domingo, 27 de octubre de 2024

Sergio Lima, por Bruno Barnabé

El boletín Caça e Pesca, siempre abierto al surrealismo, incluye en su número 11, "en memoria de Sergio Cláudio de Franceschi Lima, navegante de la contracorriente", este bello homenaje de Bruno Barnabé, óptimamente acompañado de un collage del propio Barnabé y de un poema de Gilles Petitclerc:


miércoles, 23 de octubre de 2024

"Soapbox", 240-242


Como siempre, muchas noticias, muchos enlaces y mucha poesía en este flamante trío de improvisaciones. Destaque para la exposición organizada por Miguel de Carvalho, para los nuevos libros de François-René Simon, Roger Renaud y Patrick Négrier (sobre Artaud, Mabille, Légrand y Duits) y para otra llamada de atención sobre Le parasite de l'azur de Dan Stanciu y Sasha Vlad.

soapbox 240-242

domingo, 20 de octubre de 2024

Rimbaud y el surrealismo (años 60)

Entre 1959 y 1964 hace Jiri Kolar sus Poemas del silencio, con figuras de estructuras geométricas a base de letras a máquina. Uno de ellos es Rimbaud:


1962 es un año importante en los anales rimbaldianos del surrealismo. Para empezar tenemos este muy característico collage sobre cartulina de E.L.T. Mesens, titulado Art-Arthur (Rimbaud):


Se publica en Niza un lujoso catálogo  sobre Rimbaud "visto por los pintores contemporáneos", del que ya conocemos la contribución de Valentine Hugo. Dejando de lado las de menor interés para nosotros (Picasso, Braque, Giacometti, Jacques Villon y... Cocteau), he aquí las de Arp, Miró y Max Ernst:




Por desgracia, no conozco reproducción alguna de un collage-pintura que hace este mismo año Conroy Maddox, titulado Rimbaud in Charleville.

Un año antes, o sea en 1961, ha publicado un ex surrealista, Yves Bonnefoy, el brillante y ya clásico estudio Rimbaud par lui-même. El poeta ultraacadémico brindará en 1979 otro libro sobre Rimbaud, pero ya temible, titulado Notre besoin de Rimbaud; hablando mucho de "esperanza" y "lucidez", dice este pájaro que Rimbaud "nos puede ayudar a mejorar y ser más serios", lo que apesta a operación que deja chica a la del Rimbaud católico.

De 1963 es este óleo del surrealista australiano Sidney Nolan, Rimbaud at Harrar:


Pero Nolan y Rimbaud es otro capítulo digno de desarrollo, ya que la presencia inspirativa del poeta en el artista fue permanente, desde los años 30 hasta los 80, dedicándole muchos collages y sorprendentes aerosoles (a las Iluminaciones en concreto). El lector solo tiene que buscar en google "sidney nolan rimbaud" para encontrar numerosas imágenes, entre las que selecciono esta de 1942, dedicada a la iluminación "Royauté":


En 1965, La Brèche publica un ensayo de un profesor, Yves Denis, sobre las iluminaciones  "Après le dèluge" y "H", que, a pesar del interés interpretativo que pueda tener, parece desencajado en esta revista. 

Infinitamente más valiosa, al año siguiente, es esta fabulación de Georges Malkine, quien, en su fantástica serie de mansiones, no olvida la de nuestro poeta:


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Volviendo al capítulo anterior, en 1954 también celebró el centenario de Rimbaud la editorial chilena Dédalo publicando una traducción de El barco ebrio con un prólogo de Braulio Arenas, mucho después incluido en El mundo poético de Braulio Arenas (1985). Añádase que, hacia 1939, tradujo Braulio Arenas Une saison en enfer (como Una estada en el infierno), aunque quedara inédito (se conserva el manuscrito).

miércoles, 16 de octubre de 2024

Surrealismo y alquimia

Maurice Baskine,
Bacanales. Noveno día: Antimonio

Este tomo de Venus d'ailleurs presenta las actas del coloquio celebrado el año pasado en St-Cirq-Lapopie. En cierto modo complementa al de surrealismo y masonería, y se caracteriza por ser igual de primoroso y por incluir ensayos magníficos.

No puede empezar de peor manera, ya que el presentador consigue en los seis primeros renglones endilgarnos un "las y los", un "la sororidad y la fraternidad" y un "todas y todos" (lástima no metiera alguna arroba). No puedo con el exhibicionismo del lenguaje imbécil, ni con esas presentaciones que no suelen decir absolutamente nada, así que salté al siguiente contenido, que es de Patrick Lepetit, pero su tema coincide exactamente con el de su libro ya reseñado aquí, y lo mismo ocurre con el de David Nadeau y la logia Thébah. En cuanto al de Emmanuel Bauchard ("Alquimia y epistemología en la obra de Pierre Mabille"), también debe ser un extracto o resumen de la obra que acaba de dedicar, con Fabrice Flahutez, a Pierre Mabille, pero en este caso no he accedido aún al libro y me ha parecido un ensayo soberbio, nueva confirmación de que la muerte de Mabille cuando se encontraba en plenitud de facultades ha sido una de las grandes pérdidas del surrealismo; en su trabajo, Bauchard indaga con agudeza el pensamiento de Mabille y dedica una gran parte al impacto de sus ideas en la obra de algunos de los artistas principales del surrealismo, con los que se relacionó. 

