domingo, 14 de febrero de 2016

“Caleidoscopio surrealista”, edición definitiva

Il. de Sasha Vlad, Graal Flibuste, 2014

Ayer llegó a mis manos la edición definitiva de Caleidoscopio surrealista, que pronto (eso espero) será distribuida por Amazon, donde están vendiendo la primera al exorbitante precio de 230 euros. Esta nueva edición anula por completo la anterior, y ya no habrá una tercera, aunque sí es posible que sigan apareciendo reimpresiones con introducciones actualizadoras.
Reproduzco a continuación la nota introductoria a esta segunda edición.
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La publicación en 2011 de Caleidoscopio surrealista tuvo como principal efecto haber contribuido, al menos en alguna medida, a derribar las limitaciones temporales que se le han venido asignando al movimiento surrealista. En la misma dirección publiqué en 2014 el primer tomo de Surrealismo: el oro del tiempo. Llevado de un espíritu internacionalista que es el del propio surrealismo, pero que en mí arraiga en el descubrimiento lisboeta de los Textos de afirmação e de combate do movimento surrealista mundial, de Mário Cesariny, para verse luego reforzado gracias a la amistad que tuve el privilegio de sostener con Édouard Jaguer, también la visión de un surrealismo sin fronteras, no reducido al grupo en torno a Breton y a las proyecciones más conocidas y estudiadas del surrealismo, puede considerarse otra de las aportaciones claves de la obra. El resultado fue un caleidoscopio de ventanas abiertas a la Aventura y a lo Maravilloso, sin esas fronteras tempoespaciales.
En un mundo que propicia y propugna la mediocridad y la muerte, el surrealismo lleva cien años defendiendo la vida (verdadera, plena). Su revelación y exaltación de la poesía –sin la que, debe añadirse, ni el amor ni la libertad son nada– no puede conducir sino al espíritu de la revuelta contra ese mundo ignominioso. Al panorama del pensamiento radical al que pertenece, el surrealismo aporta una tecla ineludible, ya que algo falta siempre en las expresiones individuales y colectivas de ese pensamiento, tantas veces asfixiante y ceñido a la superficie de las cosas, cuando no completamente desnortado.
La introducción a la primera edición la conservo casi tal cual. La única rectificación importante se refiere a mi valoración del panorama del surrealismo “actual”, que me parece hoy más “halagüeño” que entonces, cuando me dejé llevar quizás demasiado de mis enojos por algunas cosas que no me gustaban, pero también de cierto desconocimiento de algunas otras. La revuelta surrealista sigue abriéndose paso con energía y frescura siempre renovadas, por muchas vías y en los lugares más dispares del planeta, como muestran modélicamente el almanaque de Brumes Blondes Ce qui sera/What will be/Lo que será (2014) y mi propio blog de actualidad “Surrealismo internacional”, cuyas intervenciones han sido recogidas en papel en el citado Surrealismo: el oro del tiempo.
Con posterioridad a la primera edición, han sido muchos los nombres que me han aportado información, a veces esencial como es el caso de Michael Vandelaar para Australia o Gregg Simpson para el área de Vancouver, y a veces con útiles sugerencias, como ocurre con Jean-Pierre Lassalle, Laurens Vancrevel, Guy Girard, Richard Waara, Jean-Pierre Paraggio, Alex Januário o Steven Harris. Con entradas nuevas hay en esta edición segunda 90 nombres, a saber:
