viernes, 21 de noviembre de 2025

Ludvik Svab

Con Marie-Dominique Massoni, 1991 (foto de Stuart Inman)

Acaba de publicarse un libro clave, sobre Ludvik Svab, figura capital del surrealismo checoeslovaco. Había aparecido en 2017 en la lengua de Toyen, pero ahora disponemos de traducción a la lengua de Ambrose Bierce.

Aunque extrañamente no forma parte de la antología de Petr Kral, hay disponible material suficiente sobre Svab, detectado en la entrada de Caleidoscopio surrealista, que reproduzco en seguida, a la espera de recibir futuramente la novedosa monografía. Añadamos este ensayo muy rico sobre sus películas y guiones cinematográficos: VER. Igualmente, este enlace sobre el documental que le dedicó Martina Kudlacek y que lamentamos no sea visible.

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Ludvik Svab (1924-1997). Surrealista desde 1952, en que encuentra a Effenberger, Hynek y Medek, el psiquiatra Ludvik Svab surge en el n. 3 de Objeto, año 1958, con una serie de poemas, aunque destacará sobre todo como crítico –sin olvidar sus “foto-collages espontáneos” ni sus facetas de historiador y reseñista de cine y de guitarrista en el grupo de hot jazz Prague Dixieland. En ese año organizó un ciclo de conferencias, “Las reglas del juego”, en la clínica psiquiátrica donde trabajaba, siendo prohibidas tras celebrarse la primera. Diez años después, es, con Effenberger, el único surrealista de los años 50 que perdura, firmando el documento “Prague aux couleurs du temps”. Por supuesto, Svab continúa en la aventura surrealista tras el certificado de defunción ecuménico dictado por una facción del grupo parisino. En el n. 2 de Surréalisme, nos da noticia de sus guiones cinematográficos, presentando un “remake” de la secuencia inicial de Un perro andaluz (“El otro perro”). En 1992 intervino como actor inolvidable en la inolvidable película de Svankmajer Alimentación, y tres años después filmaba Martina Kudlacek L’amour fou/Ludvik Svab, película que mostraba la importancia del surrealismo como movimiento subversivo contra la dictadura comunista.

Al morir, nadando en Italia, Aurélien Dauguet le dedicó un bello poema en el n. 3 de S.u.rr… (donde también se tradujo su artículo “Geografía del sueño”), titulado “Oh, didn’t he ramble”, o sea una de las canciones con que la vida triunfa de la muerte en los entierros de Nueva Orleans, acompañado de una foto suya ante el mar con el verso baudeleriano “homme libre toujours tu chériras la mer”: “Il aurait pu être / Un derviche qui cherche le vent / Ou un miroir qui se souvient // Il aurait pu être / L’âme des guitares l’ombre d’une proie / Le Temps avalé le voyeur perdu / La spirale confondue / La grâce des très vieilles pierres / Le givre dansant / La larme dans la toile de l’épeire // Il fut cela / Et / Tout un feu de braises ardent et généreux”.

Analogon lo homenajeó por todo lo alto que se merecía en su n. 20-21, y lo mismo hizo el catálogo Other air con notas de Bruno Solarik, Frantisek Dryje e Ivo Purs (la de este sobre su método del fotocollage espontáneo, inventado ya en los años 90), acompañadas de un sueño suyo y de otro de Roman Telerovsky protagonizado por él.

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Surréalisme, n. 2:


Tres homenajes en el n. 20 de Analogon (no consigo traducir el título del segundo):

Jan Svankmajer,
Retrato táctil de L.S.

Eva Svakmajerova.
Ludvik Svab. jako akvabela




S.u.rr…, n. 3:





Textos en Other Air:





Y sin olvidar su extraordinario papel en uno de los más sabrosos cortometrajes de Jan Svankmajer:  COMIDA.