Como ya
señalamos durante abril de 2015, en el Patio de la Inquisición de Coimbra, ya
que no ha sido arrasado, supuso al menos una buena venganza que se celebrara
una exposición titulada “En el principio no era el verbo”, y también decíamos
que ello se debía a la instalación de un surrealista, Miguel de Carvalho, en
esa ciudad portuguesa.
Ahora, Miguel
de Carvalho publica en las esmeradas ediciones de Debout sur l’Oeuf, acompañado
de su conocido texto sobre el collage (aquí mismo traducido), un conjunto magnífico
de cincuenta muestras de esta serie inconfundible, caracterizada por su fondo
de amarillentas cartas portuguesas de fines del siglo XIX y principios del XX
en que se inscriben sobre todo imágenes de planchas médicas y astronómicas y
rostros y figuras humanas de corte correspondientemente decimonónico. No faltan
los habituales relojes y formas circulares en general, contrastando con la
abundancia de bandas celestes que cortan horizontalmente el collage. Como
ocurre en la ilustración de portada, a veces los rostros aparecen vaciados de
sus ojos, dejando ver el fondo epistolar, en un efecto sorprendente.
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A la vez, nos
llega la edición artesanal del poema North
Star, que va acompañado de un collage de la misma serie, pero no incluido
en No principio não era o verbo.