El ensayo de Marie-Dominique Massoni, igualmente extenso, es una pura maravilla, una belleza que vale por todo el libro. Trata del "espíritu de los lugares", por el que, como señala, los surrealistas han manifestado privilegiado interés desde sus orígenes, pero centrándose ella en las investigaciones esotéricas o de lugares esotéricos llevadas a efecto por René-Guy Doumayrou, Bernard Roger, Élie-Charles Flamand, Philippe Audoin y Martin Stejskal. 

Los tres grandes nombres del surrealismo más fértilmente enfocados en el catálogo son Mabille, René Alleau y Élie-Charles Flamand, el segundo a través de sendos ensayos de Gilles Bucherie y Jacques Eicher y Flamand gracias a un trabajo del siempre certero Marc Kober. Figuras apasionantes tratadas con esmero y profundidad. Es una pena que no se haya dedicado algún otro ensayo a Maurice Baskine, poeta, artista y alquimista operativo, aunque Patrick Lepetit le hace justicia en el suyo, donde además se reproducen algunas preciosas pinturas de su serie de Bacchanales  que no conocíamos. El volumen está muy bien ilustrado, y con otras rarezas como las que aquí acompañan esta reseña.

Philippe Audoin, La evidencia misma

Hay un estudio de un cuadro alquímico, muy sabroso pese a comenzar de la peor manera. ¿Cómo se puede afirmar que la alquimia es un "arte sacerdotal" y la masonería un "arte regio", cuando la alquimia ha sido considerada siempre como el Arte Regia? O es una errata garrafal o los autores deben releerse el mejor manual que existe sobre la alquimia, o sea el de Julius Evola, titulado precisamente La tradición hermética en sus símbolos, en su doctrina y en su Arte Regia.

Un Diccionario abreviado del surrealismo alquímico cierra el libro y se deja leer con curiosidad, pero de nuevo nos surge una pregunta de base: ¿Cómo se puede dedicar una entrada a Frank Zappa y no decirse ni pío de Maurice Baskine?

En suma, otro catálogo de referencia, en especial por lo que se refiere al ensayo de Marie-Dominique Massoni y a las perspectivas sobre René Alleau, Élie-Charles Flamand y Pierre Mabille.

Élie-Charles Flamand, Autorretrato, 1994

viernes, 11 de octubre de 2024

"Poisson soluble" o la clave del surrealismo

Jacques Lacomblez,
 Al margen de Poisson soluble II, 1999

"Poisson soluble es la clave del surrealismo", proclamaba Sarane Alexandrian, y Simone Breton acertaba al considerarlo cuando lo leyó, o sea en la primavera de 1924, "más bello que Les champs magnétiques". También más libre y divertido (en el sentido que Duchamp daba a esta palabra), fue para mí, cuando descubrí el surrealismo, tan decisivo como el propio Manifiesto. Ahora accedemos a su manuscrito, coincidiendo con el centenario y con la aparición del manuscrito del propio manifiesto. Pero la edición de Poisson soluble ofrece muchísimo más interés que la del Manifeste.

En primer lugar, la edición de 1924 elimina mucho de lo que había en el manuscrito y no incluye ninguno de los poemas collages con recortes de periódicos. En segundo lugar, en la versión de las obras completas de Breton (1988) se separa el texto del 24 y los inéditos, que ni siquiera son todos, por lo cual el Pez soluble de las obras completas puede descartarse en su totalidad (excepto las notas). Y en tercer lugar, este volumen de Jean-Michel Place viene acompañado de un análisis detallado de cada uno de los poemas collages periodísticos, ese género inventado por Breton en 1918 cuando concibió "Pour Lafcadio" (falta un estudio que aborde su presencia a lo largo de la historia del movimiento surrealista) y que no puede de ningún modo disociarse de los textos automáticos.

La edición ha sido establecida y presentada por Georges Sebbag, y la calidad de reproducción del manuscrito, o sea de los siete cuadernos íntegros y continuos, con sus poemas collages, es tan espléndida como la del Manifiesto. Luego de la transcripción, donde se señala todo lo inédito, encontramos el suculento análisis que Sebbag ha hecho de cada uno de los poemas collages, que son catorce (todos de abril de 1924, y solo uno conocido en vida suya), a los que se añade "Confort moderno" (de 1929), el cual formó parte de Le revolver aux cheveux blanc. Sebbag ha descubierto casi todas las fuentes de los 388 recortes usados por Breton, y las reproduce al lado de sus comentarios, en un juego que resulta apasionante. Porque la cuestión es por qué eligió Breton precisamente esos recortes, ya que dan cuenta de sus inclinaciones y preocupaciones más características de aquel período tan fértil en propuestas e indagaciones. Nacido como un juego con Simone, en ellos encontramos (a veces con ironías y por regla general alcanzando imágenes intensas y dislocadas) presagios personales, guiños a la intrahistoria surrealista del momento, frecuentes referencias al cine, a los cuentos periodísticos, a noticias macabras, a espectáculos como los del Folies-Bergère, y, en fin, abundantes temas y motivos muy propios: la lluvia, las máscaras, la vida ebulliciente de la capital, la cuestión del tiempo... Incluso las imágenes de los cuadernos escolares en que se escribió Pez soluble podemos verlas hoy, como significativas: estampas medievales (una de ellas con una fortaleza y un albardero de sabor becqueriano), un retrato de Lamartine "educador de la juventud", una inglesa de belleza melancólica, una escena de la revolución francesa...

