"Con el término Pleroma, los gnósticos de la Antigüedad se referían a la totalidad de lo real tal como se encuentra originalmente en el interior del Dios-Abismo. Pleroma, pues, nombra el Ser en tanto plenitud vacía, inmanifestada, virtual, en el buen entendido de que para la tradición gnóstica toda manifestación en la materia y el tiempo equivale a un alejamiento en relación al Principio, a una degradación y a una caída".
Así, y con cuatro citas la primera de las cuales es esta de Roussel: "Una obra literaria no debetía contener ningún hecho u observación del mundo real, solo combinaciones de objetos imaginarios", antecede Ángel Zapata su nuevo libro, Pleroma, que continúa otros cuatro ya apuntados aquí: Las buenas intenciones (2001), La vida ausente (2006), Materia oscura (2015) y Luz de tormenta (2018). Es en la parte final este último donde encontramos algunas prosas que anuncian Pleroma, como "La flor de oro", "El justo medio", "Las reglas del juego" y "La caracola apátrida", que abandonaban lo narrativo incluso en su forma de "microrrelato". La inspiración intensamente gnóstica se zambulle plenamente en las aguas preconscientes del surrealismo en estos poemas (única calificación que podrían llevar) de carácter delirante, que a veces parecen las confidencias de un loco genial, por su claridad imaginativa, su sorna de un humor dislocado ultrasubversivo o su lirismo de irrupciones inesperadas. Cada uno de ellos acumula, bajo títulos de que el escritor posee el secreto, declaraciones que parecen gacetillas de un periódico surrealista (como los poemas collages que últimamente han recibido el interés de críticos hiperlúcidos como Georges Sebbag, ya que están en el hontanar del automatismo) o fragmentos de esos desternillantes diálogos absurdos en que también el surrealismo ha sido pródigo.
Leyendo estos poemas, y considerando los otros que aparecen en libros anteriores tanto como los relatos que le han dado a Ángel Zapata una cierta notoriedad, me atrevo a considerar su obra realizada hasta el momento como la más valiosa del panorama surrealista español en las últimas cuatro o cinco décadas, y su nombre se me aparece, por lo que se refiere al panorama general del surrealismo en la lengua del Arcipreste de Hita, tan solo junto a los de Raúl Henao y Fernando Palenzuela.
"Si te das cuenta, entramos en la nueva Edad de Hielo como entraríamos en una habitación de hotel que acabara de desocupar el rayo".
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Al mismo tiempo, Ángel Zapata ha publicado otro libro detonante, aunque en otra onda que Pleroma, titulado Fuegos reunidos, "comentarios contra la sociedad del simulacro", al que dedica una nota "La banda de Fantomas".