martes, 17 de junio de 2014

Noticias de “Icecrawler”


Hay que tener mucho cuidado con Mattias Forshage. En 2007, se despachó con la publicación de cinco libros a la vez, y este comportamiento volcánico afecta también al blog Icecrawler (http://icecrawler.blogspot.com.es/), ya que hace tan solo unos diez días conmovió los cimientos de la red con una verdadera avalancha de textos de todo tipo.
Se reflexiona en esos textos sobre muchos de los temas y cuestiones que pueden interesarnos: la naturaleza del surrealismo como movimiento, el cine y el surrealismo, el paseo o la errancia surrealista, las “exclusiones”, la cercanía de las representaciones visuales y lingüísticas, la geografía, la mitología, el urbanismo, la metáfora, el objeto, el arte, etc., por lo general siguiendo una costumbre muy del mundo anglosajón, como es la de cerrar cada escrito con una lista de etiquetas temáticas. La mediocridad de mi inglés autodidáctico me impide entrar, como me hubiera gustado, en los intríngulis de estos textos, que son todo menos sencillos, aunque sin llegar al galimatías. De ahí que me centre en los artículos en que reseña publicaciones del surrealismo y en los que da noticias que aquí se me han escapado.
Entre estos, resaltemos el que abre la avalancha, y nada más apropiado, ya que se trata de la exposición que en el mes de mayo celebró el grupo de Estocolmo, bajo el título de “Nymph imago”, con objetos, experimentaciones y actuaciones. Esta exposición fue coordinada por Niklas Nenzén (sobre cuyo blog hablábamos la semana pasada) y Lars Rosenström, y participaron en ella –entre otros y aparte ellos dos y el propio Mattias Forshage– John Andersson, Linnea Bergman, Erik Bohman, Christofer Dahlby, Kim Fagerstam, Riyota Kasamatsu, C. M. Lundberg, Emma Lundenmark, Giuliano Medici, Hugo Röjgård, Emil Särelind y Ika Österblad. Por lo que se refiere a los grupos, hemos de señalar que el checo (y eslovaco) ha celebrado por estos días su 80 aniversario, y el de Leeds su número 20.
Un blog de interés al que remite Mattias Forshage es el de Paul McRandle sobre Nueva York y el surrealismo:
Este blog comenzó con un punto de vista histórico, pero se ha abierto a la actualidad, informando ahora mismo de los eventos surrealistas que se producen en esa ciudad (considerada por Mattias Forshage como “excepcional”).
Las reseñas son de orden preferentemente negativo, sin que haya paliativos para un librejo de David Randall sobre los sueños, al que me refiero tan solo para anotar que en la avalancha se incluyen también algunos sueños del propio Forshage (también, en esta incitación a la consulta demorada del blog, apunto un muy interesante debate por correo electrónico con otros amigos surrealistas).
El ataque a la edición inglesa de Au treizième coup de minuit, de Michel Remy, gira sobre todo en torno a su limitación temporal, ya que, en efecto, la antología se queda en John W. Welson y el “Diccionario abreviado del surrealismo en Inglaterra” peca de demasiado abreviado. Es una pena, porque Michel Remy es sin duda el más cualificado para hacer esta obra. Mattias Forshage cita del propio Remy un artículo que iba más allá de todo esto, y que publicó en el n. 2 de The Moment (por cierto y por desgracia, ese número se cotiza ahora mismo en Iberlibro a unos 100 euros).
Al final de la reseña, se señala la defunción muy reciente de los dos Alan del surrealismo británico: Alan Burns y Alan Davie. El primero nació en 1929 y es autor de ocho novelas, entre ellas Europe after the rain (1965) y Dreamerika (1972), habiendo más información sobre él en la wikipedia. En 1967, Alan Burns fue uno de los que enviaron a L’Archibras una carta abierta sobre el resurgir del surrealismo en suelo británico. En cuanto al artista escocés Alan Davie, nacido en 1920, es una figura bellamente versátil, cercano al surrealismo y al automatismo de Cobra, atraído por el zen y las culturas prehistóricas y saxofonista profesional de jazz, que formó parte de la Tommy Sampson Big Band y grabó cinco discos de improvisaciones propias. Para consultar:
Otra reseña muy crítica es la del n. 6 de Patricide, dedicado por su editor, Neil Coombs, al arte “outsider”. Ya yo había comentado algunos aspectos negativos de esta monográfico, que ve Mattias Forshage como un número de compromiso con respecto a los anteriores. Él se centra en la presencia del galerista Henry Boxer, mientras que para mí el nadir estaba en el texto de un tal Jerry Saltz (aparte, por supuesto, la presencia de un cura). Donde me llevo una sorpresa es en la consideración de Roger Cardinal y su “antisurrealismo” reciente, del que no tenía noticias y que aquí, por lo que recuerdo, no se trasluce. Autoridad en la materia, Roger Cardinal incluso participó en revistas del área surrealista, pero la vida da muchas vueltas, y algunos acaban por marearse.
En las notas al almanaque de Brumes Blondes, Mattias Forshage con una nota y Merl Fluin con otra, polemizan con la “carta a los surrealistas” de Alain Joubert, que ha levantado cierta polvareda, quizás debido a su posición en la revista, ya que es el texto que la abre. Yo concuerdo con la refutación que se hace de las ideas de Joubert sobre los grupos surrealistas, y de hecho hablé de esto en uno de mis comentarios sobre el almanaque, pero a la vez he desconfiado siempre de la sobrevaloración de los grupos cuando rechazan las aventuras individuales de quienes no tienen ningún sentido gregario o, más simplemente, habitan lugares en que el intercambio o la comunicación son o han sido arduos.Se señala también la discrepancia de interés entre muchas de las “tareas” que Alain Joubert les pone a los surrealistas, aunque sin apuntar lo que tiene ello de “consejos del abuelito” (tampoco acabo de simpatizar con la noción batailleana de “Gran Surrealismo” que maneja Alain Joubert).