La potencia con que cien años después resurge este libro de André Breton lo convierte en la publicación más relevante de este año del centenario que en verdad no esperábamos tan rico y prolífico.

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Elisa Breton
Pájaro lira 1973

"En los momentos en que tiendo mis redes a los pájaros del sueño, tengo ante todo la esperanza de captar los maravillosos paraísos da la lluvia total, el pájaro lluvia que existe como existe el pájaro lira". Formando parte del imaginario personal de Breton, que tenía uno en su vitrina de pájaros exóticos, el pájaro lira aparece en El amor loco (capítulo 5), donde lo ve como el ejemplo mismo de "la intrincación en un solo objeto de lo natural y lo sobrenatural" y dentro de Poisson soluble también en el capítulo 32 (tomo estos datos de la edición de las obras completas).

miércoles, 9 de octubre de 2024

El manuscrito del Manifiesto


Tal y como anunciamos en este enlace, se ha publicado cien años después el manuscrito del Manifiesto del surrealismo. El volumen es a tamaño enorme, y la lectura no puede ofrecer mayor calidad, siendo seguida de la transcripción. Todo un lujo editorial, a la altura de la efemerides.

La edición ha sido establecida y presentada por Thierry Dufrêne, quien además aporta al final un comentario del manifiesto página a página, no especialmente sustancioso y hablando de los "romans" de Breton. Más interés ofrece la introducción de Georges Sebbag ("De Poisson soluble al Manifeste du surréalisme"), quien prefiere recordar "el imperativo surrealista por excelencia: Lâchez tout", y aborda tanto la proclama así titulada, "que puede considerarse el primer manifiesto propiamente surrealista", como Pez soluble y el Manifiesto del surrealismo. Recordemos además que a este último solo le puso Breton ese título cuando corregía las pruebas, o sea a ultimísima hora, ya que lo veía solo como una introducción a Poisson soluble, que era lo mismo que decir como una introducción a la práctica del surrealismo ("hacer surrealismo", decían por entonces).

Las diferencias entre el manuscrito y el manifiesto como lo conocemos no son especialmente significativas, pero aun así hay algunos añadidos de interés, como el relativo a Freud.

Un surrealismo que se aleje de sus fuentes más vivificantes, como Lâchez tout, el primer Manifeste, La Révolution Surréaliste y Poisson soluble, es un surrealismo claudicante, adulterado o muerto. Eso para mí no se somete ni a la más mínima discusión, y es válido tanto para cualquier individualidad como para cualquier grupo que se quiera reivindicar surrealista.

lunes, 7 de octubre de 2024

André Breton y su viaje al territorio hopi (2) / Dorothea Tanning / Péret

Atención, porque a la noticia que dimos de la aparición del cuaderno de viaje de André Breton al territorio hopi hemos añadido este enlace en que puede accederse a todo el material:

https://jsa-asu.org/index.php/JSA

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Debemos a la amabilidad de Richard Waar haber accedido a ese enlace, al igual que a este de la exposición de Dorothea Tanning, con muchas reproducciones:


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Enlace de la Asociación de los Amigos de Benjamin Péret:

viernes, 4 de octubre de 2024

Surrealismo y masonería

Endre Rozsda, Iniciación, 1976

Venus d'ailleurs prosigue con sus libros de bandera, en este caso el catálogo de la exposición sobre surrealismo y masonería que se celebra en París y uno de cuyos organizadores es Patrick Lepetit. Esta exposición es una continuación de la dedicada al surrealismo y la alquimia.

Le château étoilé et la parole perdue. Surréalisme et franc-maçonnerie no deja nada por estudiar de lo esencial en esta materia. En el pórtico, de modo muy apropiado, el Gran Transparente de Jacques Hérold, cuya mano derecha originó un juego ideado por Guy Girard, quien envió a sus amigos surrealistas una fotografía de ella con la pregunta "¿A quién pertenece?", cuyas respuestas comenta en uno de los artículos.

