jueves, 10 de julio de 2025

Guy Ducornet: 2013 (2)

Encontrado en un sobre de 2013, esta noticia de unas lecturas de 2007 en el desaparecido Musée de l'Érotisme lleva una sabrosa acotación suya contra una de sus bestias negras:



Abre el segundo pdf del año 2013 una postal para anunciarme el regalo del libro de fotos de Rodolphe Hammadi Paris surréaliste, y la reflexión sobre la herencia de la fotografía surrealista (nombrando a Man Ray y Brassaï) la ilustra con una de sus propias fotos callejeras, que ha titulado Rhapsody in Blue, viejo estándar jazzístico.

La carta del 10 de marzo, con el collage de la Place André Breton, se centra en la reciente publicación de los dos tomos de Invisible Heads, que describen la trayectoria de los surrealistas americanos que se desligaron del grupo Arsenal. Ducornet toma el partido de su amigo Franklin Rosemont y da sus razones, discrepando cordialmente de la reciente reseña de Laurens Vancrevel en el número 98 de Infosurr (la suya aparecería en el 101). Mi punto de vista sobre esta cuestión lo expresé sucintamente en una reseña de la revista, y estaba más cerca de Vancrevel que del suyo.

El 4 de abril me envía dos imágenes de la exposición Histoires 100 Paroles, con fotos de sus encuentros en la galería con Alain Joubert, Joël Gayraud y Dominique Rabourdin.

A partir de aquí me enfrasco en un cierto laberinto de cartas sin fecha, que ha sido un rompecabezas ordenar de modo aproximado. La primera la abre respondiendo a una cuestión mía sobre los firmantes del manifiesto antirreligioso de 1948, antes de contar por escrito lo que me había contado a mí en Tenerife: la maravillosa anécdota de su visita a la tumba de Torquemada, en la que escupió ante los ojos atónitos del monje que lo había guiado allí. Comienza aquí a desarrollar su berrinche contra "ese cretino de Claude Courtot", aún limitado a su rastrero ataque a Édouard Jaguer y Anne Éthuin, que ya me había indignado a mí. Alude a un collage de título Bienvenue à l'Orotava!, que tengo la desgracia de no conocer. Y anuncia su viaje a S. Paulo y los Estados Unidos, para participar en la exposición sobre el libro objeto organizada por Sergio Lima y para presentar Annandale Blues.

La del 29 de julio de 2013 informa del proyecto del almanaque de Brumes Blondes, que pronto vería la luz, y entra ya a fondo en el asunto Courtot, adicionándome las cartas que ha escrito al propio Courtot (¡admirable!), Gérard Roche y Jerôme Duwa, para señalar su renuncia a formar parte del comité de la Asociación de los Amigos de Benjamin Péret, por no querer sentarse a su lado, y más que por las sandeces acumuladas en su miserabilista "Pseudocrónica de una desventura antisurrealista", por haber manifestado allí la alegría y el entusiasmo que le habían producido la matanza de las llamadas Torres Gemelas y su odio hacia todo lo norteamericano. La siguiente, no datada, retoma la cuestión de su carta de dimisión, señala el carácter valiente y novedoso del libro de Melanie Nicholson sobre el surrealismo en Latinoamérica, reivindica la obra literaria de Rikki, etc.

En la siguiente, tampoco datada, describe de nuevo, con tintes poéticos, el Loire Valley, donde pasaba parte del año, en medio de la naturaleza. Evoca fugazmente un conflicto con el grupo de París, a cuenta de Pierre Sabourin, y lo considera superado, el distanciamiento de Marie-Dominique Massoni permitiendo ahora aproximarse a ellos. Refiere haber sido invitado a la exposición local "Le bestiaire enchanté", a la que aportará obras de su propia casa, de artistas como Max Bucaille (of course!), Jorge Camacho , Wifredo Lam, Philippe Collage, Toyen, Zydron, Silbermann, Cruzeiro Seixas, Rikki, Philip West, Revilla, Anne Éthuin, Penelope Rosemont, Guy Girard, Ody Saban, etc. La de cinco de septiembre aludirá a la instalación del bestiario, pero las imágenes que en la postal un día posterior me dice ha enviado, no las localizo o no las bajé del correo. La deliciosa matraquilla de Courtot prosigue en esa carta y en la del 9 de septiembre, que es una pura burla. Sale el trotamundos para el continente americano, donde estará hasta principios de octubre, y desde donde me mandará la postal de las Torres Gemelas. 

