Hace ahora cien años, aparecía en la revista Littérature
la primera encuesta del movimiento surrealista.
En el número 9 de Littérature, se
preguntaba escuetamente: “¿Por qué escribe usted?” Las respuestas aparecieron
en los tres números siguientes. El 10, correspondiente a diciembre, contenía
también otro de los capítulos de Los campos magnéticos: “Eclipses”.
Pocas respuestas –presentadas “por orden de
mediocridad”... para mantener despierta la atención del lector– escaparon a la
banalidad y a la pretenciosidad del profesionalismo literario, que quedaba así
puesto al desnudo. Entre las memorables quedan las de Valéry, Knut Hamsun y
Picabia, pero las hubo también interesantes del novelista popular Jules Mary,
de Reverdy, de Ungaretti y de Jean Paulhan.
En 1972, Marcel Mariën tendrá la idea de una
encuesta con la pregunta: “¿Por qué no escribe usted?” Y en 1985 el periódico Libération
la pondrá al día, con, entre otras, la respuesta de Samuel Beckett.
La siguiente encuesta del surrealismo habrá
de esperar al primer número de la nueva serie de Littérature, dos años
después. Su título, “¿Qué hace usted cuando está solo?”, revela a las claras
las intenciones extraliterarias de un movimiento cuyo primer interés ha sido cómo
vivir.
La encuesta es para el surrealismo un método
de investigación colectiva de sus principales preocupaciones. Existe un libro,
al que ya aludimos en su día, en que pueden consultarse las realizadas entre
esta fecha de 1919 y el año 1933, Enquêtes surréalistes. De “Littérature” à
“Minotaure”, en la colección Surréaliste dirigida por Georges Sebbag, quien
precisamente se encarga de ese tomo.