Pero antes nos encontramos con la presentación del catálogo por un "Gran Maestro", que ya nos crea ese sentimiento embarazoso del que luego hablaremos. Sigue al artículo de Guy Girard uno de David Nadeau sobre el talismán atribuido a Charles Fourier y dos aportaciones de sumo interés sobre Ithell Colquhoun y Roland Sig por Patrick Lepetit. A la primera la considera "surrealista olvidada", lo cual no me parece que se ajuste a la realidad, y se centra en su serie Dead of intelligence, serie de pinturas comentadas sobre la Cábala, publicada en 2016 y que aquí es reproducida en su totalidad, junto a su Taro as color, de 1977. Del mismo modo, el catálogo ofrece reproducciones del Mutus Liber Roland Sig, publicado en 1984. Es, en conjunto, un invalorable material facilitado.

Pierre Mabille, masón como los dos nombres anteriores, resulta de referencia obligatoria, ya que se trata quizás de la figura más prominente del surrealismo entre las que han accedido a la masonería, y Jean-Pierre Lassalle ha llegado a  verlo como "el eslabón entre Guénon y Chazal", a lo que hay que añadir su influjo decisivo a la hora de realizarse la exposición internacional surrealista de 1947, apogeo de la comunicación entre el surrealismo y el hermetismo. El ensayo "Mabille y la lógica iniciática", por Emmanuel Bauchard, lo complementan la reproducción de un manuscrito inédito de Mabille, "El secreto iniciático", y un apartado sobre el "test du village", curioso juego psicológico ideado por él y en el que participaron Breton, Elisa, Brauner y Marcel Jean.

René Alleau, Paisaje

Tras un artículo de Laurent Segalini sobre Fulcanelli, se reproduce el ensayo de René Alleau "Los orígenes de la masonería", extraído de la enciclopedia Las sociedades secretas (1963), no exento de cháchara generalizante e idealista, a pesar del respeto que siempre merecen los trabajos de Alleau. Fascinante es en cambio la investigación que hace Ivo Spurs sobre Alleau en Praga.

Jean-Pierre Lassalle, como miembro destacado de la francmasonería y del movimiento surrealista, es una autoridad incuestionable en la materia de este catálogo, y a ello nos hemos referidos en varias ocasiones (véase por ejemplo este enlace). Su ensayo sobre Breton y la masonería es de 2000, pero resulta de presencia obligatoria, por la lucidez y el conocimiento de que hace gala y también por la honestidad intelectual proverbial que siempre lo ha caracterizado.Tras aludir a El tesoro de los jesuitas y su temática masónica, aborda Pleine Marge, donde Breton, en 1940, se distanciaba de los "adeptos" y mostraba, en palabras de Lassalle, su "rechazo a compremeter su libertad en la aceptación de un proceso inicático", lo cual es tocar el meollo de la cuestión. No es menos cierto que Breton en los años 40 profundiza en sus conocimientos del hermetismo en general, hasta llegar a la exposición de 1947 (en que además, como es sabido, pretendió crear una revista del surrealismo titulada Supérieur Inconnu), y no cejando el resto de su vida esa atracción, con el hito en 1952 de su asistencia a las conferencias de René Alleau sobre la alquimia, aunque no podamos aquí enumerar todas sus indagaciones sobre la relación que él veía del esoterismo con los escritores faro del surrealismo, como Raymond Roussel. Pero Jean-Pierre Lassalle no solo estudia el contenido disidente de Pleine Marge, sino que cita estas palabras de Jean-Louis Bédouin, que considera "reductoras pero contundentes": "He conocido un general masón que era una basura; sé que hay policías en la masonería, y por tanto estoy contra una institución que acepta a ese tipo de gente". Por reductor que sea, el mismo sentimiento tuve yo cuando supe que uno de los mayores carniceros de las últimas décadas, George Bush, era masón, como lo habían sido infinidad de monarcas abyectos y políticos igualmente abyectos, esos hasta hoy mismo, por no hablar de que la masonería parece aclimatarse muy bien a la actual política de las élites mundiales y su Agenda 2030, dando muestra del tragacionismo a la orden del día, y de manera flagrante, sin ir más lejos, cuando el monstruoso atentado a las libertades elementales a que asistimos en todo Occidente tan recientemente. En el mismo sentido, y volviendo al "embarazo" que me producía la presentación del catálogo por un "Venerable Maestro", en la página 113 del catálogo se reproducen las declaraciones de obediencia masónica de Alleau y Doumayrou, en 1959 y 1960, que me resulta inimaginable hubieran firmado un Breton, un Péret, un Tanguy, una Toyen, un Marcel Mariën, un Ted Joans, un Jean Benoît o una Annie Le Brun, por citar algunos de los muchos nombres indomables del surrealismo (y no quiero olvidar las virulentas cartas de Artaud a Breton cuando la citada exposición del 47). O un Mesens, del que cuenta Lassalle cómo se burlaba de su integración masónica. Lassalle evoca a Mesens en términos muy gratos, y nos informa en particular de la Logia Thebah, que es la que atrajo a los surrealistas, y de Jean Palou.

