Hoy entono un mea culpa por un extraño despiste cuando realicé la semblanza del gran Jorge Camacho en Caleidoscopio surrealista. Mientras manejaba algunas pequeñas publicaciones incluso recónditas, se me escapaba la principal monografía sobre su obra, que es la de Anne Tronche, aparecida en 2004 en las Éditions Palatines y titulada Jorge Camacho. Vue imprenable. Confines lejanos, ya que se trata de un libro bilingüe.
Son casi 300 páginas de un libro en capa dura y estuchado, provisto de numerosas ilustraciones en color, en fin, lo que llaman los franceses un "beau livre". Anne Tronche, que es sin duda una crítica de arte excepcional (con muchos estudios en su haber) explora en profundidad la obra completa de Camacho. Solo hubiéramos disfrutado más con más reproducciones, al menos las de todas aquellas obras del artista a que ella va haciendo referencia a lo largo de su estudio tan jugoso. Al final hay una cronología biográfica muy extensa y detallada. De Camacho aún aparecerían dos grandes publicaciones póstumas: la de los Bocetos en 2012 y la de Semen-contra suivi de Harr en 2019 (y entre 2004 y la fecha de su muerte, el ensayo El erotismo profanatorio de la Santa Ana de Leonardo). Urge, desde luego, dedicarle una gran retrospectiva. Esperemos que se haga algún día, de carácter internacional... y otra en Cuba.
Jorge Camacho participó en las jornadas de "Surrealismo Siglo 21" que tuvieron lugar en la isla de Tenerife en el año 2006. Fue cuando lo conocí, quedándome deslumbrado por su manera de ser tan sencilla y tan abierta. Era un encanto absoluto de persona, muy simple, muy sereno, muy curioso de todo lo que iba observando en aquellos parajes que para los surrealistas siempre han estado asociados a la estancia de Breton. Impresionaba que fuera así uno de los artistas más complejos y singulares del siglo XX, el siglo de la liberación total del arte, en que desde luego no faltaron figuras originales, radicales, indagadoras de todos los abismos. Aprovecho, así, esta nota, para homenajear a Jorge Camacho con algunas fotografías de su estancia canaria, aunque les antepongo esta, que me parece poco o nada conocida y me envió Margarita Camacho (otra persona deliciosa), con quien, como con Jorge, mantuve relación epistolar tras aquella estancia. Es de 1967, cuando la exposición "Historia de K" (Kafka, por supuesto) y en ella tenemos nada menos que a Lezama Lima junto al matrimonio Camacho y Reinaldo Arenas; en la mano, Camacho tiene Paradiso:
La siguiente la saqué yo el día que fuimos a las playas de Taganana, y junto a Camacho aparecen Margarita, Georges Sebbag, el poeta canario Isidro Hernández, Fátima Roque, Sergio Lima, la ceramista brasileña Célia Cymbalista y Monique Sebbag.