Ya en octubre, hay dos cartas sin fecha, pero ubicables porque la exposición de Joseph Cornell en Lyon, reseñada por él en el número 110 de Infosurr, se inauguraba el día 18 de ese mes. Una de las cartas, con el sello de El Hierro, es manuscrita, y la otra (a la que quizás falte la segunda parte) vuelve sobre Courtot, pero también da cuenta de su visita a la casa de Víctor Hugo, donde se celebraba la también bella exposición sobre el gran poeta y los surrealistas. Encanta el entusiasmo de Ducornet por la obra cornelliana, y encanta la valoración que hace de ella.

El 26 de noviembre me manda media docena de billetes postales de gran tamaño, repletos de motivos parisinos, de los que me limito a reproducir uno, y el 17 de diciembre partían él y Ghislaine de nuevo para los Estados Unidos.



sábado, 5 de julio de 2025

Sade y el surrealismo (1932-1934)

En 1932, Toyen (con quien volveremos a encontrarnos) ilustra para las Ediciones 69 Justine:




En el mes de julio, Styrsky, interesado por Sade desde los años 20, visita Lacoste y narra sus impresiones en un gran ensayo, La tierra del Marqués de Sade, aparecido al año siguiente con una serie de fotografías:



Styrsky no concluyó un libro sobre Sade que iba a titular El ocupante de la Bastilla. Solo completó los primeros cinco capítulos, cubriendo los años 1740-1767; el primero, "Leyendas y antepasados", lo publica en 1931, pero habrá que esperar a 1969 para que Frantisej Smejkal dé a conocer los siguientes. Ya en 1937 pintará Gift que él consideraba un retrato de Sade, tal y como Breton había considerado la imagen daliniana que veíamos en la anterior entrega:


Retomamos Le Surréalisme au service de la Révolution, porque en la sección final del número 5, aparecido el 15 de mayo de 1933, nos encontramos con el célebre Monumento a D.A.F. de Sade de Man Ray, hecho para una edición de Los 120 días de Sodoma (añado dos fotos del colgante que hizo a principios de los 70, la segunda con Juliette ostentándolo):




En este mismo número, Maurice Heine publica la cuarta parte de su "Actualidad de Sade", con su largo ensayo "De Justine a La nueva Justine a través de las hojillas inéditas", y en el siguiente, aparecido simultáneamente, Maurice Henry propone suprimir la Plaza de la República y colocar en su centro una estatua de Sade prohibiéndose la entrada a la nueva plaza.

1933 es un año espectacular, ya que, a la vez que prosigue con toda pujanza la revista del grupo, surge Minotaure, en cuyo número inaugural Maurice Heine publica "Dramaturgia de Sade". Ese mismo año, Heine da a la luz en la NRF "El Marqués de Sade y la novela gótica", del mismo modo que ya en 1936, en el número 8 de Minotaure, aparecerán las "Miradas sobre el infierno antropoclásico", con un diálogo entre las sombras de Sade y de Jack el Destripador.

Pero más aún: el infatigable divulgador y explorador del Marqués le dedica en Documents 34 un homenaje poético:



Cerramos este capítulo con Camille Bryen y El fantasma cotidiano de Sade, de 1934, fotografiado por Raoul Michelet en L'aventure des objets, 1937. El propio Camille Bryen ha hablado de este objeto "semiautomático" :


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miércoles, 2 de julio de 2025

Venus d'ailleurs

Yoan Armand Gil, Archipiélagos

Venidos de otra parte, o sea, de la vrai vie, que al final es la única parte vivible o sea vivificante y digna de ser vivida. Resulta apabullante el catálogo que en pocos años se ha forjado Venus d'ailleurs, gracias a la iniciativa incansable y sin concesiones de Yoan Armand Gil. Echemos un rápido vistazo a sus "colecciones", que son cerca de una veintena.