Dos espléndidos trabajos de Pierre Mollier iluminan la figura ascendente y creciente del propio Lassalle y estudian el papel de la Logia Thebah, a la que David Nadeau dedicó un libro clave. Por supuesto, la Logia Thebah, y lo mejor que pueda haber en la masonería (donde hay tendencias muy dispares), distanciada del racionalismo, a la vez se ha enfrentado al "desastroso ocultismo confesional". Originariamente, la masonería es un producto del protestantismo liberal británico, de los que se creían "librepensadores" y no eran a fin de cuentas sino esclavos de un sistema diferente de prejuicios, pero su aparato simbólico, enraizado en tradiciones seculares, tenía que atraer a quienes no se podían contentar con el racionalismo, cartesiano, positivista o de cualquier orden. Era de esperar, también, que la alquimia supusiera una atracción aún mayor, y lo que desde luego impide llegar a posiciones obtusas o cerriles es el hecho innegable de que el hermetismo en general ha sido una fuente fertilísima para la poesía y el arte más valiosos de los últimos siglos, y en particular para la tradición romántica en que se inscribe el surrealismo.

Patrick Lepetit, Homenaje a Jorge Camacho, 2021 

El catálogo prosigue su singladura con una nota de Patrick Lepetit sobre Jorge Camacho y un bello ensayo de Marie-Dominique Massoni titulado "Habitar la analogía. Las islas voladoras de la arquitectura utópica", centrado en las indagaciones de Bernard Roger, Martin Stejskal, los jardines de utopía, Ithell Colquhoun, Jorge Camacho y René-Guy Doumariou, de quien se reproduce en seguida su celebrada contribución al número 4-5 de L'Âge du Cinéma.

Charles Jameux publicó en 2018 un importante libro sobre la materia de este catálogo, que reseñamos aquí. Combinando anarquismo, surrealismo y masonería, lleva a cabo una prospección en los lazos que los ligan, pero vuelve uno a sentir cierto tufo a sacristía con eso del "Venerable Maestro" (al que se dirige) y lo de los "hermanos" y las "hermanas". Más concreto es el último artículo del catálogo, consagrado a los símbolos masónicos en la obra de Endre Roszda.

Al final hay semblanzas de estudiosos y estudiados, pero importa más señalar la riqueza iconográfica del catálogo. Aparte las reproducciones apuntadas de Ithell Colquhoun y Roland Sig, sorprenden las de Jean-Pierre Lassalle, Élie-Charles Flamand, René-Guy Doumayrou, Martin Stejskal, Patrick Lepetit, Dominique Paul (preciosos collages y montajes de objetos, incluido un "Registrador de sueños"), Marie-Dominique Massoni y René Alleau, el mundo plástico de este último exigiendo con urgencia un mejor conocimiento.

Élie-Charles Flamand, 
La noche se abre, 2002

miércoles, 2 de octubre de 2024

Kaplan & Lima

Sergio Lima, La fiancée du pirate, 20/07/08

nelly kaplan la fiancée du pirate

domingo, 29 de septiembre de 2024

René Alleau y "Arcane 17"

En 1991 aparecía el catálogo de 500 páginas André Breton. La beauté convulsive. A pesar de estar lleno de trabajos de interés, la palma se la llevaba el de René Alleau "Le mystérieux livre d'heures du rêve d'Élisa", prospección magistral en Arcane 17, libro que consideraba Alleau el "más complejo y más logrado" de todos los publicados por Breton. Luego lo incluyó Henri Béhar en su edición de la obra, y ahora aparece en Venus d'ailleurs independientemente.

https://venusdailleurs.fr/?page_id=2308

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Jean-Claude Silbermann: la Espera y la Razón Ardiente

Exposición de unos de los grandes artistas del surrealismo. Raya en lo prodigioso que la imaginación plástica y poética de Jean-Claude Silbermann haya permanecido incólume de frescura y vivacidad a lo largo de ocho décadas, o sea desde los años 50 hasta ahora mismo, como muestran estas imágenes que nos brinda en su página la Galería Sator (y no olvidemos su dimensión ensayística: el "comunicado de prensa" de la exposición nos noticia la reciente aparición de un nuevo título, Le gouvernail et le grappin. Approche critique de la modernité, a nombre de nuestro no menos estimado Sam Berlinn...):

https://galeriesator.com/lattenteetlaraisonardente

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Para mi gran extrañeza, descubro que en su día no di noticia de la publicacion, en Le Grand Tamanoir, de una antología clave de Silbermann, cubriendo el espacio que va de 1959 (Au puits de l'ermite) a 2020. Como lo recibí en noviembre de 2021, quizás al haberlo noticiado Surrealist NYC desistí de hacerlo yo, dado que por aquel siniestro entonces en que seguía en su auge el terrorismo sanitario del Estado y el de sus cómplices del fascismo social, llegué a tener unas semanas el blog en hibernación, dedicándome a colaborar con Los Amigos de Fantomas. Pero esta antología es indesplazable, por mucho que no nos resarza del triste y escandaloso hecho de que Jean-Claude Silbermann no disponga aún (pero todo llegará) de un catálogo de envergadura sobre su obra plástica. 


