miércoles, 12 de diciembre de 2012

Laurens Vancrevel


Nada menos que dos publicaciones simultáneas de referencia nos brinda este fin de año Laurens Vancrevel, faro a lo largo del último medio siglo, junto a Her de Vries, del surrealismo neerlandés, de tan fuerte impronta internacional. Ambas, cómo no, en las ediciones de las Brumes Blondes, muy activas en los últimos tiempos.
224 páginas componen La atracción magnética de 1713, cuyo título homenajea a aquel a quien le debemos el surrealismo y de quien vemos en portada su poema objeto de 1941 “Retrato del actor A.B.” Se trata de una recopilación de los escritos de Vancrevel sobre poetas y pintores del surrealismo, aparecidos, de fines de los 60 hasta este mismo año, en publicaciones como –aparte Brumes BlondesArsenal, Infosurr, Phases, Mandala, Salamandra, Vox Carolina, Randstad, etc. La primera parte está dedicada a figuras holandesas, en concreto Theo van Doesburg, J.H. Moesman, W. Wagenaar, Kristians Tonny, Hendrik Cramer, Theo van Baaren, Eugène Brands, L.Th. Lehmann, C. Buddingh’, Her de Vries, Jan G. Elburg, Gerrit Kouwenaar, Hugo Claus, Corneille, Shinkichi Tajiri, Simon Vinkenoog, Jak van der Meulen, Jan Schlechter-Duvall, Rik Lina, Geert van Mulken, Herman Ysebaert y Jörg Remé.
Siguen textos sobre romanticismo, marxismo y surrealismo, anarquía y creatividad (para la encuesta que hizo en 1981 Arturo Schwarz), Lautréamont, la revista Néon, Breton, Nadja, Edouard Jaguer, Magritte, Chirico, Péret, Leonora, Michaux, Octavio Paz, Cesariny, Lambert, Breytenbach, Lacomblez, Cabanel, Cruzeiro Seixas, Carlos Revilla, Debenedetti, Jacques Abeille, Sergio Lima, Rikki, Raúl Henao... En fin, todo un vasto mosaico del surrealismo, del que conocemos algunos de los escritos que lo componen, siempre finos y certeros, pero otros no, lo que es una pena, ya que de tan exótica lengua solo podemos aspirar a entender unas pocas palabras.
Con portada amarilla de Kristians Tonny (uno de sus dibujos infantiles que se expusieron en la exposición surrealista parisina de 1925), la Nueva antología de poesía surrealista neerlandesa pasa a ser la gran antología del surrealismo en esa expresión lingüística. Un breve prólogo la precede, y al final hay notas con la semblanza de cada uno de los poetas, que son: Hendrik Cramer, I.K. Bonset, Paul van Ostaijen, Nes Tergast, Paul Colinet, Luc Tournier, Marc Eemans, Gertrude Pape, Theo van Baaren, Eugène Brands, Chr. van Geel. C. Buddingh’, Oda Blinder, Jan G. Elburg, L.Th. Lehmann, Corneille, Jan Schlechter-Duvall, Gerrit Kouwenaar, Hans van Straten, Charles Corsen, Jak van der Meulen, Simon Vinkenoog, Bernardo Ashetu, Hugo Claus, Her de Vries, Alain Teister, Peter Berger, Theo Festen, Jozef Bierkens, Axel van Caspel, Josse de Haan, Hugues C. Boekraad, Rik Lina, Jan Bervoets, Tenny Frank, Hans Plomp, Geert van Mulken, Peter Nijmeijer, Wijnand Steemers, Pieter Schermer, Bastiaan van der Velden y el propio antólogo.
Quien no sabe neerlandés, al menos detecta poemas como “Adieu André Breton” de Buddingh’, “L’humour noir” de Kouwenaar, “Hommage à Magritte (René)” de Bierkens o “Medusa” (“in memoriam Geert van Mulken”) de Rik Lina, mientras que uno de Pieter Schermer lleva como epígrafe “Les mots font l’amour”.
No ha dejado pues Laurens Vancrevel por manos ajenas hacer esta necesaria muestra del surrealismo en lengua neerlandesa, que cubre desde los años 20 hasta la actualidad, o sea toda la historia del surrealismo como movimiento.