La revista homónima va ya por su número 14 y se ofrece una caja con los doce primeros, mientras que al número inaugural de Halo nos hemos referido recientemente. La tercera colección es la de La Nouvelle Revue Moderne de Philippe Lemaire, con colaboraciones de Jean-Pierre Paraggio, Jacques Abeille, Laure Missir, etc. "La boîte à gant" cuenta con la sección "Los Grandes Transparentes", que incluye obras de Érik Satie, Jacques Vaché, Malcolm de Chazal, Lou Dubois... y Miguel de Unamuno, por sus siempre modernos Apuntes para un tratado de cocotología. Otra revista, El ojo heliotropo, es la publicación de la galería de Arlés así llamada.

Pero la colección en que se acumulan más obras de interés para los lectores de este blog es la titulada "Idea", que a su vez se divide en estos cinco apartados: "Génesis de las vanguardias", "Dada, surrealismo y Cª", "Utopías libertarias", "Contemporáneos", "Absurdo" y "Hermética". La abren las artes inoherentes y siguen piezas, entre otros, de Duchamp, Jarry, Nerval (por René Daumal), Gilbert-Lecomte, Hausman, Schwitters, Chazal, Labisse, Fourier, Stirner, Alleau, Éliphas Levi, Patrick Lepetit y Bernard Roger. El libro sobre la obra gráfica de Alleau es importantísimo y esperamos reseñarlo aquí.

La colección "Poiesis" incluye una Oda a Annie Le Brun por Nadine Ribault, Le Promenade de Vénus de Sergio Lima y páginas sobre Victor Brauner, mientras que "Pallas Hôtel" se orienta a los autores actuales, como Sylwia Chrostowska, Joël Gayraud o Laurent Albarracin. Siguen los "Carnets de dibujos", la colección "Isis" y la titulada "Orteluque", esta con un homenaje a Brauner por Benoit Pingeot, más libritos de Charles Fourier y Alphonse Allais y un conjunto de collages y textos de Philippe Lemaire con el bello título de El humor negro iluminando el mundo.

Los discos digitales son objeto de la colección "Anima", en la que encontramos una "ficción-homenaje a Érik Satie", y la música de la titulada "Muse Sick", a la que sigue el "Teatro de papel". "Boat" es la que rige una serie de minilibros en rollos, entre los cuales uno con las calaveras de Posada y otro con los collages de Andersen. Por último, hay una colección de ediciones especiales y otra de obras y estampas realizadas en el propio taller de la editorial. Entre las ediciones especiales, hay que distinguir tres: la del catálogo sobre surrealismo y masonería (reseñado aquí); la del catálogo de la reciente exposición del centenario del primer manifiesto del surrealismo, organizada en Portugal por Miguel de Carvalho y pronto en la Fundación Granell; la de Jacques Maréchal (que no he podido obtener, ya que se agotó muy pronto, pero que se va a reeditar y sin duda es la publicación definitiva sobre este artista visionario, cercano un tiempo al surrealismo); y la de fotos de Aurélie Aura, creadora de objetos muy poéticos y sorprendentes (Solutions acides & Rêves salins, con textos de Marie-Dominique Massoni, David Nadeau y Dominique Paul, entre otros).

Aurélie Aura, Trompetilla acústica

Aparte la sección de las colecciones, hay otra de "Álbumes de fotos" y otra de "Actos", con sus catálogos correspondientes. En conjunto, como dije al principio, una labor apabullante, que hay que ver para creer: 

lunes, 30 de junio de 2025

El balcón

Por cortesía de Rik Lina, he aquí estas curiosas metamorfosis del balcón de las majas de Goya. Lo que realmente no perdonaron los surrealistas es al trío burgués manetiano.

Francisco de Goya,
Majas al balcón, 1810

Édouard Manet, El balcón, 1869

René Magritte,
Perspectiva II: el balcón de Manet,1949

Jorge Camacho, El balcón, 1962

Rik Lina, El balcón carnívoro, 1983

sábado, 28 de junio de 2025

Guy Ducornet, 2013 (1)

Este año, tras el recibo de mi ejemplar de Annandale Blues, con la simpática dedicatoria en que me anuncia su visita, comienza con las dos bellas cartas desde El Hierro, lugar que fascinó a Ducornet y le inspiró incluso una serie de collages, de los cuales me regaló Mano guanche, que aparecería en la portada del primer tomo de Surrealismo: el oro del tiempo; en la segunda, habla precisamente de los "backgrounds" que irían a servir para esos collages. La Casa de los Ángeles no fue el primer lugar donde quise enviarlos a él y Ghislaine (como unos años atrás había hecho con Fátima Roque, Sergio Lima y Célia Cymbalista), sino otro mucho mejor, completamente aislado, pero que no se encontraba disponible.