Uno de los poemas de Passerelle d'oiseaux, perteneciente al poemario de 1985 De un avion plus grand que le ciel, entusiasmará sin duda a Los Amigos de Fantomas y es la demostración palmaria de que Jean-Claude Silbermann nunca ha bajado la guardia:

lunes, 23 de septiembre de 2024

Noticias de Sète

Desde la Occitania, concretamente desde Sète, que se ha convertido en un lugar especialmente imantado, nos llegan a la vez la décima carta y el volumen primero de Incendie d'été, Libro de las apariciones y las desapariciones, publicación del egregor negro de la colección del umbó, ese umbó cuyo rumbo seguimos desde que comenzó la singladura de Surrealismo Internacional. 

La décima carta está dedicada a Michel Dubret, carta de despedida de quien conocemos sobre todo por haber almado, con Gilbert Dunan, la bella aventura de Le la:



El volumen primero de Incendio de verano recuerda en su forma las ediciones colectivas de Marcel Mariën. Lo compone un aluvión de contribuciones de nombres en su mayoría familiares al umbo. Su título es epónimo de una recopilación de Roberto San Geroteo, por cierto que traducida al español (El fuego hace su trabajo). Reproduzco la portadilla y las dos imágenes que más me han impresionado:


Massimo Borghese,
La única mujer (o El amor loco)

Sasha Vlad, 
Polifemo polimorfo (técnica personal)

sábado, 21 de septiembre de 2024

Georges Goldfayn: una pasión surrealista

Más sobre la exposición de Georges Goldfayn, cuyo catálogo espero llegue pronto a mis manos:

gg una pasión surrealista

Parece que a alguien, con toda la razón del mundo, no le debe haber gustado el título inicial de la exposición: "Georges Goldfayn, asistente y amigo de André Breton", y lo han mudado por este, que sí le hace justicia.

Por supuesto, Georges Goldfayn ha sido presencia frecuente en Surrint, que además le dedicó este dosier en 2019.

jueves, 19 de septiembre de 2024

Bastiaan van der Velden y Nadja

Es bastante difícil, si no imposible, obtener este catálogo de 50 ejemplares, pero al menos podemos, con ayuda del traductor, informarnos y ver algo de la exposición sobre Nadja, en la que Bastiaan van der Velden reunió nada menos que unas 300 imágenes relativas al período del relato bretoniano. Es una loable manera de proseguir las pesquisas de nuestro añorado amigo Her de Vries. 

Marcel Mariën, páginas de su Nadja aumentado, 1938 

martes, 17 de septiembre de 2024

Fred Deux habla

¡Y tanto que Fred Deux habla: unas doscientas horas de autobiografía y de entrevistas e improvisaciones radiofónicas!

Fred Deux, El oráculo, 1989

domingo, 15 de septiembre de 2024

Annie Le Brun y las palabras del surrealismo

Esta novedad editorial la destaco porque, a pesar de ser una reedición de 1970, permite leer una introducción de Annie Le Brun en vez del oxidado prólogo de Jean Schuster.

54 años después, y pese a limitarse por tanto al primer medio siglo del surrealismo, este sigue siendo su libro de citas más valioso, en gran medida porque nadie se ha tomado el trabajo de prolongarlo.

http://www.editionsdusandre.com/editions/livre/208/les-mots-font-l-amour

jueves, 12 de septiembre de 2024

Ted Joans Lives!

Un verdadero festín para los adictos a Ted Joans es este catálogo de su exposición neoyorquina, además con un estupendo ensayo de Justin Desmangles:


Paul Duchein (1930-2024)

Nos hemos enterado de la muerte reciente de Paul Duchein con motivo de la subasta de su colección, que se celebra este mes en París. Otra noticia aciaga es que el maravilloso enlace a que remití hace once años (ver) aparece ya desactivado, enésimo recordatorio de lo poco fiable que es este medio en que nos movemos, y más ahora en que en el antaño llamado "mundo libre" (aunque nunca lo fuera) avanzan a pasos agigantados y dados de la mano la censura cruda y dura y el fascismo mejor aderezado. 

Por ello este catálogo Drout es especialmente bienvenido, repartido en secciones una de las cuales corresponde a las admirables cajas del artista. Aparte otras, como las de arte popular, artes primitivas o mobiliario, las más interesantes son la primera y la última, con reproducciones, que van de lo bien conocido a lo ignoto, de Camacho, Baj, Bédouin, Silbermann, Deux, Hérold, Gabritschevsky, Michaux, Mimi Parent. Elisa Breton, Aube, Loubchansky, Scottie Wilson, Lou Dubois, Anne Éthuin (dos piezas que no conocíamos), Lagarde, Manou Pouderoux, Loubchansky, Manina, etc

Mimi Parent, Lágrimas de cocodrilo, 1976

martes, 10 de septiembre de 2024

Auge de Marianne van Hirtum y avalancha de exposiciones

Tras La vie fulgurante y los imprescindibles libros de Patrick Négrier, siguen las albricias para los que amamos a Marianne van Hirtum: una exposición de su obra plástica, en la provincia belga de Namur.
marianne y la gran piel de oso  


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No aparece esta exposición registrada entre las muchísimas que se están celebrando o se proyectan celebrar con motivo del centenario del surrealismo. Puede consultarse al respecto este enlace de "Infosurr", y en particular lo referente a las exposiciones en París.

