viernes, 10 de abril de 2020

“Gog”, en acción

Antonio Dafos, La sonámbula, 2005

En raras ocasiones llamamos la atención sobre publicaciones o hechos que, sin pertenecer al surrealismo en sentido estricto, ofrecen interés para el surrealismo, por su fuerza imaginativa o subversiva, que las une al surrealismo en un espíritu común. Es el caso, hoy, de este “fanzine” titulado Gog, publicado en Granada. (Dato que me conmueve es que hace unas pocas semanas me hicieron llegar unas cartas y postales de Agustín Espinosa a su novia de Tenerife cuando el futuro autor de Crimen estaba estudiando en Granada, de la que da a través de ellas un curioso retrato de sus primeros años 20, hace exactamente un siglo.)
Gog es lectura para cualquier tiempo, pero resulta especialmente bienvenido en este período de encarcelamiento que estamos viviendo, cuando hasta la libertad elemental de andar ha sido prohibida a todo quisque (en esta siniestra ciudad de La Laguna, clerical, burguesa y exturística, donde yo resido, y de la que antes me fugaba diariamente para respirar el aire del bosque, hasta patrullan con monstruos militares).
El animador de Gog es Antonio Dafos, quien ya ha publicado los relatos de Teatro de hielo (2006), la colección de collages y fotomontajes Entre ruinas (2007) y el poema Aldaz (2009). El número inaugural de Gog (y ya se anuncia el segundo) no tiene desperdicio y es una muestra de inteligencia, imaginación y desafío. Agradecemos la posibilidad de mostrar aquí el pdf, a la vez que remitimos a la potente colección de collages y fotomontajes que hemos nombrado:
entre ruinas