Portada con Mano guanche

A su retorno a París, me envía cuatro collages junto con un comentario de la anécdota del cuchillo que regalé en Las Palmas a Édouard Jaguer (ya la he contado un par de veces) seguido de nuevas alusiones a su labor ceramista. Ya ha aparecido Annandale Blues, al que dediqué una reseña. Vemos aquí la información de su salida junto a la invitación a la exposición conjunta con Gregg Simpson, y a continuación la del 17 de febrero, agradeciendo la reseña, siempre con mucha generosidad y destacando el aspecto musical de su libro, con referencias a su práctica de la batería, y aludiendo a Gregg Simpson (a quien califica de "bon vivant" como cree que soy yo también, cuando nunca me he reconocido como tal). Unos apuntes político-cinematográficos completan esta página.

En una entrada del 24 de marzo, yo aludiría a la exposición y reproduciría dos de los collages de El Hierro: Sky Eye y Vision n. 2, pero antes he recibido nada menos que otras dos extensas cartas, la del 21 de febrero capital. Tras hacerme con uno de los Tardi dedicados a las novelas de Léo Malet, y descubrir que también ha llevado al cómic a Céline, le inquiero por mi vieja extrañeza acerca de la fascinación ejercida por este siniestro personaje entre los intelectuales de izquierda, incluidos los anarcas. La respuesta es larga, admirable y definitiva, y por supuesto coincide con mi visión. Esta carta antológica incluye una digresión sobre su trabajo de profesor en Estados Unidos y concluye con otro caso de "azar objetivo", que involucra a Arturo Schwarz y Miguel de Carvalho. La postal final, con La puerta de lo desconocido de Topor, lleva al dorso un cortés "Pardon d'avoir été aussi long!"

Pero ahí no queda la cosa. En la del 27 de febrero, vuelve sobre Céline, pero centrándose en su estilo, cuyo éxito le parece un "misterio", y en los escritores de la época, incluidos Jacques Prévert y Boris Vian. Salta aquí el nombre de Borges, porque yo también le he mostrado mi repudio hacia el culto borgiano, es decir al culto no solo de la obra sino de la persona abyecta que era Borges, muy bien considerado por Magritte como un "gilipollas instruido" (también lo comenté con Granell, que sabía distinguir entre el personaje y su obra, encontrando algunas de sus historias incluso muy cercanas al surrealismo). No parece con todo tener noticia de que haya llamado a los militares argentinos "caballeros", haya alabado a Pinochet (y recibido un premio en su presencia) y haya criticado a los States por no tener la valentía de fundar un verdadero imperio.


Vénus d' El Hierro

jueves, 26 de junio de 2025

Halo Alleau


El número "hors-série" de la revista Halo, maravillosamente maquetado e ilustrado como no podía ser de otra manera, ya que edita Venus d'ailleurs, se dedica a "Los enigmas de la obra de René Alleau, uno de los sabios auténticos del siglo XX, relacionado esencialmente con el surrealismo y a quien hemos dedicado frecuente atención, incluso con un dosier de sus colaboraciones en publicaciones surrealistas.

Poco se puede añadir a la presentación que hace Gilles Bucherie, quien nos advierte sobre la cantidad de inéditos y de proyectos que dejó Alleau y que abren el camino a infinidad de cuestiones e investigaciones. Recordemos que es autor del gran libro de referencia sobre Alleau, René Alleau et l'écriture philosophale, publicado hace tres años. De Bucherie son dos ensayos de este volumen que reseño, uno sobre Alleau y la geomancia y otro sobre hermetismo y hermenéutica, donde se trata entre otras cosas de la relación de Alleau con Eugène Canseliet y con Gilbert Durand (y de la cercanía de ambos a Bachelard) y de Flamel y el Mutus Liber.