Las más apetecibles en París me parecen ser la de Duprey y sus "objêtres" (Galería Christophe Gaillard), Cárdenas y Édouard Glissant (Galería Mitterrand), los dibujos de Ted Joans (Galería Pixi, y también en la Zürcher de Nueva York), Jean-Claude Silbermann ("La espera y la razón ardiente", Galería Satur), Jorge Camacho (Galería Sophie Scheidecker), Chirico & company ("Metafísica del sueño", Galerí Tornabuoni), la colección Goldfayn (al cuidado de Annie Le Brun, Galería Berthet-Aittovarès), Alan Glass (Galería Claude Bernard) y Elléouët, Kopac y Mayo (Galería Françoise Livinec). Fuera de París hay también la de Lise Deharme, en Monfort-en-Chalosse.

Damos noticia asimismo de la aparición de este libro:

sábado, 7 de septiembre de 2024

"Prehensive Tail", n. 6

¡Vaya, por fin desde el propio surrealismo alguien dice algo sobre algunas de las últimas imposturas!

Recordemos aquí esta airada nota nuestra, así como los comentarios que hicimos a la foto de la infamia: ¡qué gloria hubiera dado al surrealismo si en vez de apretarle la mano (con las dos, y hasta con sonrisa e inclinación de reverencia) le hubiera saltado al cuello y lo hubiera estrangulado! Pero no, los hechos son tozudos, y el reinado del principio de realidad, eterno.






miércoles, 4 de septiembre de 2024

André Breton y su viaje al territorio hopi


Otra gran publicación para festejar el centenario del surrealismo, en edición de Fabrice Flahutez, que es un ensayista serio y de categoría:

Shalako (Pájaro Gigante),
en la caja que Mimi Parent hizo para André Breton

Dibujos de Jorge Camacho, 1992

domingo, 1 de septiembre de 2024

Mélusine y el centenario

Con un impresionante conjunto de trabajos celebra la revista Mélusine el centenario del surrealista, aunque solo con versión digital.

Hay infinidad de trabajos sugestivos, sobre Théore Fraenkel, Suzanne Muzard en Tahití, Breton y una encuesta sobre el humor de 1918, Seurat según Breton, Simone Breton, los "monstruos" del surrealismo, los cadáveres exquisitos del surrealismo yugoslavo, los fotomatones y el surrealismo de 1928-1929, la serie Fatala de Marcel Allain, el surrealismo en Inglaterra, Rumanía y Grecia, Péret en Brasil, las exposiciones de Lima en 1935 y de París en 1938, el surrealismo y la imbecilidad del deporte, el automatismo y la velocidad, Dubufett y Breton, Breton y su estancia en Percé, Breton y Brisset, Pierre de Massot, Jacques Abeille, Rodanski, Jean Sénac, Roland Sig, Anne Éthuin, Aragon, Gengenbach, Claude Cahun, Nadja, Prévert, Daumal, Posada, Crevel, Jacqueline Lamba, Bona, Nelly Kaplan, Pieyre de Mandiargues, Virginia Tentindó, Robert Lebel, Gisèle Prassinos, Ghérasim Luca, John Welson, El Janabi, Charles Duits, Mary Low, Lou Dubois (un grupo de collages), César Moro, Maurice Henry (su célebre amalgama de retratos de surrealistas de 1950), Roszda, Henein, Joyce Mansour, etc.

Como los tiempos han cambiado mucho desde los orígenes de Mélusine, puede decirse que la gran mayoría de estos trabajos, que además son todos breves, ofrecen calidad e interés.

mélusine almanaque surrealista del siglo

miércoles, 28 de agosto de 2024

Marianne van Hirtum, por Patrick Négrier (2)

Patrick Négrier completa su profunda indagación en la persona y la obra de Marianne van Hirtum con otro libro, titulado L'Art plastique de Marianne van Hirtum & outres essais sur Hirtum. Por desgracia, no le han permitido reproducir obras de la artista (ni siquiera las que él posee), y tenemos que contentarnos con la detallada descripción que ha hecho de cada una de ellas.

Desde el primer párrafo de su presentación, aflora el filósofo que hay en Patrick Négrier, pero lo que resulta más notable, como en el anterior libro, es el comprometido elemento personal de su relación afectiva con el sujeto de su estudio, y que encontramos sobre todo en el primer capítulo, "Evocación de Marianne van Hirtum", donde se suman a los recuerdos una impresión de su obra poética que es en realidad una valoración global.

En el capítulo segundo se aborda su relación con la poca conocida pintora y amiga suya Man Collot (1903-1962), sobre quien llegó a escribir. E ilumina la figura de su marido, André Collot, que ilustró la traducción francesa del poema marino de Coleridge que hizo Marianne en 1965 (y que llevaba un prefacio de Mac Orlan), así como el enigmático relato pornográfico Symphonies amoureuses, reeditado por Losfeld en 1971 como Le gorille, atribuyéndolo a un improbable Alexandre Lecaude, quien parece ser en realidad... Ado Kyrou.

