domingo, 6 de diciembre de 2020

Patrick Lepetit y el surrealismo internacional, hoy


Esta es una publicación muy notable, que da cuenta de muchas vertientes del surrealismo actual. Patrick Lepetit ha aceptado el desafío de la revista de Niza Vocatif y ha hecho un gran trabajo, donde si no están todos los que son sí que se da una muestra bastante amplia y representativa de la fuerza y vigencia del surrealismo en nuestro tiempo.
Patrick Lepetit es presencia habitual en las notas que venimos sacando durante los últimos años. Baste ahora recordar su perfil de poeta y ensayista y sobre todo el gran mérito de haber puesto de nuevo sobre el tapete la cuestión crucial de las relaciones esenciales entre el surrealismo y el hermetismo, algo olvidadas quizás en las décadas últimas.
En cubierta de este número de 80 páginas, Evocación élfica de nuestro inolvidable Jean-Claude Charbonel, quien a su vez exploró con intensidad el territorio mítico y mágico tan propio de la apuesta del surrealismo. Y como pórtico, un dibujo de Jacques Lacomblez, otro inspirado de la gran tradición lírica romántica y simbolista en que arraiga el surrealismo. Inmejorable tino pues con que se abre el fuego y que conduce a la presentación de Lepetit, en tres sólidas páginas que titula así: “Bajo el signo ascendente, hacia y contra todo”, un título que señala ya de por sí la posición combativa, apasionada que lo caracteriza en todo lo que hace. Estas páginas las reproduzco más abajo.
Las ilustraciones son de John Welson, Ody Saban, Rik Lina, Juan Andralis, Gregg Simpson, Miguel de Carvalho, Seixas Peixoto, Enrique de Santiago, Guy Girard y Sasha Vlad. Los poemas, de Jehan Van Langhenhoven, Hervé Delabarre, Jacques Lacomblez, Daniel Abel, Allan Graubard, J. Karl Bogartte, Alain Roussel, Guy Girard, John Welson, Odile Cohen-Abbas, Bruno Geneste, David Nadeau, David Greenslade, Rodrigo Verdugo, Beatriz Hausner, Valery Oisteanu (“Serenade pour Sarane”, un emocionado homenaje a Alexandrian), Christophe Dauphin, Kenneth Cox, John Richardson, Ludovic Tac, Paul Sanda, Serge Pey, Joël Gayraud, Fabrice Pascaud, Jean Bonnin y Enrique de Santiago.
Hay importantes ensayos y documentos. En primer lugar, Daniel Abel narra con lenguaje magnífico su encuentro con André Breton en 1958. Recordemos que hace un año le dedicamos una nota, remitiendo a una entrevista en que hablaba precisamente de ese encuentro. Este es un testimonio realmente admirable, que ya vale por todo el número de la revista.
El propio Patrick Lepetit (a quien además se deben la mayoría de las traducciones de otras lenguas que el francés) entrevista a Ody Saban y dedica un breve ensayo a la admirable pintura de John Welson (“Territorios mágicos de lo imaginario”), con quien ha compuesto el bello libro Earthly kingdoms and dreamy knights, ya aquí reseñado.


Un texto tan excepcional como el de Daniel Abel es el de Rik Lina, “Virgirima”, maravilloso, sorprendente relato empapado de mitología y azar objetivo. Una verdadera joya, sobre el surgimiento de uno de sus lienzos, que aquí vemos reproducido (en la revista lo que encontramos es un grabado sobre el mismo tema):

Rik Lina, Vigirima, 1976, 1979

Con interés retrospectivo, se ofrece luego el resultado de varias entrevistas con Juan Andralis (1928-1994), quien está más o menos bien, si no fuera por detalles como su caída en el tópico del “surrealismo histórico” o la narración de cómo intentó meterle a André Breton el embolado de Jorge Luis Borges. Se da noticia de su imprenta y editorial El Archibrazo, fundada en 1966, tras volver a Argentina después de su estancia parisina. Hoy existe, en su secuela, el proyecto El Archibrazo:
Tras una buena página de Laurent Doucet titulada “Datura” (¡anagrama de Artaud!), un ensayo muy largo de Thomas Mordant sobre la “civilización surrealista” interesa menos por sus chirriantes profecías o aún más chirriantes propuestas como la de “jugar con la tecnología”, que por unas reflexiones muy agudas sobre la actividad del juego en el surrealismo (por cierto: yo que pensaba que era privilegio de la memez española el tranque del llamado “lenguaje inclusivo”, me lo encuentro aquí a cada paso: “individuos e individuas”, “todos y todas”, “cada uno y cada una”, etc.).
Certeramente, Patrick Lepetit ha preferido componer un número en que poemas, ensayos e imágenes van entremezclándose. El conjunto ofrece una buena visión del surrealismo en marcha, de todas sus afirmaciones (y rechazos), para oponerlo al desconocimiento que priva en muchos medios que se limitan a lo que dictan el conformismo y la ignorancia reinantes, en esta materia como en todas.



 
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Como coleta, aprovecho para recordar que Le Vocatif era el nombre de una publicación fundada por Tom Gutt en 1972 y que alcanzó la friolera de 286 números, aunque se trataba de una simple hoja plegada en cuatro. En los siguientes enlaces puede verse el sumario de todos los números y un artículo de Dominique Rabourdin sobre el especialmente rico número 100 (este segundo enlace está en el momento en que escribo desactivado, pero supongo que será un problema pasajero):