Magnífico es el trabajo de Laurent Segalim sobre la empresa editorial de la colección Bibliotheca Hermetica, que, dedicada a la astrología, la magia y sobre todo la alquimia, dio en los años 70 nada menos que veintidós preciosos libros, muy fulcanellianos, vistos no como "históricos" sino como vivificadores, y es que para René Alleau el esoterismo era una "hermenéutica total, viviente y vivificadora". Astrología, magia y alquimia, como señala Segalim, fueron "progresivamente marginalizadas desde el siglo XVIII por la ciencia mecanicista y racionalista y luego positivista", convirtiéndose en "una pequeña máquina de guerra contra el materialismo castrante y estéril de la ciencia burguesa". No sorprende la relación con el surrealismo, y es más que sabido cómo Breton se vio atraído por las conferencias de Alleau sobre la alquimia, pero aquí hay notas de interés sobre Jean-Claude Bailly, cercano un tiempo a Breton, y sobre Bernard Roger, que introdujo y anotó algunos de los volúmenes.

Jacques Eicher escribe sobre "El arte de Hermes según René Alleau", manejando las cartas con Breton e indagando la relación con Jung; en un anejo, presenta una meditación sobre dos planchas alquímicas. Por su parte, Pierre Mollier lo hace sobre Alleau y la masonería, y por tanto sobre la logia Thébah, a la que dedicamos un artículo a propósito del libro de David Nadeau L'arche utopique, dada la militancia en ella de algunos surrealistas.

También Breton marca su presencia en el artículo sobre "geobiología de lo sagrado" de Éric Phalippou, que incluye un apasionante estudio de la torre César, en Provins (Isla de Francia), así como en el del experto en astrología Fabrice Pascaud, "Constelación Alleau-Canseliet-Breton". Trabajo excepcional, en fin, es el de Aristide Gripon sobre las acuarelas de Alleau, titulado "La isla permanente de René Alleau"; de modo magistral, hace un análisis de su pintura, que para nuestro pensador (y poeta) era una "vía iluminativa", "un instrumento de creación".

Este es un libro-revista ineludible para todo aquel que se interese por Alleau y por el surrealismo y el esoterismo

les énigmes de l'oeuvre de rené alleau

martes, 24 de junio de 2025

Mestre Zuca Sardan, al aparato


Un libro reciente de entrevistas en torno al surrealismo en Brasil cuenta con la presencia invalorable del Maestro Zuca Sardan, quien responde maravillosamente a catorce preguntas, dando cuenta de su decisión juvenil de ser poeta surrealista ("para librarme de los severos Catolicismo y Realismo Social Marxista, al menos por pereza de leer el enorme Capital de Marx y los tostones dogmáticos de Lenin"), de su concepción del surrealismo ("búsqueda de la realidad secreta, mágica y esquiva, escondida por detrás de la malhumorada visión lógica de la Realidad Objetiva"), de la importancia del azar y del humor negro en su obra, de sus personajes (ese verdadero festín de la más saludable locura: "mis buenos y fieles amigos, que me ayudan siempre, en sueños semiinconscientes en que conversamos mucho"), etc. 

No es el único interés de este volumen, ya que hay algunas declaraciones notables de Leila Ferraz y Pablo Paranaguá. De la primera, el relato de un sueño premonitorio con André Breton poco antes de conocerlo, una bella evocación de Elisa Breton, la valoración de su contribución a la exposición de A Phala (en particular, sobre su "Anticinturón de castidad") y un reconocimiento al influjo de Robert Benayoun. Del segundo, comentarios de su película Nadja y de su presencia en Positif

De resto no falta el tufo a provincianismo (habitual desde que salimos de París en la historia del surrealismo, con raras excepciones como las de Praga o Chile en la época Mandrágora), el engreimiento y los rencores. Esto último, con respecto a Sergio Lima, claro está, habiendo hasta un fulano que lo llama "el Papa del surrealismo en Brasil"... sino que para el movimiento surrealista lo que vale sobre el surrealismo en Brasil es lo que ha dejado dicho Sergio Lima, y no hay vuelta de hoja: por tanto, que con su pan se lo coman, y bom apetite.

"El Surrealismo, desde mis tiempos de estudiante, fue para mí la búsqueda de una realidad más profunda, basada en una apuesta en lo maravilloso que existe en la vida y no vemos, mas que, si nos dejamos guiar por la intuición, acabamos encontrando, y que transforma por completo la realidad objetiva. Se trata de una realidad oculta que no puede ser demostrada, pero las personas ultrasensibles, que no abandonan sus sueños, conocen y protegen esta creencia en la realidad secreta de sus devaneos, movidos por un mysterioso sentido del humor de segundo grado". (Maestro Zuca Sardan) 

surrealismo no brasil. uma história subterrânea