontramos este tríptico de óleo y oro sobre tela realizado por Anasor ed Searom y titulado J'ai seul la clef de cette parade sauvage, arrogante frase que cierra la iluminación Parade, en que, a juicio de Yves Vadé, Rimbaud refiere sus poderes a los efectos del magnetismo:
En 2014, el número 3 de L'Or aux 13 Îles incluye un trabajo de Mauro Placì sobre Rimbaud. Como mi maestro juvenil Octavio Paz decía, mejor citarse que parafrasearse, así que esto fue lo que al reseñar la revista escribí:
"La contribución extraordinaria de Mauro Placì a este número es un artículo capital sobre Rimbaud, y baste decir que si se hubiera publicado en tiempos de Mário Cesariny, ya yo se lo hubiera hecho llegar a su domicilio. “Rimbaud, modernidad por contumacia”, es un ataque necesario a la apropiación “moderna” del más salvaje poeta del siglo XIX, y que yo sitúo por encima de todos los de cualquier época. Mauro Placì denuncia el “festival de buena voluntad” que ha consistido en falsificar la obra de Rimbaud con miras a convertirlo en inofensivo, a aseptizarlo con el sello de lo “moderno”, cuando en Rimbaud esta noción, como demuestra Mauro Placì, aunque ya lo supiera quien no se haya querido engañar, es totalmente negativa. Huir de lo moderno, o socavarlo, es lo único que puede interesarnos, y Rimbaud es a la vez antimoderno y revolucionario, la negación absoluta del “confort” de Occidente, de sus principios fundacionales y ecuménicos y de todo conformismo. El admirable trabajo de Mauro Placì, sólidamente documentado, se abre con una valoración del “silencio” rimbaldiano, convertido por algunos en “verdadero acto de consagración de los sacrosantos valores modernos”, y refuta en seguida la lectura que hace Yves Bonnefoy de “Saldo” como la “liquidación de todas las esperanzas de Rimbaud” (lo mismo diría Jose Pierre, y con la misma intención de conducir el pensamiento rimbaldiano a una resignación final). El texto de Mauro Placì es capital porque viene a cercenar todas las interpretaciones que han privilegiado esa supuesta liquidación, prefiriendo apoyarse en unas palabras de René Char: “Rimbaud es el primer poeta de una civilización aún no aparecida”, a lo que Placì añade: “Esa civilización no es la nuestra y sin duda no aparecerá jamás”. ¿O es la civilización que ha intentado e intenta encarnar el surrealismo, en su desafiante postura, como era la de Rimbaud, de “un rechazo sublime, altivo y puro de todo compromiso”?"
Un célebre pasaje clave de Rimbaud, en La Graphicha de André Mimiague, 2019:
En 2020, otra impostura contra Rimbaud recibió esta declaración, impulsada por François Leperlier:
En el mismo año, Carlos Barbarito publica Materia desnuda, con ilustraciones de Víctor Chab; el poema "Rimbaud" puede leerse en este enlace, junto a los dedicados a Baudelaire y Mallarmé.
También de 2020 es este collage de Alberto Mayol, que no duda en incluir a Rimbaud en su "Tarot de los ases":
Y de 2022 el de Lou Dubois para la varias veces citada conferencia de Sarane Alexandrian sobre André Breton "descubridor y redescubridor de libros":
Concluimos con este "retrato encontrado" de Rimbaud, por Sasha Vlad (ya conocemos el de Sade, impresionante, y espero en un futuro dar a conocer el de Péret):
Lo dijo Louis Aragon en 1919 con palabras que me parecen siguen igual de vigentes: "Les œuvres de Rimbaud, Lautréamont et Jarry constituent l’expression suprême de l’art, de l’humour, de l’amour; elles seront les seules appelées à influer sur l’art à venir, tant que cet art conservera quelque pureté".