Todas las creaciones conocidas (pinturas, dibujos y estatuillas esculpidas) son catalogadas y descritas en el capítulo siguiente, y concordamos en que esa obra plástica es "tan significativa como su poesía por sus temas y su tratamiento"; más aún: una y otra deben ser vistas unitariamente. Al estudiar los influjos y los motivos, se señala 1971 como una fecha clave en su trayectoria, centrándose nuestro estudioso en dos grandes temas: los totems y el "bello como" maldororiano. Este es un capítulo especialmente denso, sobre todo en la sección titulada "Un ontologismo moral doblado de un pneumatismo político-pedagógico", donde se polemiza con la consideración que hizo René Passeron del arte de Marianne como "nocturno", como ubicado "en la línea del surrealismo más nocturno", lo cual no funciona con toda su obra plástica, que sufre otra mutación relevante, por motivos estrictamente biográficos, en el año 1973, fecha a partir de la cual no se puede hacer semejante afirmación.

El capítulo IV se dedica al "anticristianismo de Marianne van Hirtum y sus cuatro excepciones notables". Si bien será difícil de seguir para quienes limitan su visión del surrealismo y la religión a la célebre foto de Péret y la no menos célebre frase de Breton (casi diría que es mi caso, aunque me haya interesado por la historia de las religiones desde las preceptivas lecturas juveniles de Mircea Éliade y haya estado siempre atento al fenómeno de la religiosidad arcaica y al de de la religiosidad popular), contiene un buen enfoque de los lazos de la artista con las culturas amerindias, un tratamiento valioso de la crítica de la religión a través de Sade, Feuerbach, Lautréamont, Nietzsche y Breton y una interrogación sobre la posible cercanía de Marianne como poetisa a Antonin Artaud, interrogación a la que tratará de responderse en el capítulo séptimo.

Los ensayos de los dos capítulos siguientes son más específicos, pero interesantísimos. El quinto se dedica al estudio de los poemas desechados de Les balançoires d'Euclide, que ella debió considerar demasiado bisoños y menos combativos que los restantes. El sexto nos lleva a su emisión radiofónica de 1977, cuando eligió para un programa de Michel Camus veinte textos de autores amados, a saber Pitágoras, Lichtenberg, Hegel, Fourier, Nietzsche, Éluard, Breton, Duprey, Gisèle Prassinos, Julien Torma, Artaud, Poe, Lautréamont, Cravan, su amigo el psicoanalista y poeta Benoît Dalle, Félix Féneon, Lewis Carroll, Kafka y Einstein (obsérvese que solo hay una mujer, porque aún no existía la parida política de la paridad, y de haber existido le hubiera importado un carajo; hoy, ni le dejarían hacer el programa). Patrick Négrier analiza las razones de sus veinte elecciones.

El capítulo séptimo, a la vez que trata de responder al citado interrogante artaudiano, vuelve sobre su caracterización como personalidad del surrealismo. Y no puedo dejar de citar el final del libro, cuando Patrick Négrier considera que el surrealismo "sigue poseyendo valores objetivos y un poder vigorizante útiles para el derrocamiento y la abolición de la dictadura globalista y europeísta que ha perseguido, torturado y alienado a las personas desde hace tres años desfigurando a la vez lo que las culturas tenían hasta entonces de más verdadero y de más necesario". Pues eso va a ser que no, porque si desde 2020 asistimos a una ofensiva brutal de esa dictadura, también asistimos (y en este caso, estupefactos) al naufragio de la inteligencia más elemental y al triunfo de la cobardía sumisa más vergonzante por parte de quienes menos se esperaba, surrealistas incluidos.

En suma, un gran libro sobre Marianne van Hirtum, que prolonga y complementa la obra anterior. Ojalá las figuras más amadas del surrealismo y que son menos conocidas reciban un tratamiento similar, un tratamiento tan profundo y enriquecedor.

jueves, 22 de agosto de 2024

Centenario del Manifiesto

Si yo tuviera que elegir la fecha más magnetizante del surrealismo no dudaría en señalar el año 1924: primer manifiesto, con Poisson soluble, y primer número de La Révolution Surréaliste, la revista más inventiva y explosiva de la historia del movimiento surrealista. Dentro de unos días, Jean-Michel Place. que ya editó La Révolution Surréaliste, nos ofrece la versión facsimilar del manifiesto y de Poisson soluble. Todo acabó de imprimirse el 15 de octubre de 1924, día en que Friedrich Nietzsche hubiera celebrado su cumpleaños número 80. 

Poisson soluble fue modestamente minusvalorado por el propio Breton, pero Julien Gracq, en su Spectre du "Poisson soluble" puso las cosas en su sitio, y, en un fino trabajo aparecido en el número 3 de Gradiva (1972), Pierre Prigioni proclamaría con justicia que "una forma nueva de relato era creada por Breton, un relato que es justamente la aventura de la escritura automática".