José Antonio Arcocha, Will Alexander, Byron Baker, André Bernard, Jan Bervoets, Jean-Claude Biraben, Dave Bobroske, Eugène Brands, C. Buddingh’, Edward Bullmore, Ronnie Burk, Alan Burns, Claude-Lucien Cauët, Ira Cohen, Les Coleman, Neil Coombs, Aurélien Dauguet, William A. Davison, John Digby, Paul Duchein, Edgar Ende, Merl Fluin, Amirah Gazel, Jan Gabriel, Patrícia Galvão (Pagu), Ángel García Lamolla, Jesús García Rodríguez, Pnina Granirer, Josse de Haan, André Hardellet, Janice Hathaway, Beatriz Hausner, Rodrigo Hernández Piceros, Patrick Hourihan, Miguel Ángel Huerta, Patrick Hughes, Josef Janda, Hector Kaknavatos, Ted Kingan, Jan Kohout, Jan Krizek, Roman Kubik, Don LaCoss, Jean-Pierre Le Goff, Jorge Leal Labrín, Henry Lejeune, Miguel Lohlé, Carlos M. Luis, Frantisek Maly, Dusan Marek, Premysl Martinec, Jean-Paul Martino, Alice Massénat, Richard Misiano-Genovese, Bruno Montpied, Julio Monteverde, Rodrigo Mota, David Nadeau, Niklas Nenzén, Noé Ortega, Benjamín Palencia, Jean Palou, Nelson de Paula, Seixas Peixoto, Pierre Petiot, Gilles Petitclerc, Alain-Pierre Pillet, Katerina Pinosová, Antonio Ramírez, Raman Rao, João Rasteiro, Brooke Rothwell, Ody Saban, Ron Sakolsky, Marcus Salgado, Enrique de Santiago, Pierre-André Sauvageot, Pieter Schermer, Bertrand Schmitt, Renato Souza, Sotère Torregian, Dan Stanciu, Wijnand Steemers, Debra Taub, Roman Telerovsky, Lucques Trigaut, Adriano del Valle, Michael Vandelaar, Rodrigo Verdugo y Ángel Zapata.
Sobra decir que en ningún momento se ha tratado de engrosar la lista, puesto que el rigor absoluto sigue siendo mi criterio calificativo, según señalo en la introducción.
Esta edición definitiva va dedicada a Sasha Vlad y Dan Stanciu, los continuadores de la gran aventura surrealista rumana de los años 40, y que para mí son ejemplo impecable de la renovación surrealista en toda su frescura creativa, sin abandonar un ápice de sus exigencias éticas, que se resumen en una fidelidad y afirmación de la poesía en todos los órdenes de la existencia. A lo largo de estos cinco años (en que tampoco, por supuesto, ha faltado la hostilidad pestañeante de algunos cretinos y cretinas como los que avizoraba Agustín Espinosa), también he contado, por lo que se refiere a “Surrealismo Internacional”, con el apoyo de muchos amigos viejos y nuevos, como los citados antes o en la nota introductoria y otros como Guy Ducornet, Beatriz Hausner, Renzo Margonari, Raman Rao, Víctor Chab, Seixas Peixoto, Guy Cabanel, Kenneth Cox, Michael Löwy, Eugenio Castro, Ángel Zapata, Noé Ortega, Fernando Palenzuela, Raúl Henao, Enrique Lechuga, Paul McRandle, Miguel de Carvalho, Rik Lina, António Cândido Franco, Fátima Roque, Enrique Carlón, Pedro José Morillas Rosa, Zuca Sardan, Georges Sebbag, Richard Misiano-Genovese, Eloy Santos, Rodrigo Verdugo, Nelson de Paula, J.K. Bogartte o Pierre-André Sauvageot.
Numerosos errores y despistes de la primera edición han sido subsanados en esta (espero que casi todos, y que en ellos estén todos los más abultados), y la información nueva es muy grande, habiéndose hilado más fino en algunas entradas, a tenor de una mayor prospección bibliográfica o de alguna que otra rectificación de juicio. No he regateado, en fin, esfuerzos porque esta edición haya salido lo más documentada y fiable posible. Su carácter “definitivo” tiene que ver con el cumplimiento de un proyecto lustral (2010-2015) en que he querido servir en la medida de mis fuerzas al surrealismo, esa “cause libre au cœur d’hommes qui marchent”, como lo definió Stanislas Rodanski.
NOTA: Por desgracia, esta edición solo sería puesta a la venta en amazon.es, razón por la cual al poco tiempo decidí subirla a esta página como pdf de descarga gratuita.