lunes, 21 de febrero de 2022

Surrealismo, Londres, 1988


Este breve catálogo nos deja el mal sabor de no poder conocer sino siete de las 36 obras que se expusieron en la galería Cramshaw en el otoño de 1988. Una pena, ya que se trata de siete figuras muy singulares, que evidenciaban la vigencia del surrealismo en tierras británicas, veinte años después de que un grupo de franceses lo hubiera querido enterrar. No he encontrado en las monografías que tengo de Anthony Earnshaw, Eileen Agar y Conroy Maddox reproducción de ninguna de sus obras expuestas. Por lo que respecta a Conroy Maddox, es una fortuna encontrarnos solo aquí su homenaje a la escritora anarquista Louise Michel, la primera persona en enarbolar, en la Comuna de París, la bandera negra, y a quien se debe esta bella declaración, que siempre he hecho mía: "Todo poder encarna la maldición y la tiranía, y por eso me declaro anarquista" (la consecuencia no implica para mí adscripción alguna a un movimiento en que medran también actitudes burocráticas y ridículas, y que además se ha cubierto de basura a lo largo de estos dos últimos años: es una mera afirmación etimológica de posición libertaria, que no ostenta ya la claridad meridiana, irrefutable, de la primera parte de la cita).

Los siete surrealistas son realmente ocho, ya que la introducción del catálogo la hace el maravilloso George Melly, quien por supuesto está a la altura de las circunstancias, reivindicando el surrealismo "en estos tiempos innobles, materialistas y cretinizantes" y haciendo una estupenda caracterización de cada uno de sus amigos.

Por aquellos años realizó Anthony Earnshaw este bonito dibujo que conserva toda su vigencia:

Tony Earnshaw, Una de estas ratas es un político